M¨¢s represi¨®n y gobiernos que ¡°hacen la vista gorda¡± ante los abusos: el an¨¢lisis de Human Rights Watch sobre el estado de los derechos humanos
El informe anual de la ONG alerta contra el doble rasero de las democracias consolidadas y contra los riesgos de la impunidad de los reg¨ªmenes que violan las libertades individuales y colectivas
La situaci¨®n de los derechos humanos en el mundo se encuentra en estado cr¨ªtico. Pero los peligros que los acechan van mucho m¨¢s all¨¢ de las ¡°atrocidades¡± cometidas en Gaza, Sud¨¢n o Myanmar durante 2023: la violaci¨®n constante del derecho internacional, el aumento de l¨ªderes populistas y autocr¨¢ticos en las democracias consolidadas y el doble rasero de muchos pa¨ªses occidentales con respecto a los abusos cometidos contribuyen a degradar el respeto internacional por los derechos humanos, seg¨²n concluye Human Rights Watch (HRW), en un informe hecho p¨²blico este jueves, en el que analiza pa¨ªs por pa¨ªs el estado de las libertades individuales y colectivas.
¡°Una de las razones por las que estamos viendo una regresi¨®n es porque los gobiernos hacen la vista gorda ante los abusos de otros pa¨ªses para avanzar en sus propias agendas de pol¨ªtica nacional¡±, denuncia Tirana Hassan, directora de la ONG, durante una entrevista telef¨®nica con este diario. Es lo que HRW denomina ¡°diplomacia transaccional¡±, es decir, llegar a pactos con otros pa¨ªses con independencia de que respeten o no los derechos humanos. Un ¡°excelente ejemplo¡±, clama Hassan, es el acuerdo migratorio entre la Uni¨®n Europea y T¨²nez, que supone que Bruselas, con el fin de proteger las fronteras comunitarias, da ¡°fondos a las fuerzas de seguridad tunecinas, pese a que est¨¢n implicadas en los abusos¡± contra los migrantes que tratan de cruzar el Mediterr¨¢neo.
Otro es el de India. ¡°Gobiernos como los de Jap¨®n, Reino Unido, los pa¨ªses de la UE o Estados Unidos est¨¢n ignorando abusos, incluyendo la discriminaci¨®n sistem¨¢tica de minor¨ªas religiosas, la asfixia del disenso pol¨ªtico y la represi¨®n generalizada contra la sociedad civil y los medios independientes¡±, relata la directora de HRW. Y al mismo tiempo que cierran los ojos, ¡°profundizan los lazos con el Gobierno de [Narendra] Modi¡±.
Represi¨®n transnacional
El silencio de las democracias ante la violaci¨®n de los derechos humanos aumenta la ¡°sensaci¨®n de impunidad¡± y lleva a que ¡°los gobiernos abusivos¡± practiquen la represi¨®n m¨¢s all¨¢ de sus fronteras, alerta Hassan. En el caso de Modi, seg¨²n detalla HRW en su informe, ¡°ha intimidado a activistas y acad¨¦micos en la di¨¢spora o restringido su entrada en el pa¨ªs¡±. ¡°En septiembre, el primer ministro de Canad¨¢, Justin Trudeau, consider¨® que eran ¡®acusaciones cre¨ªbles¡¯ que agentes del Gobierno indio hubieran estado involucrados en el asesinato de un activista separatista sij en Canad¨¢¡±, recuerda la ONG.
La ¡°represi¨®n transnacional¡± que ejerce India no es ¡°un ejemplo aislado¡±. El Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca M¨¢s acaba de denunciar que, este mismo mi¨¦rcoles, dos exiliados nicarag¨¹enses en Costa Rica (Joao Ismael Maldonado Berm¨²dez y Nadia Robleto, que huyeron del r¨¦gimen de Daniel Ortega) fueron atacados a plena luz del d¨ªa en una calle de San Jos¨¦. Es la segunda vez que ha habido un intento de asesinato contra Maldonado, seg¨²n la organizaci¨®n. Costa Rica, suscriptora de la Convenci¨®n sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951 y la Convenci¨®n Americana sobre Derechos Humanos, todav¨ªa no ha esclarecido ninguno de los atentados.
