El imperialismo espa?ol como origen de la deshumanizaci¨®n del negro y de 500 a?os de racismo
La exposici¨®n ¡®Un r¨¦quiem por la humanidad¡¯, en Madrid, muestra los materiales que han contribuido a denigrar a los africanos desde el Renacimiento
¡°Basta verle la cara para comprender que se trata de un aut¨¦ntico negro nacido al calor ¡ªcalor de fuego¡ª de los tr¨®picos africanos, all¨ª donde la selva, con sus mil bellezas y peligros, hace imposible la vida del hombre civilizado¡±. As¨ª comienza el art¨ªculo que abre la portada de la revista Algo. Ilustraci¨®n popular el 14 de septiembre de 1935, con el primer plano enorme de un ni?o negro, cuyos padres ¡°se embriagar¨¢n con bebidas fermentadas fabricadas por ellos mismos (...). Ir¨¢n desnudos o vestir¨¢n viejas prendas de corte europeo, adquiridas tal vez a un viajero aprovechado (...) no por pudor, que no existe en muchos pueblos de inferior cultura, sino por vanidad o coqueter¨ªa (...)¡±.
Este documento forma parte de los Archivos Negros, una mezcla de materiales, tanto sesudos como populares, entre los cuales hay art¨ªculos, libros, carteles, anuncios, y hasta canciones, como la del Cola Cao, todos con el nexo com¨²n de que han contribuido a denigrar, animalizar, invisibilizar, y, en ¨²ltima instancia, a deshumanizar la figura del hombre negro en Espa?a desde el Renacimiento, a presentarlo como una falla del hombre blanco. La colecci¨®n forma parte de Un r¨¦quiem por la humanidad, deshumanizaciones, poder y futurismos negros, una exposici¨®n inaugurada el s¨¢bado en La Casa Encendida, en Madrid, donde se puede ver de forma gratuita hasta el 15 de septiembre.
¡°En un momento de tensi¨®n racial como el actual, es una invitaci¨®n a reflexionar¡±, asegura su comisaria, Tania Safura Adam (Maputo, Mozambique, 1979), durante un recorrido guiado el jueves por esta peque?a muestra, de contenido ¡°sensorial¡±. La investigadora, periodista y fundadora de Radio ?frica, una plataforma de difusi¨®n del arte y cultura negros, achaca el auge actual de movimientos de ultraderecha y de los discursos antinmigratorios a ¡°una clara defensa del supremacismo blanco¡±.
La muestra es, por tanto, una ¡°invitaci¨®n a deconstruir este discurso, que es muy peligroso¡±, expone Adam. La exposici¨®n ocupa dos salas. La primera, Deshumanizaci¨®n, donde se exponen los documentos mencionados, parte, como explica Adam, de la tesis de que esta se inicia en Espa?a, con el imperialismo y la Controversia de Valladolid, en la que fray Bartolom¨¦ de las Casas, en defensa de los ind¨ªgenas americanos, propone esclavizar a los negros de ?frica.
¡°Desde la trata transatl¨¢ntica, hay instrumentos de deshumanizaci¨®n, jur¨ªdicos, en el arte, la literatura, el cine...¡±, explica Adam, que alimentan un mundo antinegro, algunos tan inocentes como el cuento que muestra con graciosos dibujos a un ni?o frot¨¢ndose en la ba?era ¡°porque no quiere ser negrito¡±.
En esta sala se puede visionar Amnesia colonial (estupor), una pel¨ªcula de Claudia Claremi (Madrid, 1986), que reconstruye, con im¨¢genes y sonidos, la Cabalgata de Reyes Magos de 2020 en la ciudad alicantina de Alcoy. En el desfile, una tradici¨®n que se remonta a 1885, participan cientos de j¨®venes con la cara pintada de negro y los labios de rojo, en un blackface colectivo que est¨¢ ¡°perfectamente normalizado¡± entre los vecinos, describe la realizadora.
Otra pel¨ªcula que se proyecta es el cl¨¢sico de 1915 El nacimiento de una naci¨®n, de D. W. Griffith, alabada t¨¦cnicamente, pero pol¨¦mica por su argumento, que defend¨ªa el supremacismo blanco y populariz¨® al Ku Klux Klan en Estados Unidos. Tambi¨¦n se puede ver el proyecto en v¨ªdeo Ils/elles vous re-gardent aussi, de Sybil Coovi Handemagnon (Par¨ªs, 1988), unos inquietantes bustos con la mirada animada, basados en im¨¢genes de las colecciones frenol¨®gicas del Museo del Hombre de Par¨ªs, y que, como su t¨ªtulo indica, miran de vuelta al visitante. ¡°Cuestionan la presencia de obras fruto de la expoliaci¨®n colonial en los museos antropol¨®gicos¡±, explica la artista.
En el espacio entre esta sala y la siguiente, los t¨ªtulos de 45 libros llenan la pared. Es una selecci¨®n de ensayos, poes¨ªa y prosa de autores negros de ?frica y de la di¨¢spora. Comienza con Relato de la vida de Olaudah Equiano, El africano. Autobiograf¨ªa de un esclavo liberto, en 1789, y termina con El pueblo afrodescendiente, de Quince Duncan, en 2012. En medio, obras de Richard Wright, Tony Morrison, Cheikh Anta Diop o Angela Davis.
A trav¨¦s de ellas, los autores toman el poder mediante la palabra, y abren el camino hacia la segunda sala, Re-humanizaci¨®n, en la que se exponen obras audiovisuales como Postcolonial Dilemma, del colectivo art¨ªstico Kongo Astronauts, y libros que se enmarcan en el ¨¢mbito de ¡°las mitolog¨ªas, los futurismos negros y la ciencia ficci¨®n¡±, describe Adam, que se pueden ojear acompa?ados de la m¨²sica de Alice Coltrane o Sun Ra.
Como colof¨®n, el visitante puede llevarse un ejemplar de El cometa, un cuento de ciencia ficci¨®n del soci¨®logo y activista afroamericano W.E.B. Du Bois publicado en 1920, que especula sobre la relaci¨®n entre una mujer blanca rica y un hombre negro, ¨²nicos supervivientes tras la ca¨ªda de un cometa en Nueva York. ¡°La poblaci¨®n negra siempre ha sido futurista, los movimientos abolicionistas necesitaban un pensamiento ut¨®pico para pensarse m¨¢s all¨¢¡±, afirma la comisaria.
Puedes seguir a Planeta Futuro en X, Facebook, Instagram y TikTok y suscribirte aqu¨ª a nuestra ¡®newsletter¡¯.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.