Represi¨®n, censura y asesinatos: los riesgos de ser periodista de investigaci¨®n en Camer¨²n
En un pa¨ªs con m¨¢s de 600 peri¨®dicos, denunciar casos de corrupci¨®n puede salir muy caro. La ausencia de una ley de libertad de informaci¨®n y el sometimiento de los reporteros a la ley antiterrorista dificulta su trabajo
El periodista de investigaci¨®n camerun¨¦s Chief Bisong Etahoben se salv¨® de la muerte por los pelos en 2021, despu¨¦s de que cuatro hombres lo atacaran una tarde en Great Soppo, en Buea, capital de la regi¨®n suroccidental de Camer¨²n. Etahoben no los reconoci¨®, pero sospechaba por qu¨¦ lo atacaban: por investigar el intento desleal de un magnate camerun¨¦s de conseguir para una empresa brit¨¢nica un puesto de distribuidor internacional en la subregi¨®n de ?frica Central. Etahoben fue agredido, seg¨²n su relato, apenas unas semanas despu¨¦s de rechazar un soborno de 50 millones de francos CFA (cerca de 76.000 euros) que supuestamente le ofreci¨® el empresario para que abandonara sus investigaciones.
¡°Despu¨¦s de que me negara a aceptar una enorme suma de dinero a cambio de abandonar la historia, le pareci¨® que pod¨ªa ocuparse de m¨ª, que pod¨ªa matarme para asegurar sus intereses comerciales¡±, afirma Bisong en conversaci¨®n telef¨®nica, declinando nombrar a su verdugo por miedo a ser se?alado. ¡°Me deber¨ªan haber matado¡±, afirma. ¡°Me destrozaron el ojo derecho, que tuvo que ser operado¡±.
La libertad de prensa sigue amenazada en Camer¨²n, pa¨ªs centroafricano donde se encarcela a periodistas simplemente por hacer su trabajo. En la actualidad hay seis informadores entre rejas; y tres murieron asesinados en 2023. Camer¨²n ocupa el puesto 138 de 180 pa¨ªses en la Clasificaci¨®n Mundial de la Libertad de Prensa 2023 de Reporteros sin Fronteras (RSF). A principios de este a?o, el Comit¨¦ para la Protecci¨®n de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en ingl¨¦s) clasific¨® al pa¨ªs como el tercer peor encarcelador de periodistas, por detr¨¢s de Egipto y Eritrea.
El grado de impunidad de los autores de actos de violencia contra periodistas, incluidos los de investigaci¨®n, sigue siendo muy alto en el pa¨ªsSadibou Marong, director de RSF para el ?frica subsahariana
Al igual que en otros pa¨ªses del ?frica subsahariana, los periodistas de Camer¨²n siguen enfrent¨¢ndose a peligros cada vez mayores debido a sus investigaciones. ¡°Ser¨ªa dif¨ªcil situar a Camer¨²n en una escala de clasificaci¨®n, pero huelga decir que los periodistas de investigaci¨®n no se encuentran en un entorno que les permita trabajar sin temor a represalias¡±, explica Sadibou Marong, director de RSF para el ?frica subsahariana. ¡°El grado de impunidad de los autores de actos de violencia contra periodistas, incluidos los de investigaci¨®n, sigue siendo muy alto. A menudo se enfrentan a amenazas, detenciones arbitrarias y persecuciones¡±, prosigue.
A esto se a?ade la criminalizaci¨®n de los llamados delitos de prensa, como la difamaci¨®n o la calumnia, y la ausencia de una ley de libertad de informaci¨®n. ¡°Luego est¨¢ el dif¨ªcil entorno econ¨®mico de los medios de comunicaci¨®n, que se ve agravado por lo que percibimos como intentos de algunas autoridades de controlar el contenido editorial. Como la mayor¨ªa de los anuncios proceden de instituciones y empresas controladas por el Estado, podr¨ªan utilizarse en favor de medios m¨¢s dispuestos a apoyar a esas autoridades en sus batallas pol¨ªticas¡±.
