Africa Fashion: la moda africana se celebra, por fin, en Londres
El Museo Victoria and Albert inaugura la mayor exposici¨®n de moda africana hasta la fecha, con 250 piezas de creativos de 20 pa¨ªses del continente
Es una ma?ana de s¨¢bado cualquiera, pero se respira una elegancia inusual por los pasillos del Museo Victoria & Albert de Londres. Entre las gorras y pantalones cortos de los turistas acalorados, destacan mujeres con pamelas, vestidos largos, hombres con tres piezas¡ Sus atuendos no est¨¢n fuera de lugar, van a una celebraci¨®n: la primera exposici¨®n sobre moda africana ha llegado a la instituci¨®n del dise?o por excelencia, por primera vez en sus 170 a?os de historia.
¡°Por fin, la historia de la moda africana se cuenta desde una perspectiva diversa¡±, explica Christine Checinska, comisaria de Africa Fashion. ¡°[La muestra] llega tarde, pero es m¨¢s que una exposici¨®n; es un primer paso para una instituci¨®n m¨¢s inclusiva¡±, asegura, y a?ade que la puesta en escena se ha ido cimentando durante dos a?os gracias a cientos de conversaciones con gente en el continente y en la di¨¢spora. ¡°Hemos puesto el foco en la abundancia cultural frente al concepto reduccionista de la escasez¡±, cuenta. Con la muestra, el museo adquiere 70 nuevas piezas y se compromete a continuar su trabajo continuo con creativos del continente. ¡°Si bien no podemos deshacer 100 a?os de categorizaci¨®n err¨®nea e infravaloraci¨®n de la noche a la ma?ana, espero que la gente vea nuestra exposici¨®n como un importante paso adelante¡±, declara.
La muestra llega tarde, pero es m¨¢s que una exposici¨®n; es un primer paso para una instituci¨®n m¨¢s inclusivaChristine Checinska, curadora de Africa Fashion
No es tarea f¨¢cil resumir el ingenio de todo un continente en una exposici¨®n, pero tampoco es su cometido. La muestra, en la que participan 45 dise?adores de m¨¢s de 20 pa¨ªses, bebe del panafricanismo, un ideal que apunta a unificar a las personas de ascendencia africana y, en este caso, celebra lo que les une y reconoce lo que les diferencia. ¡°Queremos mostrar un atisbo del glamur y la pol¨ªtica de una escena de la moda que es tan diversa y variada como el propio continente¡±, explica Checinska.
La primera parte de la colecci¨®n trata sobre c¨®mo los textiles forjan identidades, y se enmarca en el renacimiento cultural que surgi¨® en el continente a finales de 1950 y 1960 con las independencias. Vemos al primer ministro de Ghana, Kwame Nkrumah, vistiendo una tela kente mientras anuncia la independencia de su pa¨ªs del dominio brit¨¢nico en 1957, y a Nelson Mandela ataviado con su camisa ic¨®nica Madiba, que le acercaba a la gente.
Tambi¨¦n se ense?an otras historias del periodo de descolonizaci¨®n, quiz¨¢s menos conocidas, como la de la primera dise?adora moderna de Nigeria, Shade-Thomas-Fahm, que tras estudiar en Londres fue pionera en abrir una boutique en Lagos para mujeres trabajadoras y cosmopolitas. Les hizo m¨¢s f¨¢cil su d¨ªa a d¨ªa, por ejemplo, a?adiendo cremalleras al fular iro, que se ata a la cintura. Sus obras se exponen junto con las de la primera generaci¨®n de dise?adores africanos como Chris Seydou, uno de los primeros en subir el bogolan (una tela de algod¨®n tintada con un barro especial) a una pasarela, del ghan¨¦s Kofi Ansah, o del nigeriano Alphadi, que adem¨¢s fue el impulsor del Festival Internacional de Moda Africana.