La ONU y los socios internacionales de Ruanda han fallado sistem¨¢ticamente en reconocer el alcance y la gravedad de sus violaciones de derechos humanosHRW
HRW hace una menci¨®n especial a Ruanda: ¡°Tres d¨¦cadas de impunidad por la represi¨®n de los derechos civiles y pol¨ªticos por parte del Gobierno de Ruanda en su pa¨ªs lo han envalentonado para reprimir la disidencia m¨¢s all¨¢ de sus fronteras¡±. Seg¨²n denuncia la ONG, ¡°el Gobierno de Ruanda ha llevado a cabo m¨¢s de una docena de secuestros o intentos de secuestro, desapariciones forzadas, agresiones, amenazas y asesinatos, as¨ª como hostigamiento contra ciudadanos ruandeses¡± que viven en pa¨ªses como Australia, Reino Unido o Estados Unidos. Pero a medida que Kigali ¡°se ha vuelto m¨¢s prominente en el escenario internacional¡±, como l¨ªder de instituciones multilaterales o convirti¨¦ndose en uno de los mayores contribuyentes africanos de tropas de mantenimiento de la paz, ¡°la ONU y los socios internacionales de Ruanda han fallado sistem¨¢ticamente en reconocer el alcance y la gravedad de sus violaciones de derechos humanos¡±.
Muy relacionado con el silencio que las democracias mantienen frente a los abusos cometidos por sus socios es lo que Hassan denomina la ¡°indignaci¨®n selectiva¡±. ¡°Vimos pa¨ªses como Estados Unidos, pero tambi¨¦n miembros de la UE, condenar duramente los ataques de [la milicia islamista palestina] Ham¨¢s del 7 de octubre [en el sur de Israel], pero estuvieron mucho m¨¢s callados cuando las autoridades israel¨ªes respondieron con incesantes bombardeos y un castigo colectivo contra la poblaci¨®n de Palestina, cortando y restringiendo la ayuda humanitaria, el agua y el combustible¡±, lamenta Hassan.
¡°Este tipo de indignaci¨®n selectiva es muy peligrosa porque manda el mensaje de que unas vidas importan m¨¢s que otras¡±, contin¨²a. Pero, adem¨¢s, el doble rasero de Occidente tiene repercusiones que van m¨¢s all¨¢ de esta guerra en Oriente Pr¨®ximo. ¡°Pa¨ªses como China y Rusia lo est¨¢n usando para decir a los gobiernos en el Sur global que el sistema de derechos humanos¡± no les amparar¨¢, advierte la directora de HRW. Sin embargo, no se trata de una ¡°posici¨®n moral¡± de Pek¨ªn y Mosc¨², sino de ¡°una agenda m¨¢s amplia para intentar desmantelar¡± este sistema, a?ade.
La importancia de pedir responsabilidades
Por eso, una de las grandes esperanzas para la defensa de las libertades reside en la exigencia de ¡°rendici¨®n de cuentas¡±. Medidas como la orden de detenci¨®n del Tribunal Penal Internacional contra el presidente ruso, Vlad¨ªmir Putin, por la deportaci¨®n ilegal de ni?os ucranios, ¡°hacen que el coste de la represi¨®n sea m¨¢s alto¡±. Y las consecuencias son tangibles. Por ejemplo, Sud¨¢frica fue el pasado agosto el anfitri¨®n de una cumbre de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sud¨¢frica). Pese a que las autoridades del pa¨ªs mandaron mensajes contradictorios sobre sus obligaciones como miembros del tribunal, Putin finalmente no viaj¨® a Sud¨¢frica: el Tribunal Superior de Gauteng dictamin¨® que Sud¨¢frica s¨ª ten¨ªa la obligaci¨®n de arrestar al mandatario ruso si pon¨ªa un pie en el pa¨ªs.
