El ¨¦pico viaje de los manuscritos de Al Andalus llega a Mauritania a trav¨¦s del teatro
El dramaturgo asturiano Marco Magoa lleva hasta Tichit la obra ¡®El mismo dolor¡¯, que bucea en el v¨ªnculo entre Espa?a y el norte de ?frica y en la cultura amenazada
Espa?a y el norte de ?frica se abrazaron durante siglos. Los vestigios de esta historia de amor est¨¢n por todas partes. Escondidos en la lengua y en el baile, en las tradiciones, en el arte y la poes¨ªa, en la forma de ser o de comer o de vestir, en las miradas, en los genes y en miles de antiguos legajos esparcidos por el desierto. Este es el apasionante viaje que propone el dramaturgo asturiano Marco Magoa con su obra El mismo dolor, que se represent¨® en Mauritania en enero y febrero, y que comienza en C¨®rdoba en el a?o 979 con la quema de la biblioteca por Almanzor y termina en Tombuct¨², de donde fueron sacados los manuscritos en 2012 para salvarlos de los radicales. Mil a?os despu¨¦s, la belleza, el saber y la cultura segu¨ªan perseguidos. Y a¨²n hoy.
La obra ya se estren¨® en Marruecos el a?o pasado, pero llevarla a Tichit, una localidad en medio del desierto mauritano que estaba en la ruta de las caravanas hacia la Curva del N¨ªger, adquiri¨® un sentido especial. ¡°M¨¢s que nada, Mauritania ha sido un descubrimiento para m¨ª¡±, asegura Magoa, autor y director del espect¨¢culo. ¡°Sab¨ªa de su amor por la poes¨ªa, pero es m¨¢s de lo que imaginaba. Luego la log¨ªstica de llevar toda la escenograf¨ªa y vestuario a trav¨¦s del desierto fue compleja, pero al fin y al cabo eso es lo que hac¨ªan hace cientos de a?os cargados de libros. Hoy es m¨¢s f¨¢cil que entonces¡±, a?ade. La representaci¨®n en esta hist¨®rica localidad coincidi¨® con el Festival de Ciudades Antiguas que se celebra anualmente y fue posible gracias al apoyo de la Agencia Espa?ola de Cooperaci¨®n Internacional al Desarrollo (Aecid) del Gobierno espa?ol y la Embajada de Espa?a en Mauritania.
Magoa comenz¨® a escribir la obra justo despu¨¦s de lo m¨¢s duro del confinamiento por la covid-19 y coincidi¨® tambi¨¦n con la muerte de su madre. Ambos acontecimientos dejaron huella en el proceso creativo. ¡°Ese fue un desierto duro de atravesar, entonces entend¨ª que desde hace milenios son las cosas que nos unen a todas las culturas, a todos los seres humanos: la p¨¦rdida de una madre, nuestra fragilidad frente a una pandemia, la persecuci¨®n a la cultura (los monstruos est¨¢n aqu¨ª, han vuelto), la precariedad del arte, el miedo a la soledad, la necesidad del otro, de la belleza¡±.
La obra cuenta la historia de dos j¨®venes, Rafiq, un ¨¢rabe andalus¨ª en busca de su amada, y Cardelle, un guerrero moz¨¢rabe en busca de su halc¨®n al que en Mauritania interpret¨® el propio autor. Tras la quema de la biblioteca de C¨®rdoba por Almanzor, ambos deciden huir a ?frica llevando consigo algunos libros que han podido salvar, pero su viaje acabar¨¢ durando mil a?os y se llenar¨¢ de las voces de poetas como Al-Mutanabbi, Ibn Zaydun, Walada Bent al-Mustakfi, Carmen Jodra, Al Marri o Al-Mutamid. Hasta llegar a Tombuct¨², su destino final, se ir¨¢n encontrando con otros personajes, como tres tuaregs y un ni?o soldado llamado Rasul que, citando a Al Quti, les recuerda que ¡°en los desiertos no crecen las flores, pero se cantan versos¡±.
La obra es un canto a la poes¨ªa andalus¨ª y contempor¨¢nea, tambi¨¦n al teatro y aquellos que atraviesan los desiertos de la vida, sacrificando todo para crear, para proteger lo belloMarco Magoa, autor de 'El mismo dolor'
¡°La obra es un canto a la poes¨ªa andalus¨ª y contempor¨¢nea, tambi¨¦n al teatro y aquellos que atraviesan los desiertos de la vida, sacrificando todo para crear, para proteger lo bello; el arte, la ciencia y el amor¡±, explica el autor, quien ha querido rendir un especial homenaje a quienes a lo largo de la historia y ahora mismo tratan de cuidar los manuscritos. ¡°Esas personas que fueron expulsadas hace siglos de la pen¨ªnsula cruzaron el mediterr¨¢neo, el Magreb, el Sahel, sembrando de bibliotecas Marruecos, Mauritania, Mali. Qu¨¦ curioso que mil a?os despu¨¦s sigamos quemando bibliotecas, bombardeando teatros. Los yihadistas intentaron quemar bibliotecas en Tombuct¨², como el fondo Kati, lleno de manuscritos andalus¨ªes que con tanto esfuerzo cuidaba el maliense Ismael Diadi¨¦, ahora exiliado en Espa?a¡±, a?ade.
