De los laboratorios a las aldeas de Kenia: ?pueden los mosquitos transg¨¦nicos acabar con la malaria end¨¦mica en Kenia?
El pa¨ªs africano se est¨¢ preparando para combatir la malaria con mosquitos modificados gen¨¦ticamente, como lo han hecho Burkina Faso o Yibuti. Estas son las claves de una tecnolog¨ªa prometedora, que suscita a la vez numerosas cr¨ªticas
El 94% de los casos de malaria registrados en 2023 se concentraron en pa¨ªses africanos, seg¨²n la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS). Las mujeres embarazadas y los ni?os menores de 5 a?os corren un mayor riesgo de contraer esta enfermedad causada por el par¨¢sito Plasmodium que se transmite a trav¨¦s de las picaduras de las hembras del mosquito Anopheles.
En Kenia se han conseguido importantes avances a la hora de reducir la propagaci¨®n del paludismo, sobre todo en la ¨²ltima d¨¦cada, durante la cual la incidencia nacional de la enfermedad ha disminuido un 50%. Este ¨¦xito puede atribuirse a diversas medidas, como la fumigaci¨®n de interiores con insecticidas de acci¨®n residual, la distribuci¨®n masiva de mosquiteras y la adopci¨®n de las vacunas recomendadas por la OMS. Sin embargo, la malaria constituye todav¨ªa un reto persistente, ya que sigue siendo end¨¦mica en la regi¨®n. Seg¨²n la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en ingl¨¦s), debido a factores como la altitud, las lluvias y la temperatura, el 75% de la poblaci¨®n de Kenia corre el riesgo de contraer la malaria.
¡°La elevada carga de paludismo en ?frica, agravada por el cambio clim¨¢tico, subraya la urgente necesidad de soluciones innovadoras como los mosquitos modificados gen¨¦ticamente¡±, declara Helen Jamet, directora adjunta de Control de Vectores de la Malaria de la Fundaci¨®n Bill y Melinda Gates.
Tras un estudio de viabilidad llevado a cabo por el Imperial College de Londres y el Instituto de Investigaci¨®n M¨¦dica de Kenia (KEMRI, por sus siglas en ingl¨¦s), el pa¨ªs africano est¨¢ preparado en cuanto a recursos y es apto para utilizar la tecnolog¨ªa de mosquitos modificados gen¨¦ticamente (MG) para reducir la propagaci¨®n de la malaria. Sin embargo, su aplicaci¨®n a¨²n est¨¢ por confirmar. ?Es esta la pieza que falta para lograr cero casos de paludismo en Kenia, ?frica y el resto del mundo?
?Qu¨¦ son los mosquitos modificados gen¨¦ticamente?
Los mosquitos modificados gen¨¦ticamente son versiones de mosquitos salvajes con uno o dos genes introducidos en su ADN. Estos mosquitos se producen en masa en laboratorios mediante la implantaci¨®n de genes que no est¨¢n presentes de forma natural en el mosquito.
¡°Estas modificaciones est¨¢n dise?adas para lograr dos objetivos principales: reducir el n¨²mero de mosquitos haciendo que produzcan cr¨ªas no viables o hacer que los mosquitos sean incapaces de transmitir enfermedades interrumpiendo el ciclo de vida de pat¨®genos como el par¨¢sito de la malaria¡±, explica Jamet.
?C¨®mo funcionan?
Existen dos clases de tecnolog¨ªa. La primera se denomina ¡°Tecnolog¨ªa de impulso gen¨¦tico¡±, o tecnolog¨ªa dirigida [gene drive technology en ingl¨¦s], y est¨¢ dise?ada para propagar un rasgo gen¨¦tico en una poblaci¨®n local de mosquitos. Por ejemplo, puede estar dirigida a transmitir rasgos gen¨¦ticos que reduzcan la capacidad de propagaci¨®n de enfermedades de una poblaci¨®n de mosquitos en una zona, hacer que los mosquitos hembra sean menos capaces de propagar enfermedades, o reducir el n¨²mero de hembras en la poblaci¨®n.
Luego est¨¢ el segundo tipo, conocido como tecnolog¨ªa gen¨¦tica autolimitante. Neil Morrison, director de Estrategia de Oxitec, una empresa de biotecnolog¨ªa que crea insectos modificados gen¨¦ticamente para controlarlos y mejorar la seguridad alimentaria y la salud p¨²blica, explica: ¡°El objetivo de esta tecnolog¨ªa es liberar mosquitos macho que no piquen para que se apareen con hembras locales que propaguen enfermedades. Las hembras de su descendencia no pueden sobrevivir, de modo que, en pocas generaciones despu¨¦s de haber empezado a liberar estos mosquitos macho amistosos, el n¨²mero de hembras disminuye, y, por tanto, la poblaci¨®n de mosquitos cae en picado¡±.