M¨¢s de 600 peri¨®dicos
En Camer¨²n hay m¨¢s de 600 peri¨®dicos, cerca de 200 emisoras de radio y m¨¢s de 60 canales de televisi¨®n. A pesar de ello, el CPJ afirma que el entorno de libertad de los medios de comunicaci¨®n en el pa¨ªs se ha deteriorado significativamente a lo largo de la ¨²ltima d¨¦cada, y los periodistas independientes se ven obligados a trabajar en un ambiente de represi¨®n, miedo y censura. ¡°Aunque al Gobierno camerun¨¦s le gusta alardear de los centenares de medios de comunicaci¨®n como prueba de un entorno de libertad de prensa diverso y saludable, eso no significa que el periodismo independiente o el periodismo de investigaci¨®n est¨¦n abri¨¦ndose camino¡±, se?ala por mensaje ?ngela Quintal, responsable del Programa para ?frica del CPJ. ¡°Camer¨²n se encuentra entre los peores encarceladores de periodistas en ?frica y, desde 2014, aparece constantemente en nuestro censo anual de periodistas encarcelados en todo el mundo¡±, subraya.
Quintal afirma que, adem¨¢s de detener a periodistas y encarcelarlos, Camer¨²n tambi¨¦n se ha convertido en un pa¨ªs ¡°cada vez m¨¢s peligroso¡± para trabajar, y el asesinato es la ¨²ltima forma de censura. ¡°La brutal tortura y asesinato de Martinez Zogo [un presentador de radio que denunciaba casos de corrupci¨®n] y el asesinato de Jean-Jacques Ola Bebe [sacerdote y comentarista de temas pol¨ªticos y de corrupci¨®n] en 2023 [murieron con dos semanas de diferencia] tuvieron un efecto escalofriante sobre los medios de comunicaci¨®n en Camer¨²n. Algo que tambi¨¦n vimos, aunque con menor intensidad, con la muerte de Samuel Wazizi [presentador de noticias y c¨¢mara] en 2019, bajo custodia policial¡±, afirma. ¡°Es significativo que Camer¨²n empatara en el tercer puesto con M¨¦xico en cuanto al mayor n¨²mero de periodistas asesinados en relaci¨®n con su trabajo el a?o pasado, despu¨¦s de Israel y Gaza (1?) y L¨ªbano (2?), seg¨²n el ¨²ltimo censo anual del CPJ de periodistas encarcelados en todo el mundo, publicado el 1 de diciembre de 2023¡å, concluye.
El calvario de Etahoben en 2021 fue solo uno de los muchos que ha vivido en una carrera que abarca m¨¢s de cinco d¨¦cadas. Este periodista de 72 a?os, que actualmente trabaja como investigador principal para la revista ZAM, publicada en Holanda, ha sido detenido en el ejercicio de su profesi¨®n en varias ocasiones. ¡°Cuando era un joven reportero del Cameroon Times, fui arrestado, retenido durante varios meses y finalmente juzgado por un tribunal militar en relaci¨®n con lo que se conoci¨® popularmente como el caso Ernest Ouandi¨¦¡å, recuerda Etahoben.
Se refiere al l¨ªder de la guerrilla opositora UPC, perseguido primero por las fuerzas coloniales francesas, y despu¨¦s de la independencia, por el Gobierno camerun¨¦s. Ouandi¨¦ fue detenido el 19 de agosto de 1970 y ejecutado el 15 de enero de 1971. ¡°Fui acusado de traici¨®n por contradecir un comunicado oficial de la Presidencia de la Rep¨²blica¡±, explica Etahoben, por publicar que Ouandie se hab¨ªa entregado a las autoridades en contra de la versi¨®n oficial de que hab¨ªa sido capturado, pues, seg¨²n los fiscales, pod¨ªa ridiculizar al Gobierno al dar a entender que no hab¨ªa sido capaz de arrestarlo.
