¡°Algunos pa¨ªses de bajos ingresos a¨²n no son conscientes de que la tuberculosis es una gran asesina¡±
Lucica Ditiu, directora ejecutiva de la organizaci¨®n Stop TB, advierte de que el presupuesto para la lucha contra esta enfermedad infecciosa es insuficiente
Lucica Ditiu lidera la alianza Stop TB Partnership desde enero de 2011. Como directora ejecutiva de esta organizaci¨®n, una de las m¨¢s relevantes en la lucha contra la tuberculosis en el mundo, participa esta semana en los sendos eventos paralelos a la 77? Asamblea General de la ONU en Nueva York relacionados con la enfermedad. ¡°Es muy importante que tengamos estas conversaciones para atraer atenci¨®n¡±, comenta tras salir de uno de los encuentros y antes de marcharse a otros.
Esa atenci¨®n que reclama Ditiu es fundamental, dice, para que la comunidad internacional se implique en erradicar la tuberculosis. Pese a ser tratable, todav¨ªa mata a 1,5 millones de personas cada a?o, lo que la convierte en la segunda enfermedad infecciosa m¨¢s mort¨ªfera despu¨¦s de la covid-19. Sin embargo, los esfuerzos en investigaci¨®n e inversi¨®n para acabar con una y otra son muy desiguales. Un ejemplo: los 18.000 millones de d¨®lares que el Fondo Mundial para la malaria, tuberculosis y el VIH solicitaba a la comunidad internacional este mi¨¦rcoles para los pr¨®ximos tres a?os es equivalente a lo que destin¨® Estados Unidos exclusivamente al desarrollo de la vacuna contra el SARS-Cov-2, ilustra Ditiu.
La tuberculosis es la segunda enfermedad infecciosa m¨¢s mort¨ªfera despu¨¦s de la covid-19. Sin embargo, los esfuerzos en investigaci¨®n e inversi¨®n para acabar con una y otra son muy desiguales
Los temores de Ditiu se cumplieron. A pesar de los esfuerzos de los donantes que incrementaron sus aportaciones al Fondo Mundial, la mayor entidad global contra las tres enfermedades infecciosas que m¨¢s matan, no se alcanz¨® (al menos, de momento) la cantidad deseada. La cifra recaudada se qued¨® en 14.250 millones de d¨®lares. Pero incluso si se hubieran conseguido los 18.000, no habr¨ªa sido suficiente para acabar con la tuberculosis, seg¨²n la directora de Stop TB.
Pregunta. ?Qu¨¦ conclusiones extrae de las conversaciones sobre tuberculosis a las que est¨¢ asistiendo?
Respuesta. Es una enfermedad que afecta a la gente pobre en los pa¨ªses pobres. Y por eso no ha recibido la atenci¨®n adecuada. Es muy bueno que tengamos estas discusiones. Lo importante es lo que hacemos despu¨¦s, cuando regresamos a casa. Aqu¨ª escuchamos compromisos incre¨ªbles pero, desgraciadamente, muchos no se cumplen.
P. El Fondo Mundial ha recaudado 14.250 millones, una cantidad hist¨®rica. ?Qu¨¦ significa para la lucha contra la tuberculosis?
R. Es una cantidad enorme. Desde la perspectiva de la tuberculosis, supondr¨¢ un aumento de los 700 millones que actualmente destina, pero necesitamos 5.000 millones al a?o del Fondo Mundial. As¨ª que es un gran paso, pero no es suficiente. Lo que se necesita, desde mi punto de vista, es que los pa¨ªses se den cuenta de la carga que supone la tuberculosis para su propia gente y que, los que puedan, aumenten tres o cuatro veces sus recursos nacionales. Si ¨²nicamente dependemos del dinero del Fondo Mundial, no iremos a ninguna parte. No solo en lo que respecta a la tuberculosis, sino tambi¨¦n al VIH y la malaria.
