Morir de hambre y sed en el desierto tras ser expulsados de T¨²nez
Al menos 18 personas han fallecido cerca de la frontera de Libia tras ser deportados del pa¨ªs que acaba de firmar un acuerdo migratorio con la UE, denuncian organizaciones humanitarias. Dos centenares de migrantes permanecen en la zona en condiciones infrahumanas
El pasado 16 de julio, el llamado ¡°Equipo Europa¡±, representado por la presidenta de la Comisi¨®n Europea, Ursula von der Leyen, y los primeros ministros de Pa¨ªses Bajos (Mark Rutte), e Italia (Giorgia Meloni), firmaba un acuerdo de colaboraci¨®n con T¨²nez para la gesti¨®n migratoria. Mientras, centenares de migrantes y refugiados luchaban por sobrevivir sin agua ni comida en una franja de varios kil¨®metros de desierto entre las fronteras libia y tunecina. All¨ª los hab¨ªan deportado las fuerzas de seguridad de T¨²nez a principios de julio, y all¨ª permanecen todav¨ªa unas 200 personas en unas condiciones inhumanas, seg¨²n el F¨®rum Tunecino para los Derechos Econ¨®micos y Sociales (FTDES), la principal fundaci¨®n especializada sobre temas migratorios en T¨²nez.
¡°Seg¨²n fuentes militares libias, all¨ª han muerto ya al menos 18 personas. Es una verdadera tragedia, y una verg¨¹enza para T¨²nez y para la Uni¨®n Europea, que ha permanecido en silencio¡±, declara en una entrevista con este diario Romdhane Ben Amour, investigador del FTDES.
La zona es territorio militar y, por lo tanto, su entrada est¨¢ prohibida a civiles. Los Ej¨¦rcitos de ambos pa¨ªses solo han permitido el acceso de Media Luna Roja para proporcionar ayuda a los migrantes, incluidos mujeres embarazadas y ni?os, que se hallan a la intemperie en una zona con temperaturas extremas que han alcanzado los 50 grados en alguna de las olas de calor del pasado mes. ¡°Hemos estado trabajando m¨¢s de dos semanas proporcionando ayuda de emergencia ¡ªagua, comida, y coberturas para protegerse del sol¡ª a los migrantes varados en la frontera libio-tunecina en unas condiciones meteorol¨®gicas dur¨ªsimas¡±, ha declarado Taufik Shukry, el portavoz de la Media Luna Roja libia, a trav¨¦s de un comunicado. En un reciente mensaje en las redes sociales, esta entidad informaba que hab¨ªa entregado 350 raciones de alimentos, 6.000 litros de agua, y 350 cajas con kits de higiene personal.
Esta ayuda llega demasiado tarde para una veintena de personas que han perecido v¨ªctimas de la inanici¨®n y los estragos de las temperaturas extremas. Este es el caso de Fati y su hija Marie, cuyos cad¨¢veres fueron encontrados abrazados bajo el sol hace un par de semanas, una imagen que dio la vuelta al mundo. La ONG Refugees in Libya fue capaz de identificarlas y localizar a Pato, marido y padre de las v¨ªctimas, que cont¨® su historia. La pareja, ella de nacionalidad marfile?a y ¨¦l camerun¨¦s, se conoci¨® en un centro de detenci¨®n en Libia en 2016, y al a?o siguiente naci¨® su peque?a. Deportados en el desierto, se separaron en busca de comida y se perdieron. ?l logr¨® cruzar la frontera, donde supo de la tr¨¢gica muerte de sus seres queridos.
Los Ej¨¦rcitos de ambos pa¨ªses solo han permitido el acceso de Media Luna Roja para proporcionar ayuda a los migrantes, incluidos mujeres embarazadas y ni?os, a la intemperie en una zona con temperaturas extremas que han alcanzado los 50 grados
¡°Las fuerzas de seguridad arrestaron a todos los extranjeros negros y los metieron en autobuses hacia Sfax. Dio igual que muchos estuvieran aqu¨ª de forma legal, que fueran estudiantes, refugiados reconocidos por Acnur o demandantes de asilo¡±, explica en una entrevista un l¨ªder de la comunidad subsahariana en T¨²nez que prefiere guardar su anonimato por seguridad. Adem¨¢s, muchos sufrieron malos tratos y humillaciones que incluyeron palizas, insultos, agresiones sexuales, y la quema de sus pasaportes y documentos de identidad. Asimismo, se les confiscaron sus tel¨¦fonos m¨®viles para que no pudieran relatar lo que suced¨ªa.