Tambi¨¦n ha participado en investigaciones period¨ªsticas, trabajando de inc¨®gnito, sobre algunos pa¨ªses africanos, como algunas sobre diligencia debida en relaci¨®n con varios pesos pesados de la pol¨ªtica y la empresa africanas (presidentes y primeros ministros incluidos). ¡°No me identificaron, lo que explica que nunca me hayan encarcelado por mi trabajo de investigaci¨®n¡±, afirma. Pero la historia de Etahoben dista mucho de ser ¨²nica. Los periodistas que se dedican al periodismo de investigaci¨®n en Camer¨²n comparten historias similares de amenazas y peligros.
Las amenazas que recib¨ª eran tan aterradoras que tuve que apagar el tel¨¦fono durante un tiempoAmindeh Blaise Atabong, reportero camerun¨¦s independiente
Amindeh Blaise Atabong, reportero camerun¨¦s independiente que trabaja para publicaciones internacionales como Reuters, Semafor Africa, Equal Times y Quartz Africa, cuenta que recibi¨® varias amenazas en 2016 por investigar a funcionarios de seguridad y personal m¨¦dico supuestamente confabulados con un falso agente de Cruz Roja para desplumar a centenares de estudiantes universitarios en un programa ficticio de reclutamiento de voluntarios. ¡°Cuando el agente descubri¨® que yo era periodista, hizo que varios hombres me atacaran. Consegu¨ª escapar, pero no sin el cuerpo ensangrentado y maltrecho, lleno de magulladuras¡±, asegura.
En otra ocasi¨®n, Atabong se vio obligado a abandonar una historia debido a las amenazas. ¡°El reportaje ten¨ªa que ver con un controvertido profeta de la ciudad de Buea implicado en numerosos casos de abusos sexuales, torturas y explotaci¨®n econ¨®mica de seguidores¡±, explica. ¡°Las amenazas eran tan aterradoras que tuve que apagar el tel¨¦fono durante un tiempo, evit¨¦ viajar a Buea y acab¨¦ abandonando la investigaci¨®n¡±, confiesa.
Christian Locka, reportero de investigaci¨®n camerun¨¦s galardonado que se dedica a sacar a la luz casos de corrupci¨®n, finanzas il¨ªcitas, violaciones de los derechos humanos y delincuencia organizada, afirma que ha desarrollado una piel dura ante el hostil entorno medi¨¢tico de Camer¨²n. Fue detenido y encarcelado en la regi¨®n del Extremo Norte en 2014 mientras investigaba el secuestro de un sacerdote franc¨¦s por militantes de Boko Haram. ¡°Para hacer periodismo de investigaci¨®n en Camer¨²n hay que dejarlo todo en manos de Dios. He recibido varias amenazas por denunciar irregularidades en mis art¨ªculos. Pero nunca he abandonado una historia porque me intimidaran¡±, asegura en conversaci¨®n telef¨®nica.
En 2019, Locka decidi¨® crear el proyecto The Museba, con la intenci¨®n de que fuera un medio informativo independiente y sin ¨¢nimo de lucro que se ocupara de reportajes de investigaci¨®n y formaci¨®n de periodistas en la subregi¨®n de ?frica Central. ¡°?ramos conscientes de que la mayor¨ªa de los periodistas de la regi¨®n no estaban suficientemente preparados ni formados en el periodismo de investigaci¨®n. Los que estaban interesados carec¨ªan de mentores que los prepararan para ello. Y faltaba financiaci¨®n para llevar a cabo periodismo de investigaci¨®n¡±, explica.
