El incipiente ¡®apartheid¡¯ energ¨¦tico en Sud¨¢frica: placas solares por un lado, barrios a oscuras por otro
Ante los constantes cortes de electricidad, la capacidad fotovoltaica de este pa¨ªs se ha quintuplicado en solo dos a?os, impulsada por el sector privado. Pero, sin planificaci¨®n, advierten algunos expertos, esta revoluci¨®n de las renovables puede agravar las diferencias sociales
De repente, el barrio se queda a oscuras. Algunos vecinos se apresuran a encender linternas y velas. En los supermercados, los clientes se paran en seco, esperando pacientemente a que los generadores se pongan en marcha. Mientras, los negocios que no pueden permitirse bater¨ªas de reserva se limitan a cerrar sus puertas.
Esta escena se ha convertido en habitual en Sud¨¢frica, donde los apagones provocados por una red el¨¦ctrica en mal estado son el pan de cada d¨ªa. Sin embargo, en las ¨²ltimas semanas, las luces de Ajay Lalu han permanecido encendidas. A finales de febrero, este empresario de 50 a?os se atrevi¨® a invertir 5.000 d¨®lares (4.700 euros) en cuatro paneles solares y una bater¨ªa de litio. ¡°El mero hecho de poder apretar el interruptor y saber que la luz se enciende es un alivio¡±, afirma.
En su acomodado barrio a los pies de la Monta?a de la Mesa, en Ciudad del Cabo, los tejados est¨¢n salpicados de paneles solares. Para escapar de los cortes de electricidad de hasta 12 horas al d¨ªa, conocidos localmente como ¡°desbordamiento de carga¡±, cada vez m¨¢s sudafricanos como Lalu optan por la generaci¨®n privada de electricidad, lo que ha impulsado un auge de la energ¨ªa solar sin precedentes. En los dos ¨²ltimos a?os, la capacidad fotovoltaica instalada en tejados se ha quintuplicado. Se prev¨¦ que Sud¨¢frica se convierta en el d¨¦cimo mayor mercado fotovoltaico del mundo en 2024, justo cuando se anticipa un empeoramiento del desbordamiento de carga.
Que los ricos sean los primeros en salir de la crisis energ¨¦tica crea mucha ansiedad y rabiaTrevor Ngwane, presidente de un colectivo de organizaciones comunitarias de las afueras de Johanesburgo
El origen de la crisis el¨¦ctrica sudafricana est¨¢ en las aver¨ªas e interrupciones de su arcaico parque de centrales el¨¦ctricas de carb¨®n. El pa¨ªs a¨²n obtiene el 80% de su energ¨ªa de este combustible f¨®sil, lo que le convierte en el mayor emisor de gases de efecto invernadero del continente, y el 14? del mundo.
En el pa¨ªs m¨¢s desigual del mundo, los activistas alertan del riesgo de que se ahonde en un ¡°apartheid energ¨¦tico¡±. A pocos kil¨®metros de las casas ricas adornadas con paneles solares, los residentes de los municipios con menos recursos son los que m¨¢s sufren los cortes de suministro, afirma Trevor Ngwane, presidente del Frente Unido, un colectivo de organizaciones comunitarias de zonas desfavorecidas de las afueras de Johanesburgo.
En 2001, Ngwane cofund¨® el Comit¨¦ de Crisis El¨¦ctrica de Soweto (SECC, por sus siglas en ingl¨¦s) para ¡°defender los derechos de la clase trabajadora a la electricidad¡±. Durante el anterior r¨¦gimen segregacionista, recuerda, ¡°se utilizaba mano de obra negra barata para extraer el carb¨®n y trabajar en las centrales el¨¦ctricas, pero las zonas negras quedaban a oscuras. La gente pensaba que con el nuevo Gobierno tendr¨ªamos electricidad¡±, afirma.
Las tarifas el¨¦ctricas han aumentado un 300% en los ¨²ltimos 10 a?os, por lo que la electricidad se ha vuelto inasequible para muchos
Las tarifas el¨¦ctricas han aumentado un 300% en los ¨²ltimos 10 a?os, por lo que la electricidad se ha vuelto inasequible para muchos. En las zonas m¨¢s pobres, los residentes suelen establecer conexiones ilegales mediante un laberinto de cables que discurren bajo tierra, entre arbustos y ¨¢rboles, y que la polic¨ªa desmantela peri¨®dicamente. ¡°Los cortes de suministro refuerzan la influencia de Eskom [el proveedor estatal de electricidad] y los ricos sobre la clase trabajadora; les culpan, les exigen el pago, no tienen compasi¨®n¡±, se?ala Ngwane. Aunque todos los esfuerzos para evitar la crisis energ¨¦tica y el cambio clim¨¢tico son positivos, ¡°el que los ricos sean los primeros en salir de la crisis energ¨¦tica crea mucha ansiedad y rabia¡±, a?ade.
