Camisetas en Europa, deforestaci¨®n y acoso a ind¨ªgenas en Brasil: una investigaci¨®n cuestiona el algod¨®n ¨¦tico que usan grandes marcas de moda
La ONG Earthsight asegura que, gracias a las lagunas de las normas en vigor, firmas como H&M e Inditex est¨¢n vendiendo millones prendas cuyo origen, supuestamente certificado, se relaciona con violaciones ambientales y de derechos humanos
Unos 20 millones de prendas fabricadas con algod¨®n certificado como ¨¦tico han llegado a Espa?a en un periodo de 12 meses, entre 2022 y 2023, de la mano de H&M e Inditex, que engloba marcas como Zara, Bershka y Pull&Bear. Pero esta ropa de origen supuestamente sostenible est¨¢ asociada con ¡°la deforestaci¨®n, el acaparamiento de tierras y la violencia contra las comunidades tradicionales¡± de Brasil, asegura una investigaci¨®n publicada este jueves por la ONG brit¨¢nica Earthsight. Las empresas de moda mencionadas se defienden argumentando que no se abastecen directamente de algod¨®n, sino que compran a trav¨¦s de proveedores con el principal sello de sostenibilidad del mundo, llamado Better Cotton (BC).
H&M e Inditex son los mayores usuarios de la certificaci¨®n Better Cotton, una iniciativa coimpulsada por H&M en 2005 y con sede en Suiza. Brasil es el origen de casi la mitad del algod¨®n certificado por BC, m¨¢s que ning¨²n otro pa¨ªs del mundo.
Earthsight, una entidad de referencia en el descubrimiento de irregularidades en las cadenas de suministro mundiales, rastre¨® un total de 816.000 toneladas de exportaciones directas de algod¨®n de dos productores brasile?os, el Grupo Horita y SLC Agr¨ªcola, entre 2014 y 2023. Estas firmas trabajan en el Estado de Bah¨ªa (noreste de Brasil), en la regi¨®n del Cerrado, la sabana tropical m¨¢s biodiversa del planeta, que ocupa un cuarto de Brasil, y est¨¢ en el frente de la expansi¨®n agroindustrial. Solo en esta regi¨®n, SLC Agr¨ªcola posee 44.000 hect¨¢reas de plantaciones de algod¨®n, equivalente a m¨¢s de 60.000 campos de f¨²tbol, y el Grupo Horita controla por lo menos 140.000 hect¨¢reas de cultivo.
Las dos empresas, que seg¨²n el informe tienen un historial notorio de ¡°multas millonarias por deforestaci¨®n ilegal¡± y est¨¢n envueltas en acusaciones de acaparamiento de tierras ¡ªla compra o arrendamiento de grandes superficies¡ª, destrucci¨®n de ecosistemas y acoso e intimidaci¨®n a las comunidades locales, suministran algod¨®n a varios proveedores asi¨¢ticos. Concretamente, la ONG identific¨® ocho, como PH Kahatex, de Indonesia, Jamuna Group, de Banglad¨¦s, e Interloop, de Pakist¨¢n, que venden prendas acabadas a H&M y a Inditex.
La defensa de las empresas de moda
¡°Nos tomamos muy en serio las acusaciones contra Better Cotton, por lo que seguimos de cerca el resultado de su investigaci¨®n en el terreno¡±, dijeron a este peri¨®dico fuentes de Inditex en respuesta a preguntas enviadas por correo electr¨®nico. Tambi¨¦n indicaron que sus proveedores adquieren algod¨®n de diversos pa¨ªses a trav¨¦s de intermediarios especializados que, a su vez, eligen en funci¨®n de las caracter¨ªsticas de la materia prima, la certificaci¨®n y el precio, por lo que Inditex no tiene una relaci¨®n directa con los productores brasile?os.
Inditex ha enviado una carta esta misma semana a BC pidiendo ¡°transparencia¡± en el proceso de certificaci¨®n a ra¨ªz del informe de Earthsight, seg¨²n revela la web Modaes y confirma la agencia Reuters. La compa?¨ªa espa?ola afirma adem¨¢s que lleva esperando m¨¢s de seis meses los resultados de una investigaci¨®n interna, que Better Cotton inici¨® en agosto de 2023 y cuyas conclusiones se esperaban para principios de marzo. ¡°Las acusaciones representan un abuso de confianza depositada en el proceso de certificaci¨®n de BC por nuestro grupo y nuestros proveedores¡±, reza la carta.
