C¨®mo Egipto ha erradicado una devastadora epidemia de hepatitis C y ahora ayuda al resto de ?frica
El pa¨ªs sufr¨ªa hace una d¨¦cada la mayor prevalencia del mundo de esta enfermedad, pero una campa?a sanitaria sin precedentes lo ha convertido en el primero en v¨ªas de vencer la epidemia, seg¨²n la OMS. Ahora quiere que el resto del continente pueda hacer lo mismo
A principios de octubre, la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) realiz¨® un anuncio con el que hace unos a?os El Cairo solo podr¨ªa haber so?ado: confirm¨® que Egipto, tras una campa?a nacional contra la hepatitis C sin parang¨®n, se ha convertido en el primer pa¨ªs del mundo en v¨ªas de acabar antes de 2030 con esta epidemia.
El logro es todav¨ªa m¨¢s extraordinario si se considera que, hace apenas una d¨¦cada, Egipto era el pa¨ªs con mayor prevalencia de hepatitis C en el mundo. Pero entre 2014 y 2020 se embarc¨® en una de las mayores campa?as sanitarias que se han realizado jam¨¢s, con el objetivo de borrar la enfermedad del mapa: moviliz¨® a decenas de miles de miembros de su personal sanitario, examin¨® a 50 millones de personas y trat¨® a m¨¢s de cuatro millones. Ahora, con el ¨¦xito asegurado, la lecci¨®n aprendida y el reconocimiento de la comunidad sanitaria mundial, El Cairo ha decidido dar un paso m¨¢s y est¨¢ asistiendo a otros pa¨ªses de rentas bajas y medias, sobre todo en ?frica, a replicar su programa para hacer lo propio.
¡°La trayectoria de Egipto, que ha pasado de tener una de las tasas de infecci¨®n por hepatitis C m¨¢s elevadas del mundo a estar en v¨ªas de eliminaci¨®n en menos de 10 a?os, es sencillamente asombrosa¡±, desliz¨® en octubre el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus. ¡°Egipto es un ejemplo para el mundo de lo que se puede lograr con herramientas modernas y el compromiso pol¨ªtico de usarlas para prevenir infecciones y salvar vidas¡±, declar¨®. ¡°El ¨¦xito de Egipto debe darnos a todos esperanza y motivaci¨®n¡±.
Un pa¨ªs infectado
La epidemia de hepatitis C en Egipto tiene sus or¨ªgenes en una campa?a de salud dise?ada para tratar otra epidemia anterior. Entre los a?os 40 y 70, el pa¨ªs tuvo que lidiar, sobre todo en zonas rurales, con una enfermedad causada por gusanos par¨¢sitos que se contra¨ªa al estar en contacto con agua infestada del Nilo, cuenta Imam Waked, catedr¨¢tico en el departamento de hepatolog¨ªa del Instituto Nacional del H¨ªgado de Egipto.
Cada familia en Egipto ten¨ªa [de media] al menos un miembro infectado con hepatitis CMohamed El-Kassas, profesor y jefe de Medicina end¨¦mica en la Universidad de Helwan de El Cairo
El ¨²nico tratamiento que exist¨ªa entonces para tratar esta enfermedad eran inyecciones intravenosas, pero Waked se?ala que todav¨ªa no se conoc¨ªa el virus de la hepatitis y no se dispon¨ªa de jeringuillas desechables. As¨ª que, cuando el Gobierno impuls¨® una campa?a nacional para deshacerse de ella, a partir de los a?os 50, se propag¨® sin querer el virus de la hepatitis C. Para tratar a grupos de entre 500 y 600 j¨®venes, que son quienes contra¨ªan principalmente la enfermedad se pod¨ªan usar 15 o 20 jeringuillas, explica el experto. ¡°Ese es el grupo de edad que arrastr¨® la hepatitis C. Creamos una gran bolsa [demogr¨¢fica] de la enfermedad, que luego se propag¨® todav¨ªa m¨¢s a trav¨¦s de transfusiones de sangre, en centros de salud, y con inyecciones¡±, constata el catedr¨¢tico.
