Ind¨ªgenas sin tierra ni palabras
La celebraci¨®n del D¨ªa Internacional de los Pueblos Ind¨ªgenas recuerda la batalla de las comunidades ancestrales por defender sus lenguas, mientras enfrentan desaf¨ªos como la p¨¦rdida de territorios
En la lengua maa del pueblo ind¨ªgena mas¨¢i, Siringit significa llanura interminable y hace referencia al h¨¢bitat de la comunidad. La palabra cada vez pierde m¨¢s sentido para el l¨ªder mas¨¢i Yannick Dnyondo, desterrado de Loliondo (regi¨®n al norte de Tanzania) hace casi dos meses. Dnyodo tuvo que huir con su esposa y cinco hijos hacia Nairobi, la capital de Kenia. Desde all¨ª, contar el desplazamiento forzado de los mas¨¢is a manos de Tanzania, lo ha obligado a hablar m¨¢s ingl¨¦s y suajili que maa. ¡°La tierra es el centro de la vida mas¨¢i. Sin tierra, se pierde la lengua, las costumbres. Se pierde la identidad¡±, apunta desde el tel¨¦fono con la voz hecha un hilo.
Aunque cerca de un mill¨®n de personas hablan maa, Dyondo comparte el miedo de Elias Kimaiyo por la desaparici¨®n de su pueblo y la extinci¨®n de su cultura. Kimaiyo es un l¨ªder ind¨ªgena del pueblo sengwer, una comunidad de solo 5.000 habitantes, que habita el bosque de Embobut (ubicado en las monta?as Cherangani, al oeste de Kenia). Fuera de las colinas del bosque, el uso de la lengua local resulta complicado, ya que muchos de los t¨¦rminos sengwer aluden a recursos naturales propios del pueblo. ¡°No puedo nombrar el Tilelyeew m¨¢s all¨¢ de Embobut. Es una planta que produce un n¨¦ctar especial que solo se encuentra aqu¨ª¡±, subraya Kmikayo, quien asegura que en 2017 fue atacado por funcionarios del Servicio Forestal de Kenia, que desalojaron decenas familias sengwer de sus hogares.
¡°Al ser expulsados, los pueblos ind¨ªgenas pierden la tierra en la que su lengua tiene sentido¡±, explica la antrop¨®loga Fiore Longo, investigadora de Survival, una ONG dedicada a la reivindicaci¨®n de los derechos territoriales de los pueblos ind¨ªgenas desde hace m¨¢s de 50 a?os. ¡°Solo pedimos que se respeten nuestros derechos ancestrales sobre la tierra y la forma en la que vivimos¡± reclama Kimaiyo a las autoridades de Kenia.
Para contrarrestar la p¨¦rdida cultural de las 3.000 lenguas ind¨ªgenas que, seg¨²n la Unesco, podr¨ªan desaparecer antes del fin del siglo, la ONU proclam¨® el per¨ªodo comprendido entre 2022 y 2032 como el Decenio Internacional de las Lenguas Ind¨ªgenas del Mundo. Parte del objetivo del plan es ¡°integrar los aspectos de la diversidad ling¨¹¨ªstica en los esfuerzos de desarrollo sostenible¡±.
Los cerca de 400 millones de ind¨ªgenas del mundo solo poseen el 10% de la tierra, pese a que ostentan el 80% de la diversidad del planeta en sus territorios, de acuerdo con Naciones Unidas
Aunque la investigadora Longo reconoce el valor de la iniciativa, considera que debe ir acompa?ada de medidas que ayuden a la poblaci¨®n ind¨ªgena a permanecer en sus lugares de origen. ¡°No niego que estas pol¨ªticas le den peso a la identidad ind¨ªgena, pero eso no puede separarse de la lucha territorial¡±, enfatiza. Un estudio de 2018 de World Resources Institute (WRI) indica que los cerca de 400 millones de ind¨ªgenas del mundo solo poseen el 10% de la tierra, pese a que ostentan el 80% de la diversidad del planeta en sus territorios, de acuerdo con datos de Naciones Unidas.