¡°Reconocemos humildemente los retos que a¨²n existen y admitimos nuestras limitaciones, especialmente porque marcas como nosotros no se abastecen directamente de algod¨®n¡±, explic¨® un representante de H&M por correo electr¨®nico
Tambi¨¦n en respuestas a este medio por correo electr¨®nico, fuentes de H&M han declarado que los hallazgos sobre el algod¨®n certificado por Better Cotton son altamente preocupantes, y que est¨¢n pendientes de las medidas de BC para reforzar su est¨¢ndar de certificaci¨®n. ¡°Reconocemos humildemente los retos que a¨²n existen y admitimos nuestras limitaciones, especialmente porque marcas como nosotros no se abastecen directamente de algod¨®n¡±, ha comentado la empresa sueca, indicando que se gu¨ªan por los Principios Rectores sobre las Empresas y los Derechos Humanos de las Naciones Unidas y las directrices de diligencia debida de la OCDE.
Better Cotton no respondi¨® a los cuestionarios que Planeta Futuro envi¨® por correo electr¨®nico, aunque s¨ª aport¨® precisiones a Eartshigh, que publica sus respuestas completas en la investigaci¨®n. En septiembre, Better Cotton dijo a Earthsight que contratar¨ªa a un auditor independiente para evaluar las zonas de riesgo se?aladas en la investigaci¨®n, y que confiaba en tener los resultados en unos tres meses: ¡°Si existen pruebas de que las explotaciones no cumplen los requisitos de la norma Better Cotton Standard, se les revocar¨¢ la licencia y no podr¨¢n optar a ella hasta que se adopten medidas correctoras¡±. La ONG no tiene detalles sobre el curso o los resultados de esta inspecci¨®n.
¡°Hace a?os que el sector privado hace promesas de sostenibilidad, trazabilidad y responsabilidad social, pero queda claro que estos compromisos de autorregulaci¨®n y certificaci¨®n no han funcionado,¡± declar¨® a este diario Rubens Carvalho, experto en deforestaci¨®n de Earthsight y coautor brasile?o de esta investigaci¨®n, que ha durado un a?o y se bas¨® en an¨¢lisis de miles de datos de importaci¨®n y exportaci¨®n, el an¨¢lisis de im¨¢genes de sat¨¦lite y la consulta de otros registros, adem¨¢s de ¡°investigadores encubiertos que se hicieron pasar por inversores extranjeros para infiltrarse en el mundo de agronegocios brasile?os y de la moda europea¡±. Para Earthsight, hacen falta leyes ¡ªtanto en los pa¨ªses productores como en los importadores¡ª que ¡°regulen estas cuestiones y penalicen a las empresas que las incumplan¡±, en lugar de seguir dejando la vigilancia en manos de iniciativas voluntarias de los fabricantes o de los compradores, que no pueden rastrear el origen de los centenares de productos que consumen.
Brasil es el origen de casi la mitad del algod¨®n certificado como org¨¢nico por Better Cotton, y va camino de superar a EE UU como principal exportador de algod¨®n para 2030
Aunque pionero, el reglamento de la Uni¨®n Europea sobre Deforestaci¨®n adoptado en 2023 para frenar la importaci¨®n de materias primas causantes de la p¨¦rdida de bosques no incluye el algod¨®n. La UE es el mayor importador de ropa del mundo y Espa?a, el tercer pa¨ªs del mercado com¨²n que m¨¢s productos causantes de deforestaci¨®n importa, como la viscosa, el cuero, la pulpa de madera y la soja. En las pr¨®ximas semanas, debe aprobarse la Directiva de de Diligencia Debida de la Empresas de la UE en materia de Sostenibilidad. Aunque la ambici¨®n de esta futura norma se ha visto rebajada por la resistencia de algunos partidos europeos, todav¨ªa ofrece la posibilidad de incluir materias primas que hasta ahora no figuran en reglamento.
De la sabana al armario
Seg¨²n los investigadores, si el algod¨®n vinculado con la deforestaci¨®n termina en estas tiendas de moda es gracias en parte a estas lagunas en las pol¨ªticas de las empresas europeas pero, sobre todo, al hecho de que conf¨ªan en un algod¨®n que est¨¢ certificado como sostenible. Better Cotton actualiz¨® algunas de sus normas este marzo, pero Earthsight considera que son insuficientes para garantizar el respeto de los derechos de las comunidades y el cuidado del medio ambiente.
¡°Better Cotton ha lanzado una iniciativa para rastrear el algod¨®n hasta el pa¨ªs de origen, en lugar de hasta las fincas individuales, que es lo ¨²nico que realmente importa¡±, lamenta Carvalho, de Earthsight. En Brasil, el programa de certificaci¨®n lo implementa una asociaci¨®n nacional de productores de algod¨®n, de modo que los agronegocios se est¨¢n certificando a s¨ª mismos, dice el investigador. Adem¨¢s, los auditores est¨¢n pagados por las mismas empresas a las que deben inspeccionar, concluye el informe. Brasil va camino de superar a Estados Unidos como principal exportador de algod¨®n para 2030, a?o para el que los pa¨ªses deber¨¢n rendir cuentas sobre el cumplimiento los Objetivos de Desarrollo sostenible de la ONU.