Para principios de los a?os 2000, la enfermedad del Nilo estaba pr¨¢cticamente erradicada. Pero en 2008, una encuesta demogr¨¢fica y de salud p¨²blica revel¨® que el 15% de los egipcios ten¨ªa anticuerpos contra la hepatitis C, de modo que hab¨ªan estado en contacto con el virus, y un 10% de las personas de entre 15 y 59 a?os viv¨ªa con infecci¨®n cr¨®nica. Siete a?os despu¨¦s, en 2015, otro estudio detect¨® que su prevalencia era del 7% entre los adultos. Pero el descenso se debi¨® solo a que la hepatitis C era m¨¢s com¨²n entre grupos de edad avanzada ¡ªque hab¨ªan recibido d¨¦cadas atr¨¢s tratamiento por la esquistosomiasis¡ª que entre los j¨®venes, lo que diluy¨® el porcentaje pero no alter¨® el n¨²mero total.
¡°Durante muchos a?os Egipto fue se?alado como el pa¨ªs con la mayor prevalencia de hepatitis C en todo el mundo¡±, observa Mohamed El-Kassas, profesor y jefe de Medicina end¨¦mica en la Universidad de Helwan de El Cairo. ¡°Cada familia en Egipto ten¨ªa [de media] al menos un miembro infectado con hepatitis C¡±, ilustra.
En 2008, una encuesta revel¨® que el 15% de los egipcios ten¨ªa anticuerpos contra la hepatitis C, de modo que hab¨ªan estado en contacto con el virus, y un 10% de las personas de entre 15 y 59 a?os viv¨ªa con infecci¨®n cr¨®nica
Las consecuencias para el pa¨ªs eran igualmente dolorosas: en 2015 la hepatitis C provoc¨® unas 40.000 muertes, el equivalente al 7,6% del total, y era responsable de una disminuci¨®n de la esperanza de vida de en torno a 1,8 a?os en los hombres y un a?o en las mujeres. Adem¨¢s, provocaba una disminuci¨®n del PIB nacional del 1,5% anual, valor que representa unos 5.000 millones de d¨®lares (4.500 millones de euros) al a?o, seg¨²n estimaciones del Banco Mundial.
Ante este reto, Egipto fund¨® en 2006 un comit¨¦ nacional para el control de la hepatitis C, y dos a?os despu¨¦s lanz¨® un primer programa nacional que sobre todo persegu¨ªa aumentar el acceso al tratamiento. Los obst¨¢culos, sin embargo, a¨²n eran muy importantes: era muy caro, ten¨ªa efectos secundarios severos, la tasa de curaci¨®n era baja y no se pod¨ªa ofrecer a las personas con enfermedades de h¨ªgado avanzadas. ¡°No era un tratamiento muy bueno. Trat¨¢bamos a 50.000 pacientes al a?o y cur¨¢bamos a entre 15.000 y 20.000¡å, recuerda Waked. ¡°Era una enorme carga sanitaria y econ¨®mica.¡±
Una naci¨®n movilizada
El punto de inflexi¨®n se produjo a finales de 2013, cuando el tratamiento de hepatitis C se revolucion¨® con un nuevo f¨¢rmaco antiv¨ªrico de administraci¨®n oral que, junto a otros antiv¨ªricos, elev¨® la tasa de curaci¨®n a m¨¢s del 90% y acab¨® casi del todo con los efectos secundarios. Los 84.000 d¨®lares (76.000 euros) por tratamiento que fij¨® Gilead, la empresa farmac¨¦utica que patent¨® el f¨¢rmaco, pasaron a ser entonces el principal obst¨¢culo. Pero Egipto forz¨® a la compa?¨ªa a negociar tras rechazar su licencia de propiedad. Primero consigui¨® bajar el precio hasta los 900 d¨®lares (unos 810 euros) por cada caso y luego logr¨® conceder la licencia a farmac¨¦uticas locales que rebajaron el coste a menos de 84 d¨®lares (76 euros), un 99,9% menos, seg¨²n un estudio de 2021.
