J¨®venes, ricos¡ y (algunos) adem¨¢s fil¨¢ntropos, abanderados de la justicia social
Dos organizaciones anglosajonas agrupan a herederos afortunados dispuestos a compartir sus recursos por el bien com¨²n
?Un rico heredero dispuesto a distribuir o a renunciar a su patrimonio por escr¨²pulos o por mala conciencia? Yo solo he visto el caso en una serie de ficci¨®n de ARTE, Victoria. Una doncella al servicio de la reina Victoria de Inglaterra recibe en uno de los episodios una cuantiosa herencia de un familiar que ha hecho fortuna en los Estados Unidos. Renuncia a ella ipso facto cuando descubre que su nuevo tesoro consiste en la posesi¨®n de varias personas de raza negra, hombres, mujeres y ni?os, susceptibles de ser vendidos a muy buen precio en el mercado de esclavos. Decide redimirlos a todos y de manera gratuita.
Hoy, algunos ricos herederos ¨Cno de ficci¨®n, sino de carne y hueso¨C sienten igualmente mala conciencia. No porque su capital proceda del tr¨¢fico de seres humanos, sino porque su fortuna se fundamenta sobre la explotaci¨®n en el trabajo, el comercio de energ¨ªas f¨®siles o les provoca verg¨¹enza. Simplemente, por disponer de un capital tan monstruoso cuando a la vez son espectadores de la crisis galopante que atraviesa el mundo.
Resource Generation es una organizaci¨®n estadounidense con miembros de entre 18 y 35 a?os, una ¡°comunidad multirracial¡±, seg¨²n se lee en su web. Todos vienen de familias acomodadas y est¨¢n dispuestos a luchar por la justicia social, la redistribuci¨®n justa de la riqueza, de la tierra y del poder, y para obtener este objetivo no dudan en poner su dinero sobre la mesa. Esta entidad, que fue creada en el lejano 1995, organiza este pr¨®ximo mes de noviembre el encuentro MMMC (making money make a change, en espa?ol, haciendo que el dinero provoque el cambio). All¨ª esperan reunir a miles de j¨®venes norteamericanos deseosos de generar el cambio en su entorno gracias a su compromiso y a su generosidad.
La asociaci¨®n norteamericana tiene una hermana gemela al otro lado del Atl¨¢ntico, Resource Justice. Se definen como una comunidad de personas progresistas de Gran Breta?a que disponen de dinero y de privilegios de clase y que quieren luchar por las mismas causas que Resource Generation. La organizaci¨®n naci¨® hace no mucho, en el 2018, a imagen y semejanza de su hermana estadounidense.
Los impulsores empezaron cursando una formaci¨®n de seis meses sobre las desigualdades econ¨®micas y estructurales. Las sesiones se organizan en reuniones de grupos peque?os de personas donde as¨ª poder abordar cuestiones tab¨² sobre el dinero, la familia y los privilegios de clase. Todo ello con el objetivo de que cada participante llegue a formular sus objetivos personales de redistribuci¨®n y establezca asociaciones tambi¨¦n individuales con organizaciones que luchan por transformar el mundo en uno mejor.
No solo quieren educar a los j¨®venes para que comprendan que su riqueza se enra¨ªza en un sistema injusto de repartici¨®n. Adem¨¢s, abogan por cambiar el concepto de la filantrop¨ªa, puesto que el actual, seg¨²n afirman en su web, no hace sino exacerbar las diferencias y reproduce muchas de las din¨¢micas de poder de la sociedad actual.
Cada vez son m¨¢s los empresarios que deciden no legar todo su patrimonio a sus hijos, sino donar una parte a organizaciones que tienen un lugar especial en su coraz¨®n
No me consta que en Francia exista una organizaci¨®n que pueda compararse a Resource Justice o a Resource Generation. S¨ª que va calando, sin embargo, la conciencia de que los privilegios econ¨®micos y de clase est¨¢n algo demod¨¦. Le¨ªa en Le Monde que cada vez son m¨¢s los empresarios que deciden no legar todo su patrimonio a sus hijos, sino donar una parte a organizaciones que tienen un lugar especial en su coraz¨®n, como las que defienden el medio ambiente, la justicia social o, simplemente, porque invierten en el territorio.
En un estilo m¨¢s cl¨¢sico y a escala planetaria, la iniciativa Giving Pledge auspiciada por los acaudalados Warren Buffet y Bill Gates agrupa desde el 2010 a multimillonarios que se comprometen a donar la mayor parte de su patrimonio para financiar causas caritativas. Hoy son m¨¢s de 230 personas procedentes de 28 pa¨ªses. Ning¨²n franc¨¦s en la lista y por poder, podr¨ªa haberlos.
De hecho, algunos multimillonarios siguen viviendo en la pospandemia y despu¨¦s del estallido de la guerra de Ucrania, como si nada hubiera pasado. Tiene su gracia la cuenta Instagram L¡¯avion de Bernard, que sigue la ruta del jet privado del franc¨¦s Bernard Arnaut, propietario del grupo LVMH, y uno de los hombres m¨¢s ricos del mundo. La cuenta, lanzada en mayo pasado, especifica que no persigue a la persona, sino ¨²nicamente los trayectos de su avi¨®n, para denunciar de alguna manera que el estilo de vida de los h¨ªper ricos no ayuda, por decirlo de manera eufem¨ªstica, a la lucha contra el cambio clim¨¢tico. Un d¨ªa publicaron, por ejemplo, que para limitar el calentamiento a 2 ¡ãC se debe emitir como m¨¢ximo dos toneladas de di¨®xido de carbono por persona y a?o. El vuelo Par¨ªs-Mil¨¢n de Bernard Arnaut de ese d¨ªa emiti¨® tres toneladas ¨¦l solito. Los n¨²meros cantan.
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