Para Carvalho, no hay excusa para que un algod¨®n con tantas se?ales de alerta est¨¦ penetrando en los mercados mundiales y lo est¨¦ haciendo con un sello de sostenibilidad: ¡° Si una organizaci¨®n peque?a como la nuestra puede sacar a la luz estos fallos, las grandes corporaciones, que tienen muchos m¨¢s recursos, tambi¨¦n¡±.
?Sacrificar el Cerrado para salvar la Amazon¨ªa?
Con un ¨¢rea equivalente a cuatro veces el tama?o de Espa?a, el Cerrado alberga el 5% de las especies del mundo y un tercio de la biodiversidad brasile?a. Pero es una zona muy vulnerable: mientras la deforestaci¨®n retrocede de forma visible en Amazonia en los ¨²ltimos meses, la del Cerrado se dispara. Este bioma ha perdido m¨¢s de la mitad de su vegetaci¨®n nativa en las ¨²ltimas d¨¦cadas. ¡°Muchos dicen que se puede sacrificar el Cerrado para que la agroindustria se expanda sin amenazar la Amazon¨ªa¡±, se?ala Andr¨¦ Sacramento, coordinador de la Asociaci¨®n de Abogados de Trabajadores Rurales (AATR). Pero ¡°en realidad, el Cerrado es esencial para preservar la Amazon¨ªa¡±. R¨ªos amaz¨®nicos importantes como el Xingu emanan de la sabana tropical, y ambos biomas son clave para la regulaci¨®n h¨ªdrica.
Por sus grandes llanuras, entre ¨¢rboles achaparrados y extensiones de hierba dorada, viven armadillos gigantes, lobos de crin y lechucitas vizcacheras. Y por sus valles y mesetas, pasta el ganado de los geraizeiros, comunidades tradicionales con derecho legal de usufructo de unas tierras que ocupan desde hace unos 200 a?os. Al menos, donde todav¨ªa no ha llegado la agricultura industrial de algod¨®n, soja y ma¨ªz, que suelen cultivarse de forma rotativa y est¨¢n destinados a la exportaci¨®n.
¡°Antes, cuando nad¨¢bamos en los r¨ªos, ten¨ªamos miedo de los caimanes. Hoy en d¨ªa, hasta las lagartijas han desaparecido,¡± explic¨® el ambientalista local Marcos Rog¨¦rio Beltrao dos Santos a los autores del informe, refiri¨¦ndose a los impactos de la deforestaci¨®n en el oeste del Estado de Bah¨ªa. Los habitantes locales muestran manantiales enjutos y polvorientos lechos en lo que hab¨ªan sido r¨ªos. En otros puntos todav¨ªa hay agua, pero est¨¢ cargada de productos qu¨ªmicos nocivos para los peces y para las personas. Seg¨²n el informe de la ONG, ¡°los medios de subsistencia de las comunidades locales se ven seriamente dificultados por la intrusi¨®n de plantaciones [y el consiguiente] colapso de la biodiversidad, la contaminaci¨®n por pesticidas y la sobreexplotaci¨®n del agua¡±.
Para producir un kilo de fibra de algod¨®n hacen falta unos 10.000 litros de agua, y para confeccionar una camiseta de este material, unos 2.700 litros, apunta esta investigaci¨®n
El algod¨®n es uno de los cultivos que m¨¢s agua consume. Para producir un kilo de fibra de algod¨®n hacen falta unos 10.000 litros de agua, y para confeccionar una camiseta de este material, unos 2.700 litros, apunta esta investigaci¨®n. Los agronegocios en el oeste de Bah¨ªa extraen 2.000 millones de litros de agua cada d¨ªa, equivalente al suministro para 12 millones de personas, seg¨²n datos de Earthsight. A este ritmo, se estima que los principales r¨ªos del Cerrado perder¨¢n un 34% de sus caudales, equivalente a ocho r¨ªos Nilo, de aqu¨ª a 2050.
Seg¨²n el informe, los agronegocios vierten unos 600 millones de litros de plaguicidas en el Cerrado cada a?o. A los riesgos de estos productos qu¨ªmicos para la salud humana, se suma su elevada huella de carbono. La fabricaci¨®n de textiles emite m¨¢s gases de efecto invernadero que los vuelos internacionales y el transporte mar¨ªtimo juntos, y se estima que un 70% de estas emisiones resultan de la producci¨®n de fibras como el algod¨®n.