Con el nuevo f¨¢rmaco, todos los que hab¨ªan sido tratados en el pasado, pero no se hab¨ªan curado, volvieron a iniciar el proceso, de modo que en 2017 casi todos los egipcios que sab¨ªan que viv¨ªan con hepatitis C (unos 2,3 millones) hab¨ªan sido tratados, cuenta Waked. A¨²n as¨ª, las autoridades sanitarias sab¨ªan que hab¨ªa entre dos y tres millones de personas m¨¢s con la enfermedad que todav¨ªa no hab¨ªan podido ser diagnosticadas. Fue entonces, a finales de 2018, cuando El Cairo apost¨® por una estrategia mucho m¨¢s ambiciosa y dej¨® de centrarse en el control de la hepatitis C para hacerlo en su eliminaci¨®n. La campa?a 100 millones de vidas saludables ten¨ªa como objetivo de realizar pruebas a m¨¢s de 60 millones de personas y ofrecer tratamiento gratuito a quienes viv¨ªan con la enfermedad. La mayor¨ªa de los fondos procedieron de las arcas estatales, a las que se sum¨® un pr¨¦stamo de unos 250 millones de d¨®lares (226 millones de euros) del Banco Mundial.
Una de las principales claves de la campa?a fue la rapidez. El Estado abri¨® casi 16.000 centros de an¨¢lisis por todo el pa¨ªs, incluidas 1.000 unidades m¨®viles, a las que se pod¨ªa acudir sin cita previa. Los resultados sol¨ªan estar disponibles en 20 minutos y aquellos que daban positivo eran enviados a otro centro para una prueba de confirmaci¨®n. A los confirmados se les comunicaba en un plazo de siete d¨ªas el lugar de tratamiento, que duraba 12 semanas. Y luego se emplazaba a quienes lo hab¨ªan recibido a regresar a un centro de an¨¢lisis para comprobar su estado.
Uno de los principales motivos detr¨¢s del ¨¦xito de la campa?a fue la firme voluntad pol¨ªtica de abordar la epidemia, incluido por parte del presidente del pa¨ªs, Abdelfat¨¢ Al Sisi. El Gobierno tambi¨¦n despleg¨® una amplia campa?a de promoci¨®n y concienciaci¨®n en medios, redes sociales, mensajes de texto y a nivel comunitario. Y fue igualmente fundamental poder recurrir a la descuidada pero amplia infraestructura sanitaria existente. ¡°Se convirti¨® en una prioridad nacional para todos: Gobierno, sociedad civil, industria¡±, afirma John Ward, director de la Coalici¨®n para la Eliminaci¨®n Mundial de la Hepatitis. ¡°Hubo una verdadera apuesta por la equidad sanitaria: todos los egipcios deb¨ªan beneficiarse del programa¡±.
El Estado abri¨® casi 16.000 centros de an¨¢lisis por todo el pa¨ªs, incluidas 1.000 unidades m¨®viles, a las que se pod¨ªa acudir sin cita previa. Los resultados sol¨ªan estar disponibles en 20 minutos
Al t¨¦rmino de esta campa?a, alrededor de 50 millones de egipcios se hab¨ªan realizado pruebas. De estos, 2,2 millones fueron positivos y se realizaron un test de confirmaci¨®n, que ratific¨® la infecci¨®n de 1,6 millones. En total, 900.000 casos fueron tratados, y otros 700.000 m¨¢s lo hicieron despu¨¦s de concluir la campa?a. La tasa de curaci¨®n fue del 98%. Luego la campa?a se extendi¨® a menores. Y entre mayo de 2019 y enero de 2020 se realizaron pruebas a 3,8 millones de estudiantes, seg¨²n el entonces portavoz de Sanidad, Jaled Megahed.