Se calcula que durante la primera semana, unas 1.200 personas fueron deportadas a la frontera entre T¨²nez y Libia, y unas 500 a la frontera con Argelia, igualmente des¨¦rtica. Tras el esc¨¢ndalo que supuso a nivel internacional, T¨²nez rescat¨® a algunos de ellos pasada una semana. ¡°La Cruz Roja de T¨²nez llev¨® a albergues p¨²blicos m¨¢s o menos la mitad de los que hab¨ªa en la frontera libia, y a todos los que estaban en Argelia. Ahora est¨¢n en centros p¨²blicos incomunicados, se les proh¨ªbe salir, y cada d¨ªa se les ofrece la opci¨®n de firmar un ¡°retorno voluntario¡± a sus pa¨ªses de origen, explica Ben Amour.
¡°Nous sommes en train de mourir.¡± Des exil¨¦¡¤es subsaharien¡¤nes manquent toujours d¡¯eau et de nourriture. Plusieurs cadavres ont ¨¦t¨¦ retrouv¨¦s ¨¤ la fronti¨¨re tuniso-libyenne, rapporte ce garde-fronti¨¨re libyen. pic.twitter.com/uTPbidyCKv
— AJ+ fran?ais (@ajplusfrancais) July 27, 2023
Con el acceso a la zona sellado y habi¨¦ndoles confiscado sus m¨®viles, es muy dif¨ªcil acceder a los testimonios de las personas deportadas. Una de las pocas excepciones es un angustioso v¨ªdeo emitido por Al Jazeera en el que se ve a diversas personas implorando ayuda. ¡°Estamos a punto de morir. Por favor, por favor, ayuda, ayuda¡±, suplica una mujer joven con l¨¢grimas en los ojos. ¡°No sabemos por qu¨¦ estamos aqu¨ª. Estamos sufriendo, sin comida, sin agua. Se lo pido a la ONU, por favor, vengan para sacarnos de aqu¨ª, para socorrernos. Estamos muriendo, cada minuto¡±, exclama en ingl¨¦s un hombre identificado como George. El martes, Farhan Haq, portavoz del secretario general de la ONU, Ant¨®nio Guterres, denunci¨® las muertes en el desierto y expres¨® ¡°la profunda preocupaci¨®n¡± de la organizaci¨®n.
La tragedia de estos centenares de personas es el ¨²ltimo eslab¨®n de una cadena de hechos que se inici¨® con un discurso racista del presidente tunecino Kais Said el pasado mes de febrero. Adaptando una idea sostenida de la franja m¨¢s radical de la extrema derecha occidental, conocida como la teor¨ªa del gran reemplazo, Said dijo que exist¨ªa un ¡°plan criminal¡± para cambiar la ¡°composici¨®n demogr¨¢fica de T¨²nez¡± y reemplazar su poblaci¨®n ¨¢rabe y musulmana con ¡°hordas¡± de migrantes subsaharianos negros.
¡°El presidente abraz¨® plenamente unas ideas que circulaban en determinados c¨ªrculos, en las redes sociales, y les dio legitimidad. La consecuencia fue que esos discursos de odio saltaron de las pantallas a la vida real¡±, explica Ben Amour. Durante los d¨ªas siguientes se produjeron decenas de agresiones contra personas originarias del ?frica subsahariana, a muchos los expulsaron de sus trabajos y de sus casas. Uno de los puntos de mayor tensi¨®n fue Sfax, que posee la mayor comunidad de migrantes subsaharianos. Esta ciudad costera, situada a unos 300 kil¨®metros al sur de T¨²nez, es la capital industrial del pa¨ªs y concentra docenas de f¨¢bricas que dan empleo a los migrantes.
Seg¨²n Ben Amour y el l¨ªder social subsahariano, en Sfax, grupos criminales aprovecharon el contexto de tolerancia social hacia la violencia racista para organizar redadas en las casas de migrantes y robarles el dinero ahorrado para emprender la ruta migratoria. Esto provoc¨® numerosos incidentes violentos y, a principios de julio, en uno de estos, muri¨® un hombre de nacionalidad tunecina. Fue como respuesta a este hecho que las autoridades decidieron los d¨ªas siguientes deportar a centenares de personas a las fronteras con Libia y Argelia.
¡°Esta no es una pr¨¢ctica nueva, sobre todo en la frontera de Argelia. Pero nunca antes hab¨ªan expulsado a tanta gente en pocos d¨ªas, de una manera tan sistem¨¢tica¡±, cuenta Ben Amour, que asegura que se ha documentado la muerte de al menos una veintena de personas en la frontera con Argelia desde el pasado mes de febrero. Su instituto, el FTDES, hace tiempo que denuncia las violaciones de derechos humanos que implica la externalizaci¨®n de las fronteras por parte de la Uni¨®n Europea, y su pol¨ªtica de brazos cruzados frente a estos abusos. La ONG EuroMed Monitor sostiene que las deportaciones deben ser tratadas como ¡°asesinatos¡± y pide una investigaci¨®n internacional independiente.
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