Difamaci¨®n y calumnia
La difamaci¨®n y la calumnia siguen siendo delitos penales en Camer¨²n. Un veredicto de culpabilidad puede significar una pena de prisi¨®n de hasta seis meses y una cuantiosa multa. La penalizaci¨®n de los delitos de prensa ha obligado a los periodistas a ejercer la autocensura. El pa¨ªs carece de una ley sobre la libertad de informaci¨®n, que obligar¨ªa a las fuentes oficiales a revelar informaci¨®n p¨²blica. ¡°La falta de una ley es otro ejemplo de que el Gobierno no est¨¢ comprometido con la transparencia y la rendici¨®n de cuentas¡±, opina Quintal, del CPJ.
Menos de 30 pa¨ªses africanos han promulgado una ley de libertad de informaci¨®n. Aunque la norma puede considerarse un avance y una oportunidad para que los periodistas soliciten documentos e informaci¨®n de inter¨¦s p¨²blico, Marong, de RSF, se?ala que hay pa¨ªses con normas de este tipo en los que los periodistas ¡°siguen teniendo dificultades¡± para acceder a la informaci¨®n p¨²blica. ¡°Por ejemplo, Togo, con una ley de acceso a la informaci¨®n, no es mejor que Senegal, que carece de ella¡±, afirma. ¡°Pero en ?frica, creemos que es crucial para el continente y ya es hora de que Camer¨²n tenga una. Sin embargo, tenemos que estar atentos al comportamiento de las autoridades o a su intenci¨®n de conceder a los ciudadanos una ley de acceso a la informaci¨®n con ese nombre, pero vac¨ªa en lo que se refiere a progreso y contenido¡±.
Nseme Stephen Ndode, profesor de Periodismo y Comunicaci¨®n de Masas en la Universidad camerunesa de Buea, cree que la creaci¨®n de una asociaci¨®n o sindicato de periodistas fuerte y unido podr¨ªa cambiar las cosas. ¡°No existe una plataforma com¨²n para defender los derechos colectivos¡±.
Procesados como terroristas
Otro instrumento legal que influye en el funcionamiento del periodismo y limita la informaci¨®n en Camer¨²n es la ley antiterrorista promulgada en 2014. En virtud de ella, el Gobierno puede calificar a los informadores de ¡°terroristas¡± y procesarlos en tribunales militares. M¨¢s de una docena de profesionales han sido detenidos o forzados al exilio desde su aprobaci¨®n, acusados de hostilidad contra la patria, secesi¨®n, propagaci¨®n de noticias falsas, insurrecci¨®n, incitaci¨®n a la guerra civil y complicidad en actos de terrorismo.
¡°Hemos visto c¨®mo se utilizaba contra periodistas que cubr¨ªan la insurrecci¨®n de Boko Haram en el norte de Camer¨²n y, por supuesto, vimos un repunte de su uso contra periodistas cuando comenz¨® la crisis angl¨®fona [la guerra civil entre los separatistas en las regiones de habla inglesa y el Gobierno], a finales de 2016, con varios periodistas acusados y detenidos¡±, afirma Quintal. Seg¨²n ella, la ley antiterrorista ha hecho ¡°casi imposible¡± que los reporteros investiguen y denuncien la corrupci¨®n, por ejemplo, en relaci¨®n con las adquisiciones militares en las regiones del pa¨ªs afectadas por el conflicto.
Marong, de RSF, afirma que esta ley restringe derechos fundamentales, ya que da una definici¨®n de terrorismo ¡°demasiado amplia¡±, que podr¨ªa servir para criminalizar el derecho a la libertad de expresi¨®n. Pero Ndode, especialista en comunicaci¨®n, sostiene que, en la medida en que afecta a todas las facetas de la sociedad camerunesa, no perjudica especialmente a los periodistas. ¡°Si se mantienen fieles a s¨ª mismos y evitan los reportajes partidistas, la informaci¨®n tendenciosa, el periodismo del odio y la incitaci¨®n a la violencia, creo que la ley no les perseguir¨¢¡±, afirma.
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