¡°Gracias a la campa?a se ha pasado de una prevalencia del 10% [de hepatitis C] a una prevalencia del 0,3 o 0,4%. Es un logro incre¨ªble¡±, constata Ward. ¡°Es uno de los mayores logros en materia de salud p¨²blica global, al menos en este siglo¡±, agrega.
El salto a ?frica
El ¨¦xito de la campa?a realizada por Egipto y la experiencia adquirida por el camino se han convertido en bazas importantes que la OMS considera que pueden servir para que otros pa¨ªses de rentas bajas y medias puedan elaborar planes de eliminaci¨®n de la hepatitis C. En torno al 75% de las personas que viven con esta enfermedad en el mundo se encuentran en estas dos categor¨ªas de pa¨ªses, de acuerdo con la organizaci¨®n sanitaria.
En ?frica, la situaci¨®n es significativamente diferente a la que vivi¨® Egipto en sus peores momentos, porque la hepatitis C no es una enfermedad tan extendida y su prevalencia en los peores de los casos, como la Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo y Nigeria, oscila entre el 3% y el 4%, seg¨²n Waked.
En parte por tratarse de un logro alcanzable, en una cumbre africana sobre la hepatitis celebrada en 2019, la entonces ministra de Sanidad egipcia, Hala Zayed, anunci¨® que El Cairo, que en aquel momento ostentaba la presidencia de la Uni¨®n Africana (UA), estaba preparado para ofrecer a pa¨ªses del continente apoyo t¨¦cnico, experiencia y tratamiento gratuito para la hepatitis C, con un objetivo inicial de alcanzar a un mill¨®n de personas. ¡°Cuando descubrimos que la hepatitis C era f¨¢cilmente curable y que el medicamento en Egipto era muy barato, decidimos ayudar a los pa¨ªses de ?frica que necesitan tratamiento proporcion¨¢ndoles conocimientos t¨¦cnicos, tecnolog¨ªa, asesoramiento y medicamentos gratuitos¡±, explica Waked.
¡°Es muy loable que Egipto extienda la diplomacia sanitaria a estos pa¨ªses¡±, resume Ward. Uno de los primeros pa¨ªses en beneficiarse ha sido Ghana, donde una encuesta realizada en 2021 revel¨® que la prevalencia de hepatitis C en una muestra de 100.000 personas era del 2,6%, con ¨ªndices significativamente m¨¢s altos en las regiones del norte.
En marzo de este a?o Ghana recibi¨® de Egipto la primera donaci¨®n de medicamentos para la enfermedad, con el objetivo inicial de que las personas que ya han sido diagnosticadas, pero no han podido recibir tratamiento por su coste, puedan hacerlo. Actualmente los pacientes todav¨ªa tienen que asumir las pruebas para determinar la carga viral del virus, que cuestan entre 37 y 80 d¨®lares. ¡°Un precio m¨¢s barato, o pruebas alternativas, mejorar¨ªan enormemente nuestra capacidad¡±, considera Waked.
En esta l¨ªnea, Ward indica que no basta con dar medicamentos gratis. ¡°Hay que conseguir cumplir con las otras partes del programa [de Egipto] para que esos medicamentos se utilicen. Y ah¨ª es donde entra en juego la asistencia t¨¦cnica egipcia, eligiendo a los socios adecuados en cada pa¨ªs y d¨¢ndoles luego los medicamentos gratuitos¡±, apunta.
Adem¨¢s de Ghana, el ministerio de Sanidad egipcio inform¨® ya a principios de 2020 que poco m¨¢s de 30.500 ciudadanos de Sud¨¢n del Sur, Chad y Eritrea se hab¨ªan sometido a pruebas de hepatitis C y que cerca de 400 hab¨ªan recibido tratamiento gratuito. Waked se?ala que las autoridades sanitarias egipcias est¨¢n igualmente en contacto con Gambia. Y Ward cree que Kenia, Tanzania, Uganda, Sierra Leona, Zambia y, en parte, Sud¨¢frica, podr¨ªan beneficiarse de una asistencia similar.
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