Luis Enrique L¨®pez, socioling¨¹ista con m¨¢s de 40 a?os de estudio en las lenguas ind¨ªgenas, destaca el peligro que supone su exterminio en relaci¨®n con el cuidado del planeta. ¡°Si se contin¨²an silenciando las lenguas ind¨ªgenas, desaparecer¨¢n tambi¨¦n un conjunto de conocimientos que tienen que ver con el manejo sostenible del medio ambiente¡±, zanja el experto peruano. Tanto Dnyondo como Kimaiyo ven amenazada la integridad de sus hogares por acciones gubernamentales que apelan a implementar proyectos de preservaci¨®n ambiental. ¡°La cultura mas¨¢i cuida la tierra. La conservaci¨®n sin nuestra participaci¨®n no tiene sentido¡±, explica Dnyodo con la voz apagada.
Hablar con orgullo
La lucha por las lenguas ind¨ªgenas no se reduce solo al problema territorial, sino que, adem¨¢s, seg¨²n L¨®pez, incluye otros factores como la discriminaci¨®n y el dominio de otros idiomas en las regiones. ¡°La erosi¨®n progresiva de las lenguas tambi¨¦n es producto del racismo¡±, sostiene el educador. As¨ª lo vivi¨® Gabriel Muyuy Jakanamijoy a sus ocho a?os en la zona rural de Putumayo (regi¨®n ubicada al sur de Colombia). ¡°Nos prohib¨ªan hablar nuestro idioma en la escuela¡±, cuenta el l¨ªder de la comunidad inga, que recuerda el duro proceso de enterrar el quechua en casa mientras intentaba adaptarse al espa?ol en la escuela. ¡°En ese momento hubiese dejado de ser ind¨ªgena, si hubiese podido¡±, confiesa.
Pese la evidente dominaci¨®n sobre las comunidades ind¨ªgenas, que impuso una carga para la infancia de Muyuy, la percepci¨®n actual de su lengua se ha trasformado radicalmente. L¨®pez destaca la emergente revitalizaci¨®n del quechua como un buen ejemplo del cuidado de las lenguas nativas en Am¨¦rica Latina. Entre 2007 y 2017, el n¨²mero de hablantes aument¨® en 500.000, se?ala. Este fen¨®meno obedece en gran parte al inter¨¦s de los j¨®venes por aprender quechua por medio del arte. ¡°Recurren a la lengua a trav¨¦s de la m¨²sica, la poes¨ªa, el cine...¡±, explica L¨®pez, quien tambi¨¦n dirige el Programa de Educaci¨®n Intercultural Biling¨¹e para los pa¨ªses Andinos.
Para Muyuy, secretario t¨¦cnico del Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Ind¨ªgenas de Am¨¦rica Latina y el Caribe (FILAC), el auge del uso de su lengua ahora lo llena de orgullo. ¡°Mis hijos aprendieron a trav¨¦s de la m¨²sica y cantan en quechua¡±, dice, orgulloso. Aunque crecieron en Bogot¨¢ y no en los campos de Putumayo como ¨¦l, sus hijos le han ayudado a enaltecer sus ra¨ªces. ¡°Me siento orgulloso de lo que soy. Ser inga es mi fortaleza¡±, zanja el fil¨®sofo, que desde hace m¨¢s de 30 a?os, se dedica a trabajar en favor de los pueblos ind¨ªgenas latinoamericanos.
La apropiaci¨®n del habla quechua ha tenido ¨¦xito tambi¨¦n en los medios masivos de comunicaci¨®n. Este a?o, la televisi¨®n estatal de Per¨² lanz¨® Pukllaspa Yachay (aprende jugando), un concurso que ha triunfado en el pa¨ªs y se ha convertido en otro s¨ªntoma del apego a la lengua, que ya cuenta con m¨¢s de 12 millones de hablantes en siete pa¨ªses.
El caso del quechua no es el m¨¢s com¨²n entre las lenguas ind¨ªgenas. Seg¨²n la Unesco, De los 7.000 idiomas que actualmente se hablan en el mundo, 6.700 pertenecen a los pueblos nativos, y justamente son los m¨¢s amenazados en desaparecer.
As¨ª las cosas, sin importar el n¨²mero de hablantes y el origen de sus pueblos, todos los l¨ªderes ind¨ªgenas insisten en la resistencia de su comunidad, y el combate por su identidad. Mejor a¨²n si se puede hacer desde la tierra propia. As¨ª lo reconoce Gabriel Muyuy, quien a pesar de estar rodeado de hablantes de quechua en Bolivia, nota la falta de hablar la lengua con los suyos en su natal valle Sibundoy: ¡°Despu¨¦s de tanto tiempo fuera de mi comunidad, siento que muchas cosas de mi idioma se han debilitado. Por supuesto que entiendo y converso, pero ya no es lo mismo¡±.
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