?D¨®nde se est¨¢ aplicando?
Mientras Kenia se plantea adoptar esta tecnolog¨ªa, otros pa¨ªses ya lo est¨¢n haciendo. El primer pa¨ªs africano en implantarla fue Burkina Faso, en 2019. En la ciudad de Bana, se utilizaron para la investigaci¨®n 6.400 mosquitos est¨¦riles sin impulso gen¨¦tico y 8.500 no modificados. Uno de los aspectos m¨¢s destacados de este estudio fue que los mosquitos macho est¨¦riles no sobrevivieron tanto tiempo como los mosquitos no modificados.
Yibuti es otro pa¨ªs que ha adoptado esta tecnolog¨ªa. La historia de la malaria en este pa¨ªs de ?frica oriental es muy interesante. En 2012, la malaria estaba pr¨¢cticamente erradicada en su totalidad, hasta que el Anopheles Stephensi, mosquito invasor originario de la Pen¨ªnsula Ar¨¢biga y el sur de Asia, prosper¨® en las zonas urbanas , haciendo que los casos de malaria volvieran a alcanzar niveles m¨¢ximos. Con la aprobaci¨®n de las autoridades de Yibuti, Oxitec y la Fundaci¨®n Gates desarrollaron un Anopheles Stephensi amistoso.
¡°En mayo empezamos a liberar nuestros mosquitos macho amistosos en Yibuti. Estamos justo al principio del recorrido. Con estas primeras sueltas, lo que intentamos es comprender el comportamiento de nuestros mosquitos macho, saber ad¨®nde van y cu¨¢nto tiempo viven en el medio ambiente. Y luego, el siguiente paso ser¨¢ empezar a soltarlos en toda la comunidad¡±, explica Morrison.
Seg¨²n Morrison, Oxitec ha liberado m¨¢s de 1.000 millones de mosquitos transg¨¦nicos en varias partes del mundo, pero su principal logro lo ha conseguido en Brasil, donde, utilizando la tecnolog¨ªa, supuestamente han contenido en un 95% el mosquito Aedes aegypti causante del dengue en las comunidades urbanas.
?Por qu¨¦ es tan criticada esta tecnolog¨ªa?
Mientras Kenia se prepara para adoptar esta audaz tecnolog¨ªa, que se asemeja a la idea de poner a un ladr¨®n a atrapar a otro ladr¨®n, las voces de los esc¨¦pticos son tan fuertes como las de los defensores.
Organizaciones, grupos e individuos han empezado a cuestionar esta tecnolog¨ªa, expresando su preocupaci¨®n por los posibles efectos ecol¨®gicos negativos, la falta de leyes adecuadas y los escasos estudios que se han llevado a cabo.
En relaci¨®n con el experimento realizado en Bana, por ejemplo, la organizaci¨®n francesa Inf¡¯OGM ha afirmado que no se llev¨® a cabo ninguna evaluaci¨®n de riesgos independiente, sobre todo en lo relativo a la bioseguridad. Adem¨¢s, la organizaci¨®n denunciaba que el proyecto carec¨ªa de participaci¨®n p¨²blica y del visto bueno de la comunidad local.
Otra preocupaci¨®n es el desarrollo de pat¨®genos desconocidos que podr¨ªan acabar perjudicando a los humanos, el impacto ecol¨®gico en la cadena alimentaria y la transformaci¨®n de los mosquitos modificados gen¨¦ticamente en organismos m¨¢s potentes para la propagaci¨®n de enfermedades. Tambi¨¦n desde el punto de vista ¨¦tico, dado que la tecnolog¨ªa est¨¢ m¨¢s bien en sus fases iniciales, algunas comunidades podr¨ªan tener la sensaci¨®n de que se las est¨¢ utilizando como cobayas.
Sin embargo, Helen Jamet defiende que todo est¨¢ bajo control. ¡°Estas preocupaciones son importantes y reflejan la necesidad de un planteamiento prudente y basado en la ciencia. En el caso de los mosquitos modificados tradicionales, como, por ejemplo, los desarrollados por Oxitec, se crean mecanismos de seguridad para limitar su persistencia en el medio ambiente, como dise?ar mosquitos que no puedan sobrevivir m¨¢s all¨¢ de unas cuantas generaciones. Esto resulta muy apropiado para el control focal o urbano de la malaria, ya que proporciona una protecci¨®n localizada, temporal y reversible¡±, remacha.
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