Despu¨¦s de Tichit, la obra se estren¨® en la Casa de la Juventud de Nuakchot. Adem¨¢s del ¨¢rabe y castellano de la primera versi¨®n, el autor incluy¨® otras lenguas tambi¨¦n habladas en Mauritania, como el pulaar, el wolof o el sonink¨¦, para las representaciones en este pa¨ªs. Los cuatro actores que representan a Rafiq en diferentes momentos, dos mujeres y dos hombres, eran mauritanos, as¨ª como el ni?o que hac¨ªa de Rasul, que en Tichit fue Bechir, de 12 a?os, miembro de la familia propietaria de la casa donde se hospedaron durante su estancia en esta ciudad. ¡°Son generosos y con un talento ¨²nico. El ni?o nos rob¨® el coraz¨®n¡±, recuerda Magoa. La obra es fruto de varios talleres de artes esc¨¦nicas y escritura creativa impartidos por el propio Marco Magoa en Sud¨¢n y Marruecos, dirigidos en lengua ¨¢rabe a j¨®venes actores, artistas, escritores y t¨¦cnicos.
Cientos de familias mauritanas conservan desde hace siglos y con muchas dificultades un aut¨¦ntico tesoro cultural compuesto por decenas de miles de manuscritos antiguos, en su mayor parte en bibliotecas privadas situadas en antiguas ciudades como Tichit, Chingueti o Ouadane. Si bien son menos conocidos que los libros de Tombuct¨², que en su mayor parte se digitalizan hoy en Bamako tras haber sido sacados de la ciudad por la ocupaci¨®n yihadista de 2012, los manuscritos mauritanos son una maravillosa del saber y el arte de los eruditos y copistas musulmanes desde el siglo XI hasta la actualidad. Algunos de ellos proced¨ªan de Al Andalus.
¡°El proyecto habla tambi¨¦n de esa censura que ha sufrido la cultura, pero quer¨ªa que fuera hermosa y colorida. La amistad entre los dos personajes principales representa la necesidad que tenemos de entendernos entre las culturas¡±, explica Magoa, quien reconoce que durante su estancia en Mauritania ha sentido el v¨ªnculo que existe con esa parte de la historia de Espa?a. ¡°Los manuscritos y las bibliotecas conectaban ambos territorios y hoy se percibe como una especie de nostalgia de aquella relaci¨®n. En Espa?a somos privilegiados de contar con ese lazo, aunque mucha gente ni siquiera lo perciba o lo valore¡±.
¡°Ha sido un honor haber ayudado a traer esta obra a Mauritania¡±, asegura Miriam ?lvarez de la Rosa Rodr¨ªguez, embajadora de Espa?a en este pa¨ªs. ¡°En cuanto la conocimos, vimos que se trataba de una funci¨®n que encajaba perfectamente, no solo en nuestra programaci¨®n cultural, sino en la propia programaci¨®n del Ministerio de Cultura mauritano y en el Festival de Ciudades de Patrimonio. El hecho de que Tichit, Oualata, Chinguetti y Ouadane formen parte del Patrimonio Mundial de la Unesco es precisamente una llamada de atenci¨®n en torno a su importancia. Se trata, adem¨¢s, de un v¨ªnculo de uni¨®n entre Mauritania y Espa?a no siempre bien conocido en nuestro pa¨ªs. Como Marco se?ala en su obra, de aqu¨ª partieron en el siglo XI los almor¨¢vides que luego llegaron a Al-Andalus, y por aqu¨ª pasaban desde entonces las grandes autopistas de la informaci¨®n que atravesaban ?frica rumbo a Europa y por las que nos llegaban no solo telas, sal y especias, sino tambi¨¦n algunos de los pilares de la que es hoy nuestra cultura. El mauritano es un pueblo orgulloso de su historia y tiene muy presente este v¨ªnculo con Espa?a y desde la Embajada queremos, en la medida en que modestamente podemos, contribuir a recordar ese v¨ªnculo y, de este modo, agradecer a nuestros amigos mauritanos su cari?o y amistad¡±.
Marco Magoa es un director, actor, dramaturgo y productor teatral apasionado de la cultura y la lengua ¨¢rabe, lo que le ha llevado a pasar temporadas en Marruecos o Siria, y vivir en Egipto. Sus obras han llevado a los escenarios de Europa, Estados Unidos, ?frica y Oriente Medio temas espinosos como la guerra, los refugiados y el hecho migratorio. El pr¨®ximo mes de marzo visitar¨¢ la Universidad de Siena, en Italia, donde se est¨¢n traduciendo sus obras. En 2007 cre¨® su propia compa?¨ªa, teatro4m, con la que ha representado una veintena de espect¨¢culos por el mundo.
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