Los ataques contra los derechos de las mujeres, contra los refugiados o la comunidad LGTBI son los primeros indicios de que los derechos humanos est¨¢n en peligroTirana Hassan, directora de HRW
Otro hito que HRW subraya como una luz de 2023 es la declaraci¨®n pol¨ªtica de 83 pa¨ªses ¡ªcinco de los mayores exportadores de armas, entre ellos¡ª sobre la protecci¨®n de civiles contra el uso de armas explosivas en ¨¢reas pobladas durante los conflictos. Aunque no ha impedido que Israel bombardee zonas densamente pobladas de Gaza, Hassan cree que es necesario crear est¨¢ndares bajo los cuales se pueda obligar a los agresores a rendir cuentas. Estos est¨¢ndares, no obstante, ¡°no se implementan solos¡± y requieren la implicaci¨®n de la comunidad internacional, destaca.
Porque la alternativa a no exigir una rendici¨®n de cuentas es repetir tragedias como la de Sud¨¢n, que desde el pasado 15 de abril sufre un conflicto que ha obligado a m¨¢s de siete millones de personas a abandonar sus hogares, de acuerdo con los datos de Acnur (la agencia de la ONU para los refugiados). Seg¨²n HRW, el abuso masivo contra los civiles derivado de la lucha por el poder entre el jefe del ej¨¦rcito, Abdelfat¨¢ al Burhan, y el l¨ªder de las denominadas Fuerzas de Apoyo R¨¢pido, Mohamed Hamdan Dagalo Hemedti, son un ¡°reflejo de los abusos cometidos en las ¨²ltimas dos d¨¦cadas por fuerzas leales a ambos generales¡±, por los que ninguna de las partes tuvo que asumir responsabilidades. La ONG recuerda que el Tribunal Penal Internacional emiti¨® ¨®rdenes de arresto por cr¨ªmenes pasados en Darfur. Sin embargo, ¡°las autoridades sudanesas las han obstruido¡± y ¡°el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas no ha hecho casi nada para abordar la intransigencia del Gobierno¡±. Es m¨¢s, a?ade la organizaci¨®n, ¡°en 2023, cuando los pa¨ªses africanos en el Consejo de Seguridad inclu¨ªan a los africanos Gab¨®n, Ghana y Mozambique, la ONU cerr¨® su misi¨®n pol¨ªtica en Sud¨¢n ante la insistencia del Gobierno sudan¨¦s, poniendo fin a lo poco que quedaba de la capacidad de la ONU en el pa¨ªs para proteger a los civiles¡±.
Este a?o, seg¨²n HRW, es precisamente id¨®neo para reclamar rendici¨®n de cuentas a los gobiernos en la medida en que medio planeta est¨¢ llamado a las urnas ¡ª3.700 millones de personas podr¨¢n votar en 70 pa¨ªses¡ª. La ONG llama especialmente la atenci¨®n sobre aquellas democracias en las que est¨¢n emergiendo l¨ªderes populistas y autocr¨¢ticos, como Javier Milei en Argentina. ¡°Est¨¢n intentando consolidar su poder mediante la erosi¨®n, no solo de los derechos humanos sino de los controles y contrapesos que garantizan la libertad de una sociedad, por ejemplo, mediante ataques contra periodistas o contra la justicia¡±, subraya Hassan. Por eso, en este a?o electoral, la directora de HRW pide estar alerta: ¡°Cuando empiezas a ver ataques contra los derechos de las mujeres, contra los refugiados o contra la comunidad LGTBI, lo que est¨¢s viendo son los primeros indicios de que los derechos humanos est¨¢n en peligro¡±.
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