P. Pero esos pa¨ªses son, en su mayor¨ªa, pobres. ?Se lo pueden permitir?
R. Pueden aumentar sus presupuestos nacionales, pero no tanto. As¨ª que para ellos ser¨¢ necesario obtener recursos de un donante bilateral, adem¨¢s del Fondo Mundial y su presupuesto nacional. Todo empieza con la concienciaci¨®n. Primero de la poblaci¨®n: que sepa qu¨¦ es lo que les est¨¢ matando. Y luego, de los l¨ªderes claves. Todav¨ªa encontramos pa¨ªses de bajos ingresos o medios-bajos que no son conscientes de que la tuberculosis es una gran asesina.
Los pa¨ªses que puedan deben aumentar tres o cuatro veces sus recursos nacionales. Si ¨²nicamente dependemos del dinero del Fondo Mundial, no iremos a ninguna parte
P. ?Cu¨¢l es la propuesta de Stop TB en este sentido?
R. Lo que necesitamos, adem¨¢s de dinero, es que los pa¨ªses creen sus planes nacionales que respondan a una pregunta b¨¢sica: ?qu¨¦ tengo que hacer para acabar con la tuberculosis? ?C¨®mo puedo llegar a todas las personas que viven en mi pa¨ªs con el diagn¨®stico y el tratamiento? Y con la respuesta, hacer n¨²meros y presupuestar. Con un plan integral as¨ª (que ser¨¢ muy caro), vas y dices al Fondo Mundial: yo pongo estos recursos dom¨¦sticos, esta es mi brecha, ?puede ayudarme? Esperamos que cada pa¨ªs planifique de esta manera para su propia gente, para asegurar el acceso.
P. Adem¨¢s de fondos y concienciaci¨®n, ?qu¨¦ papel tiene la ciencia para acabar con la enfermedad?
R. Se tienen que desarrollar nuevas herramientas. Tenemos un buen diagn¨®stico, pero no se puede hacer en casa o por organizaciones como la nuestra r¨¢pidamente. Disponemos de medicamentos y reg¨ªmenes de tratamiento dir¨ªa que bastante buenos, pero todav¨ªa con muchos efectos secundarios. Y no tenemos una vacuna. La raz¨®n es que la investigaci¨®n de la tuberculosis no es atractiva. Es una enfermedad que no le importa a nadie.
P. ?Hay esperanza de una vacuna o un nuevo tratamiento?
R. En cuanto a los tratamientos, tenemos muchas esperanzas y han surgido nuevos. Y nuestros socios, incluyendo la Alianza contra la TB, trabajan en una vacuna. Con la covid vimos que es posible conseguir la nueva inmunizaci¨®n en 10 meses. Y es posible utilizar toda la metodolog¨ªa aplicada para su desarrollo para obtener una inmunizaci¨®n para la tuberculosis. Pa¨ªses con una elevada carga de la enfermedad como Indonesia, India, Brasil o China tienen la capacidad de desarrollar vacunas. No deben esperar siempre al gran norte para desarrollarlas. La India tiene el Serum Institute, que es el mayor fabricante de vacunas del mundo. Ya tienen una, que no es la bala de oro, pero es realmente buena y est¨¢n tratando de ver si empiezan a administrarla muy pronto, probablemente el pr¨®ximo a?o. Esa es la esperanza, que los pa¨ªses de alta carga puedan adquirirla.
P. Los datos actuales, sin embargo, no dejan mucho espacio a la esperanza. La lucha contra la tuberculosis ha retrocedido.
R. Nos enfrentamos a cifras que no ve¨ªamos desde 2012. La respuesta contra la covid-19 se construy¨® sobre las plataformas que trabajaban la tuberculosis, ya que tambi¨¦n se transmite por el aire. Los m¨¦dicos y las enfermeras de los hospitales, las medidas de control de infecciones, los laboratorios, e incluso el rastreo de contactos en las comunidades que hab¨ªamos preparado para la tuberculosis, se redirigieron a la nueva enfermedad. As¨ª que, por primera vez en 10 a?os, vemos un aumento de la mortalidad por tuberculosis y un incremento del n¨²mero de personas no diagnosticadas, lo que significa que hay mucha m¨¢s transmisi¨®n que antes.
