La FAO prepara la llegada de El Ni?o: c¨®mo actuar contra el hambre antes de que se desaten las crisis humanitarias

Si la previsi¨®n diaria del tiempo anuncia lluvias, cualquiera puede coger su paraguas para abrirlo en cuanto caigan las primeras gotas. Es la l¨®gica de la previsi¨®n para evitar acabar empapado cuando caiga el chaparr¨®n. Esa misma l¨®gica es la que el Instituto Internacional de Investigaci¨®n sobre Pol¨ªticas Alimentarias (IFPRI, por sus siglas en ingl¨¦s) pide aplicar en las crisis humanitarias que ponen en riesgo el pan de cada d¨ªa de la poblaci¨®n mundial. Lo hace en su informe anual, publicado recientemente. Con este enfoque, la Agencia de Naciones Unidas para la Alimentaci¨®n (FAO) ha anunciado este abril que ya est¨¢ preparando una respuesta anticipada a la emergencia alimentaria que sus expertos prev¨¦n que causar¨¢ la llegada de El Ni?o, prevista para junio. El fen¨®meno clim¨¢tico relacionado con el calentamiento del Pac¨ªfico oriental ecuatorial podr¨ªa significar problemas para partes de ?frica, Am¨¦rica Central y el Extremo Oriente asi¨¢tico, adelanta el organismo.

La FAO ya sabe que la anterior aparici¨®n de El Ni?o, en 2015 y 2016, afect¨® a m¨¢s de 60 millones de personas en cerca de 23 pa¨ªses. Y las previsionen anuncian que este a?o va a volver. ¡°Las alertas tempranas significan que tenemos que tomar medidas anticipadas, y apoyaremos a nuestros miembros en estos esfuerzos, en la medida en que lo permitan los recursos¡±, asegura Rein Paulsen, responsable de la Oficina de Emergencias y Resiliencia de la FAO, en un comunicado. Concretamente, la FAO impulsa la creaci¨®n de almacenes comunitarios de semillas, la evaluaci¨®n de las reservas estrat¨¦gicas de alimentos y el refuerzo de las campa?as de vigilancia zoosanitaria.

El Ni?o de 2015 y 2016, afect¨® a m¨¢s de 60 millones de personas en cerca de 23 pa¨ªses. Este 2023, est¨¢ previsto que este fen¨®meno meteorol¨®gico c¨ªclico vuelva

A los expertos del organismo les preocupa especialmente ?frica austral, Am¨¦rica Central y el Caribe y partes de Asia, ya que varios pa¨ªses de estas regiones ya registran niveles altos de inseguridad alimentaria aguda. Adem¨¢s, algunas campa?as agr¨ªcolas est¨¢n en riesgo, debido a la sequ¨ªa o a las inundaciones y tormentas que provoca El Ni?o. En un contexto global en el que el n¨²mero de hambrientos ha alcanzado cifras r¨¦cord ¡ª828 millones de personas en 2021, 46 millones m¨¢s que en 2020, seg¨²n los ¨²ltimos datos de la FAO¨D, y en el que 205 millones en 19 territorios necesitar¨¢n ayuda urgente para comer en 2023, adelantarse a la probabilidad de cat¨¢strofe es salvar vidas. El incremento de subalimentados se debe, seg¨²n los autores de IFPRI, ¡°a los conflictos, la pandemia, los desastres naturales relacionados con el clima y la desaceleraci¨®n de la econom¨ªa en muchos pa¨ªses¡±. Pero se puede revertir esta tendencia, agregan, si la comunidad internacional anticipa su respuesta a las crisis gracias a datos y estimaciones ya disponibles. As¨ª se podr¨ªan prevenir los peores efectos y actuar m¨¢s r¨¢pido cuando se producen.

Es lo que est¨¢ haciendo la FAO en el caso de El Ni?o: ha desarrollado protocolos de acci¨®n anticipada para la sequ¨ªa en Burkina Faso, Chad, N¨ªger, el sur de Madagascar, Malaui, Zimbabue, Filipinas, Pakist¨¢n y en Am¨¦rica Central, y dice estar preparada para ¡°actuar con prontitud, en coordinaci¨®n con gobiernos y socios, si las previsiones se materializan¡±. Para las zonas que sufrir¨¢n sequ¨ªa, especifica la necesidad de distribuir ya herramientas agr¨ªcolas y semillas de variedades de cultivos tolerantes a la falta de agua antes de las temporadas de siembra; tambi¨¦n repartir piensos y vacunas para el ganado, rehabilitar tomas de riego, canales y otros puntos de agua, a la par que se forma a las comunidades sobre t¨¦cnicas de recogida de agua.