La segunda parte presenta una ecl¨¦ctica escena actual. ¡°Los creativos africanos ¨Cdesde dise?adores hasta estilistas o fot¨®grafos de la industria¨C van por delante en lo que respecta a la moda contempor¨¢nea de vanguardia global¡±, cuenta Checinska. Un ejemplo es la marca nigeriana Orange Culture y sus prendas andr¨®ginas. Su fundador, Adebayo Okelawal, da la bienvenida a este espacio para acabar con los ¡°estereotipos impuestos¡± que est¨¢ decidido a derrumbar. ¡°Crec¨ª con una pasi¨®n por confrontar las normas sociales y he usado la moda como plataforma para combatir la hipermasculinidad [¡] Creemos que la ropa debe ser fluida para que cualquiera pueda usarla¡±, cuenta por correo electr¨®nico. El trabajo del estilista y fot¨®grafo Gouled Ahmed desde Etiop¨ªa tambi¨¦n desaf¨ªa la falta de matices, en este caso en las representaciones de los musulmanes negros no binarios. Sus autorretratos mezclan prendas texturizadas del Cuerno de ?frica con materiales cotidianos que juegan con las nociones de identidad.
Otra de las secciones de la muestra, Afrotopia, presenta un look de la colecci¨®n Alchemy, de Thebe Magugu, creada junto a Noentla Khumalo, estilista y curandera, que se centra en la espiritualidad africana y la relaci¨®n que tenemos con nuestros antepasados. A su lado sobresale el modelo de la senegalesa Selly Raby Kane, inspirado en el afrofuturismo. Los creativos del continente, subraya la exposici¨®n, est¨¢n ampliando los l¨ªmites y entablando conversaciones sobre cultura, raza, g¨¦nero y sexualidad. En ¨²ltima instancia, desaf¨ªan las presunciones sobre qui¨¦nes son y qui¨¦nes pueden ser. ¡°La moda africana ha sido ignorada durante demasiado tiempo o simplemente encasillada y estereotipada, pero est¨¢ por encima de cualquier definici¨®n y cada creativo puede elegir su propio camino¡±, indica la dise?adora camerunesa Imani Ayissi.
¡®Moda lenta¡¯ como punto de partida
La muestra no dedica un espacio a la sostenibilidad en s¨ª porque, como recalca Checinska, es el ¡°punto de partida¡± de los creadores, su segunda naturaleza. ¡°?frica no tiene lecciones que aprender sobre slow fashion (moda lenta)¡±, afirma la dise?adora maliense Awa Meite, quien aboga por una industria textil robusta, como motor de progreso que adem¨¢s pueda dar ejemplo de producci¨®n sostenible. Pone el ejemplo de su pa¨ªs, que es uno de los principales exportadores de algod¨®n del continente, pero solo procesa el 5% del total. ¡°Este sector genera millones de puestos de trabajo a nivel local, pero las condiciones de vida de los trabajadores del sector siguen siendo precarias. Nuestra lucha es transformar la industria del algod¨®n localmente para crear valor a?adido real¡±.
La reinvenci¨®n de los textiles, la introducci¨®n de nuevos patrones, fibras y tintes sin dejar de lado la herencia cultural tambi¨¦n est¨¢ presente. La marca NKWO explora formas de usar materiales de desecho en sus piezas a trav¨¦s de la t¨¦cnica moderna de tejido de tiras llamada dakala. Esta tela reciclada tejida a mano se pela y luego se vuelve a coser, lo que le da la apariencia de los tejidos tradicionales.
A veces basta con la belleza natural de un mineral como la sal para lograr joyas preciosas, como el collar Sal de la tierra, de la keniana Ami Doshi. Otras basta con dar un giro a una pieza, abriendo un di¨¢logo entre culturas. Transformar una babucha en una zapatilla deportiva o un burka en una gabardina, como ha hecho la firma marroqu¨ª Maison ARTC en especial para el museo. Creatividad desmedida. ¡°La vasta imaginaci¨®n de los africanos es una fuente inagotable de inspiraci¨®n¡±, asegura Meite. ¡°Para nosotros, desde siempre, la moda es mucho m¨¢s que moda¡±.
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