La gente no se da cuenta de que no puede estar a salvo de una enfermedad transmisible, donde quiera que est¨¦
P. En abril lanzaron una alerta del posible aumento de casos por la guerra en Ucrania. ?Tiene datos de c¨®mo ha afectado?
R. Hay miedo a un aumento. Pero tenemos cifras que muestran que Ucrania lo ha hecho mejor de lo que esper¨¢bamos. Es un ejemplo para todo el mundo, pues no han dejado de hacer pruebas de detecci¨®n, probablemente hayan diagnosticado y tratado a m¨¢s personas con tuberculosis en 2022 que en 2021. Nuestro temor est¨¢ m¨¢s en la gente que se fue a otros pa¨ªses. Ruman¨ªa y Moldavia son buenas en la detecci¨®n de casos porque ya tienen mucha tuberculosis. Sin embargo, los pa¨ªses de la ruta occidental, que va de Polonia al oeste, que no tienen tanta tuberculosis, no est¨¢n acostumbrados a manejarla. Hasta ahora no hemos visto un aumento en el n¨²mero de tuberculosis resistente a los medicamentos en ninguno de estos pa¨ªses, porque los pocos casos procedentes de Ucrania que han aparecido han sido diagnosticados inmediatamente o ya estaban en tratamiento. Pero hay un largo camino por recorrer, porque la tuberculosis tarda en contagiarse.
P. La ONU ha advertido de que la cooperaci¨®n internacional est¨¢ en riesgo porque los pa¨ªses pr¨®speros se est¨¢n centrando en s¨ª mismos para contrarrestar los efectos de la guerra de Ucrania y la covid-19. ?C¨®mo afecta a la tuberculosis?
R. Se est¨¢n centrando en ellos, s¨ª. Por eso, este era un momento dif¨ªcil para una reposici¨®n para el Fondo Mundial. La comunidad internacional, el mundo en general, se est¨¢ volviendo muy ego¨ªsta. De lo que la gente no se da cuenta es que no puede estar a salvo de una enfermedad transmisible, donde quiera que est¨¦. La tuberculosis se transmite por el aire, viene de todas partes. As¨ª que, a menos que los l¨ªderes tengan una mente abierta, seguir¨¢n pensando que pueden proteger a sus ciudadanos invirtiendo solo en pa¨ªs. Pero el mundo es abierto y est¨¢ en movimiento. No es una buena idea.
Mientras hablamos, en un solo d¨ªa, 4.000 personas mueren de tuberculosis, una enfermedad que es curable, para la que tenemos tratamiento. Es un crimen
P. Lleva m¨¢s de una d¨¦cada al frente de Stop TB y, no solo no se avanza lo suficiente, sino que ahora hay un retroceso en la lucha contra la enfermedad. ?Ha pensado alguna vez en rendirse?
R. No, nunca me rindo. Nunca me rindo en general en mi vida. Si me empujan por la puerta, entro por la ventana. Si me echas a la calle, vuelvo por otro camino.
P. Pero ?se desanima?
R. S¨ª, es agotador. A menudo tengo puros momentos de desesperaci¨®n, pero cuando estoy sola; no dejo que otros me vean. Soy la jefa de Stop TB y hay muchos millones de personas que dependen de nosotros. Mientras hablamos, en un solo d¨ªa, 4.000 personas mueren de tuberculosis, una enfermedad que es curable, para la que tenemos tratamiento. Es un crimen, 700 de ellos son ni?os. As¨ª que, si piensas en esto cada d¨ªa antes de irte a la cama, a la ma?ana siguiente te levantas llena de energ¨ªa y diciendo: ¡°No me voy a rendir¡±.
P. ?Ni siquiera cuando The New York Times public¨® un reportaje en el que se le acusaba de acosar a su equipo?
R. No voy a hacer comentarios sobre eso. Pero la respuesta es que nunca me rindo, ni siquiera entonces.
Puedes seguir a PLANETA FUTURO en Twitter, Facebook e Instagram, y suscribirte aqu¨ª a nuestra ¡®newsletter¡¯.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.