Para las ¨¢reas que padecer¨¢n inundaciones, el organismo recomienda y apoya iniciativas para establecer lugares de almacenamiento de alimentos y provisi¨®n, por ejemplo, bolsas herm¨¦ticas para reducir las p¨¦rdidas posteriores a la cosecha. Tambi¨¦n hace un seguimiento de los ciclones, para activar la ayuda humanitaria ¨Dcomo transferencias de efectivo a los afectados y grupos vulnerables¨D antes de que toquen tierra y causen destrozos. O establecer previamente rutas de evacuaci¨®n para el ganado, medios de vida para parte de la poblaci¨®n. E, importante, recolectar las cosechas con antelaci¨®n cuando se prevean inundaciones.

Las crisis, la nueva normalidad

¡°Las crisis, los choques y la volatilidad han dejado de ser excepciones y pueden convertirse en la nueva normalidad¡±, afirm¨® Johan Swinnen, director general del IFPRI, en la presentaci¨®n del informe Repensar las respuestas a las crisis alimentarias. ¡°De ah¨ª que debamos predecir y prepararnos mejor, implantar una gobernanza y unas instituciones eficaces y responsables, e invertir para aumentar la resiliencia frente a futuras crisis. Aunque hace a?os que se debate un enfoque del nexo entre ayuda humanitaria, desarrollo y paz, este informe proporciona una s¨®lida base pol¨ªtica para seguir avanzando¡±, opina.

¡°Las adversidades son normales, pero no es justo que estos impactos causen un sufrimiento masivo y de largo plazo. Necesitamos m¨¢s conocimientos sobre los factores que hacen vulnerables a las personas, como un term¨®metro de la comunidad igual que lo usamos para detectar enfermedades en el cuerpo humano¡±, se?al¨® Ousmane Badiane, presidente ejecutivo y director general en funciones de Akademiya2063. Esta entidad sin ¨¢nimo de lucro, con sede en Kigali, provee de evidencia a los gobiernos africanos para la elaboraci¨®n de pol¨ªticas p¨²blicas encaminadas a cumplir los objetivos de la Agenda 2063 de la Uni¨®n Africana.

El informe de IFPRI subraya que, como resultado de la sucesi¨®n y superposici¨®n de las distintas emergencias, la poblaci¨®n de los pa¨ªses m¨¢s pobres no tienen recursos suficientes para amortiguar el golpe y garantizarse, al menos, una alimentaci¨®n suficiente. El 30% de quienes viven en estos contextos de crisis prolongadas sufren pobreza extrema (con menos de 1,9 d¨®lares al d¨ªa). Tampoco sus gobernantes cuentan con presupuesto suficiente para activar medidas y subsidios que saquen de esta vulnerabilidad a sus ciudadanos. Como ejemplo, en un pa¨ªs como Egipto (que no es de los menos adelantados del planeta) el 48% de los hogares declara que come menos alimentos para reducir gastos, y el 75% asegura que consume menos pollo y huevos, fuentes esenciales de prote¨ªnas. Adem¨¢s de empeorar su dieta, o incluso carecer de ella, otros recortes que se aplican las familias empobrecidas cuando les vienen peor dadas son en educaci¨®n y salud, anota el organismo.

¡°Las perspectivas para 2023 siguen siendo preocupantes. (...) Estos ¨ªndices podr¨ªan alcanzar niveles cr¨ªticos si la producci¨®n mundial de alimentos b¨¢sicos disminuyera debido a la gran reducci¨®n de las cosechas en Ucrania, a las condiciones de sequ¨ªa previstas en el hemisferio sur, y la ca¨ªda de la producci¨®n de cereales por una menor aplicaci¨®n de fertilizantes debido a los precios relativamente altos¡±, advierten desde IFPRI. El fen¨®meno El Ni?o se ha sumado a esta ecuaci¨®n fatal.

