Cuando aprender a te?ir el pelo se convierte en un acto clandestino para las afganas refugiadas en Pakist¨¢n
Despu¨¦s de que los talibanes cerraran los centros est¨¦ticos en Afganist¨¢n, unas 150 j¨®venes se forman en el pa¨ªs vecino. La presi¨®n de las autoridades paquistan¨ªes para regularizar o deportar a los ciudadanos afganos complica su futuro
En la mayor¨ªa del mundo existen pocos negocios m¨¢s inofensivos que un sal¨®n de belleza. Los escaparates en las calles de muchas ciudades suelen llenarse de fotograf¨ªas de hombres y mujeres con peinados y looks modernos para atraer a clientes. En Afganist¨¢n, sin embargo, los talibanes que tomaron Kabul, la capital, en 2021, prohibieron los salones de belleza femeninos en julio de 2023. De un d¨ªa para otro, esta actividad se convirti¨® en clandestina.
En la entrada de uno de estos centros en medio de las ajetreadas calles de la ciudad paquistan¨ª de Rawalpindi (al lado de la capital, Islamabad) hay un portero que controla el acceso. Aunque ya no est¨¦n en Afganist¨¢n, los emprendedores detr¨¢s del sal¨®n de belleza todav¨ªa operan con sigilo. ¡°Puedes hablar sobre una escuela que da clases sobre belleza, pero sin mencionar los nombres de quienes est¨¢n detr¨¢s de ¨¦l, por ahora. Tenemos que tener mucho cuidado con la privacidad¡±, cuenta la financiadora del proyecto desde el extranjero, en una conversaci¨®n telef¨®nica.
El noviembre de 2023 el Gobierno de Pakist¨¢n empez¨® una deportaci¨®n masiva de los afganos que residieran all¨ª de forma irregular
Han pasado m¨¢s de dos a?os desde la huida de muchas de las estudiantes afganas de su pa¨ªs. La situaci¨®n que atraviesan es todav¨ªa muy delicada, por lo que la formaci¨®n en este centro se presenta como una oportunidad.
Pese a la incertidumbre y los traumas que arrastran las refugiadas, el hecho que 30 de ellas puedan participar de forma gratuita durante tres meses en un curso donde aprenden t¨¦cnicas de peluquer¨ªa, maquillaje o est¨¦tica les da un soplo de esperanza para el futuro. ¡°Las estudiantes dicen que antes estaban siempre en casa, pensando qu¨¦ deber¨ªan hacer, d¨ªa tras d¨ªa¡¡±, cuenta Fawzia, la coordinadora del centro, afgana de la etnia hazara, que se encuentra en Pakist¨¢n sin su familia. ¡°Cuando vienen a esta escuela, hacen amigas, trabajan, disfrutan y su mente cambia por completo. Son felices¡±.
Este febrero termin¨® la quinta edici¨®n del curso, por el que ya han pasado m¨¢s de 150 estudiantes. No obstante, la realidad laboral posterior ser¨¢ m¨¢s dif¨ªcil. ¡°Algunas encontrar¨¢n trabajo, pero no todas. Muchas no saben urd¨² (el idioma p¨²blico y nacional de Pakist¨¢n), ni ingl¨¦s, no tienen visado, o si lo tienen, caducar¨¢ pronto¡±, reconoce la coordinadora.
Para hacer frente a este problema, a Waqar, paquistan¨ª implicado en la ayuda a afganos que fue uno de los creadores del sal¨®n de belleza y que hoy tambi¨¦n visita el centro, se le ocurri¨® una idea. ¡°La industria del spa es una de las fuentes de ingresos de dinero m¨¢s importantes para las mujeres, y quisimos que las afganas aprendieran el oficio. Aun as¨ª, las dificultades en el idioma hacen que muchas no pueden conseguir trabajo, por lo que ahora ofrecemos cursos de ingl¨¦s online gratuitos.¡±, se?ala.
Un futuro incierto
Mientras aprenden t¨¦cnicas de maquillaje, a hacer la manicura, pedicura y a cortar o te?ir el pelo, estas mujeres dejan de lado ¡ªaunque sea por unos instantes¡ª la preocupaci¨®n principal de todas ellas: las dificultades para renovar el visado paquistan¨ª. Pakist¨¢n acoge a 1,3 millones de refugiados afganos, y a m¨¢s de 800.000 personas de este pa¨ªs que tienen tarjeta de ciudadan¨ªa paquistan¨ª, adem¨¢s de aproximadamente 1,5 millones en situaci¨®n irregular, seg¨²n la Agencia de la ONU para los refugiados (ACNUR). De estos 1,5 millones, 600.000 llegaron al pa¨ªs tras la toma de Kabul por los talibanes en agosto de 2021.
En noviembre de 2023 el Gobierno del pa¨ªs empez¨® una deportaci¨®n masiva de los afganos que residieran en suelo paquistan¨ª de forma irregular. El motivo en el que se escuda Islamabad es el auge de atentados en Pakist¨¢n, que el Gobierno atribuye a talibanes paquistan¨ªes entrenados en el pa¨ªs vecino con el consentimiento talib¨¢n. De acuerdo con ACNUR, entre el 15 de septiembre del a?o pasado y este mes de marzo, m¨¢s de medio mill¨®n de afganos han vuelto a su pa¨ªs, tras recibir un ultim¨¢tum por parte de Pakist¨¢n. Organizaciones de derechos humanos como Amnist¨ªa Internacional han pedido el cese de las deportaciones de refugiados, argumentando que los afganos se exponen en su pa¨ªs a ¡°persecuciones, violaciones de derechos humanos y una cat¨¢strofe humanitaria¡±.
Arifa, una de las estudiantes del centro, cuenta que el anuncio les dej¨® en una mala situaci¨®n. ¡°Mi visado caduc¨® el 23 de noviembre, y los propietarios del hogar donde vivimos nos dijeron que ten¨ªamos que irnos¡±. Y es que, adem¨¢s de la presi¨®n que recae en los afganos, tambi¨¦n los propietarios sufren las coacciones de las autoridades que les ordenan no alquilar su hogar a afganos que no tengan documentos v¨¢lidos. Arifa y los cinco miembros de su familia pudieron, finalmente, renovar el visado por seis meses m¨¢s. ¡°No sabemos qu¨¦ pasar¨¢ despu¨¦s¡±, lamenta. ¡°La polic¨ªa ha venido dos veces a nuestro bloque. Mi hermano fue arrestado y estuvo 12 horas en prisi¨®n¡±.
Narghees, compa?era de Arifa en el curso, se encuentra en una situaci¨®n similar. ¡°En tres meses caducar¨¢ mi visado. Intentar¨¦ renovarlo, pero es muy caro, y depende tambi¨¦n de si el Gobierno decide renov¨¢rmelo¡±, explica. Ella lleg¨® hace un a?o y medio a Pakist¨¢n, por el temor a los talibanes. Su madre, padre y hermano murieron en un ataque en Bamiy¨¢n por el hecho de ser hazaras, la etnia m¨¢s odiada por los fundamentalistas, asegura.
Vivir durante a?os en la incertidumbre aboca a los afganos a las situaciones m¨¢s extremas. ¡°A veces escuchamos casos de afganos que se suicidan¡±, reconoce Fawzia. ¡°Ven que pasa un a?o, dos, y nada sucede. Permanecen aqu¨ª sin dinero, ni trabajo. Tampoco tienen la posibilidad de ir a otros pa¨ªses, y no pueden volver a Afganist¨¢n. Caen en depresi¨®n, y se quitan la vida¡±.
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