Seg¨²n el investigador Germari¨¦ Viljoen, que junto a Felix Dube acaba de publicar un art¨ªculo sobre c¨®mo garantizar una transici¨®n energ¨¦tica justa y eficaz, el Gobierno debe adoptar un ¡°planteamiento polifac¨¦tico¡± que permita a las familias, entre otras cosas, vender su energ¨ªa solar a la red, promover proyectos solares comunitarios y animar a los municipios a invertir en sus propios proyectos de energ¨ªas renovables.
¡°Creemos que todos los sudafricanos deber¨ªan tener derecho a una cantidad b¨¢sica de energ¨ªa limpia¡±, afirma Ngwane. ¡°Queremos una transici¨®n energ¨¦tica justa que respire desde la tierra y beneficie a la gente pobre. La energ¨ªa segura, limpia y asequible es una condici¨®n sine qua non de la existencia moderna¡±.
Seg¨²nViljoen y Dube, la gente que opta por desconectarse de la red se ve frenada por ¡°la incertidumbre sobre las implicaciones legales y financieras¡±.
Un Gobierno reacio
A pesar de los abundantes recursos solares y e¨®licos de Sud¨¢frica, el Gobierno se ha mostrado reacio a invertir en energ¨ªas renovables durante d¨¦cadas. Un programa de energ¨ªas renovables introducido en 2011 solo ha a?adido 6,2 gigavatios a la red (la capacidad total de la red ronda los 58). En comparaci¨®n, las adiciones de placas solares en tejados solo en 2023 ascendieron a 2,6 gigavatios, seg¨²n el proveedor estatal de electricidad Eskom.
La instalaci¨®n de placas solares puede beneficiar tanto a sus propietarios individuales como a la red el¨¦ctrica en general. ¡°Como vivo solo, la mayor parte de la electricidad solar que produzco se devuelve a la red¡±, explica Lalu, el vecino de Ciudad del Cabo. ¡°Estoy contribuyendo de manera positiva a resolver la crisis energ¨¦tica¡±.
Sin embargo, el Gobierno ha hecho poco por aprovechar y fomentar el auge de la energ¨ªa solar privada. En 2024 el Gobierno no renov¨® una exenci¨®n fiscal a la energ¨ªa solar de 2023 que permit¨ªa a los hogares solicitar una rebaja fiscal del 25% por sus paneles solares. En febrero, el Ministro de Electricidad culp¨® de los nuevos cortes de electricidad a las ¡°energ¨ªas renovables no rentables¡±, provocando la ira del sector, al que se atribuye una reducci¨®n significativa del desbordamiento de carga.
Viljoen afirma que Ciudad del Cabo puede considerarse ¡°un l¨ªder¡± en este sector, ya que anima a residentes y empresas a vender su excedente de energ¨ªa verde a la red local. Sin embargo, Lalu afirma que se ha encontrado con ¡°mucha burocracia¡±. Registrar sus paneles solares le llevar¨¢ ¡°de seis a nueve meses¡±, explica, durante los cuales no recibir¨¢ compensaci¨®n alguna por el exceso de energ¨ªa que vierta a la red. ¡°El Gobierno es responsable de la creaci¨®n de la crisis, pero no ha reconocido que el sector privado es en realidad una gran parte de la soluci¨®n¡±, lamenta. ¡°Tenemos que encontrar formas de subvencionar y abaratar el coste de la energ¨ªa solar. Hemos perdido una oportunidad¡±.
Hay otros riesgos asociados a un auge de la energ¨ªa solar no regulado. Como se?ala Viljoen, los municipios sudafricanos dependen en gran medida de los ingresos generados por la venta de electricidad a los residentes. El abandono de la red por parte de los consumidores adinerados podr¨ªa afectar a las finanzas municipales y a ¡°la capacidad de prestar servicios equitativos a todos los residentes, en particular a los de rentas m¨¢s bajas que no pueden permitirse abandonar la red¡±, subraya.
Las autoridades tambi¨¦n han advertido de los riesgos de un ¡°despliegue agresivo¡± de paneles solares en los tejados. Un municipio de Eastern Cape declar¨® el pasado octubre p¨¦rdidas de 350 millones de rands (17 millones de euros) en ventas de electricidad.
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