Las recomendaciones del IFPRI pivotan en torno a tres pilares: predecir y prepararse antes de las crisis, creaci¨®n de mecanismos m¨¢s fuertes que hagan que la poblaci¨®n pueda aguantar el impacto cuando una sucede, y poner en el centro de las medidas de anticipaci¨®n y respuesta a las mujeres, los migrantes y otros grupos vulnerables.

Los shocks son normales, pero no es justo que estos impactos causen un sufrimiento masivo y de largo plazo

Ousmane Badiane, Akademiya2063

En cuanto a la primera pata, ya existen mecanismos internacionales que hacen seguimiento de la inseguridad alimentaria en el planeta, as¨ª como de las tendencias de los mercados agroalimentarios. Es lo que hace el Sistema mundial de informaci¨®n y alerta sobre la alimentaci¨®n y la agricultura de la Divisi¨®n de Mercados y Comercio de la FAO. ¡°Esta informaci¨®n es muy ¨²til, pero se tiene que mejorar para precisar m¨¢s las respuestas¡±, pide el IFPRI. Friederike Greb, economista del Programa Mundial de Alimentos, subraya que, cuando se habla de anticiparse a los choques, lo fundamental es detectar potenciales riesgos. ¡°Necesitamos un monitoreo en tiempo real de los precios de los alimentos, c¨®mo estos afectan a cada contexto y cu¨¢les son las vulnerabilidades locales que incrementan o mitigan el impacto¡±, explica. Solo as¨ª se pueden aplicar ¡°modelos de predicci¨®n¡± robustos sobre c¨®mo se van a comportar los mercados.

Con esta informaci¨®n, se puede preparar lo que Sikandra Kurdi, investigadora del IFPRI, llama ¡°una respuesta anticipatoria¡±: destinar recursos a potenciales crisis cuando surgen los primeros signos de alerta y antes de que estallen. De este modo, asegura, la atenci¨®n humanitaria cuando se desencadene la tormenta requerir¨¢ menos inversi¨®n y reducir¨¢ el sufrimiento humano. Con la respuesta tradicional, cada a?o se necesitan m¨¢s fondos que el anterior porque no se previenen ni evitan las crisis. De hecho, aumentan. As¨ª, las solicitudes de ayuda humanitaria en 2022 alcanzaron la cifra r¨¦cord de 41.000 millones de d¨®lares (m¨¢s de 37.200 millones de euros) para atender a 183 millones de personas en extrema necesidad, seg¨²n la Oficina de Asuntos Humanitarios de la ONU. Una cantidad que la comunidad internacional no pudo cubrir.

La igualdad de las mujeres en los sistemas agroalimentarios podr¨ªa aumentar el PIB mundial en un bill¨®n de d¨®lares

Informe FAO

En cuanto a la segunda de las recomendaciones, Katrina Kosec, investigadora y una de las autoras del informe de IFPRI, especifica: ¡°De cara al futuro, los gobiernos no solo deben aspirar a predecir, prevenir y mitigar mejor las crisis, sino tambi¨¦n a gobernar para la resiliencia y la equidad¡±. Esto es, para que las comunidades est¨¦n mejor preparadas, sean m¨¢s fuertes, menos pobres, menos vulnerables. El informe aconseja a los gobiernos que mantengan un entorno empresarial que fomente la flexibilidad y la innovaci¨®n t¨¦cnica y financiera, as¨ª como la implementaci¨®n de ¡°sistemas de protecci¨®n social flexibles, sensibles a las crisis y cuidadosamente orientados¡±, como los que se desarrollaron durante la pandemia.

Finalmente, los autores destacan la especial atenci¨®n que deben recibir dos grupos entre los vulnerables: las mujeres y los migrantes. Las primeras sufren las crisis ¡°desproporcionadamente¡±, recuerdan. Las intervenciones en emergencias como las transferencias de efectivo, la creaci¨®n de grupos organizados en la sociedad civil o la formaci¨®n tienen que estar orientadas ¡°expl¨ªcitamente¡± a mejorar la igualdad de g¨¦nero. Esto generar¨ªa, adem¨¢s, un enorme beneficio a la humanidad, seg¨²n otro informe publicado por la FAO. ¡°La igualdad de las mujeres en los sistemas agroalimentarios podr¨ªa aumentar el PIB mundial en un bill¨®n de d¨®lares y acabar con la inseguridad alimentaria de 45 millones de personas¡±, asegura este documento.

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