Comunidades locales amenazadas
En Brasil y por ley, entre un 20 y un 35% de la vegetaci¨®n original de las propiedades del Cerrado debe ser preservada, frente al 80% que debe preservarse en Amazonia. Seg¨²n el informe de Earthsight, hay empresas, entre ellas Grupo Horita y SLC Agr¨ªcola, que evaden esta norma situando estas reservas legales en en zonas de poco inter¨¦s econ¨®mico mientras las mejores tierras, donde pesa la mayor amenaza sobre los ecosistemas locales, se dedican al cultivo.
En su informe, Earthsight se enfoc¨® en dos casos de acaparamiento de tierras y de deforestaci¨®n en el oeste de Bah¨ªa, los de dos macrohaciendas, Estrondo y Cap?o do Modesto. ¡°Al principio, escuchamos el sonido de maquinaria; con el paso del tiempo, se fueron acercando, expandiendo sus cultivos, construyendo sedes y avanzando en la deforestaci¨®n de la chapada [meseta]¡±, relata el residente de la aldea Cachoeira Jossone Lopes, recordando la llegada de los primeros potentados agr¨ªcolas en 1981. Estos cultivos son parte de Estrondo, hacienda asentada en tierras p¨²blicas que deber¨ªan reservarse para las comunidades de geraizeiros y sus actividades de subsistencia. En la ¨²ltima d¨¦cada, las comunidades empezaron a sufrir intimidaci¨®n, acoso y robo de ganado por parte de pistoleros que trabajan para los due?os y arrendatarios de la hacienda, resume el informe.
Las im¨¢genes obtenidas gracias a los sat¨¦lites, los t¨ªtulos de propiedad, documentos de tribunales y otros elementos analizados por Earthsight apuntan a que Grupo Horita es uno de los propietarios de fincas dentro de Estrondo, aunque ellos lo han negado en comentarios a Eartshight recogidos en el informe.
En 2018, el Fiscal General de Bah¨ªa declar¨® que Estrondo es una de las mayores ¨¢reas acaparadas de la historia de Brasil, e interpuso una demanda que sigue en curso para recuperar estas tierras pertenecientes al Estado . En una carta a Earthsight, la administraci¨®n de Estrondo afirm¨® que el uso de todas sus tierras es legal, y que jam¨¢s se ha realizado ning¨²n acaparamiento de tierra ni ha restringido el movimiento de las comunidades.
Un caso similar afecta a la comunidad tradicional de Cap?o de Modesto, donde Grupo Horita tiene una propiedad y SLC Agr¨ªcola, una reserva legal. SLC niega tener una reserva all¨ª, a pesar de que los t¨ªtulos de propiedad, el Catastro Ambiental Rural de Brasil y la agencia ambiental de Bah¨ªa consultados por los investigadores demuestran lo contrario. El fiscal ha considerado que el de Cap?o de Modesto es uno de los casos m¨¢s serios de acaparamiento de tierras de Bah¨ªa, y ha pedido la suspensi¨®n de todo t¨ªtulo de propiedad que se superponga a ese territorio. Sin embargo, los geraizeiros siguen con miedo. ¡°Me han atacado cuatro o cinco veces dentro de mi propia casa¡±, relata el presidente de la asociaci¨®n comunitaria de Cap?o de Modesto Ant?nio dos Santo Silva, . ¡°Cuando se acerca un desconocido, temo que venga a eliminarnos¡±.
Estos productores de algod¨®n brasile?o tambi¨¦n tienen un historial de deforestaci¨®n il¨ªcita y violaciones ambientales. Por ejemplo, Grupo Horita ha recibido por ello una veintena de multas por un total de 4,1 millones de euros entre 2002 y 2019, calcula el informe. Desde 2017, tambi¨¦n se han saltado varias veces el embargo sobre una de sus fincas por infracciones ambientales y han seguido cultivando algod¨®n, seg¨²n im¨¢genes satelitales analizadas por Earthsight.
La empresa dijo a los autores de la investigaci¨®n que ¡°pr¨¢cticamente todas las multas [...] han sido decretadas como no corroboradas¡±, pero la base de datos p¨²blica de la agencia ambiental brasile?a consultada por la ONG muestra que por lo menos dos tercios de las multas siguen vigentes o fueron pagadas, lo que confirma su validez.
SLC Agr¨ªcola ha recibido multas de Ibama por un monto superior a 230.000 euros desde 2008. Todo ello impuls¨® al Fondo de Pensiones Noruego Global, que se autodescribe como uno de los mayores del mundo, a desinvertir en la empresa en 2017. En respuesta a los hallazgos de Earthsight, SLC Agr¨ªcola afirm¨® que ha apelado contra todas las multas de la agencia ambiental y que est¨¢ esperando los fallos.
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