Una odisea contra la poluci¨®n del pl¨¢stico y a favor de los pa¨ªses del Sur

?Cu¨¢ntos h¨¦roes m¨¢s o menos an¨®nimos se han echado al mar a recoger el pl¨¢stico abandonado en estas ¨²ltimas d¨¦cadas? Algunos son ciudadanos preocupados por la higiene de la playa de su ciudad; otros son cient¨ªficos inquietos por el devenir de corales y otras especies marinas. Estos d¨ªas he descubierto a otro h¨¦roe m¨¢s, alguien igualmente interesado en liberar al oc¨¦ano de la plaga del pl¨¢stico, pero tambi¨¦n preocupado por empoderar a las personas de los pa¨ªses del Sur.

Tiene mucho sentido si tenemos en cuenta que el 90% de la contaminaci¨®n de pl¨¢stico se encuentra en los pa¨ªses emergentes. ?Y si ellos dispusieran de igual acceso que nosotros a tecnolog¨ªa, al conocimiento y a los recursos necesarios para combatir al enemigo?

Este es el objetivo ¨²ltimo de Plastic Odyssey, una odisea, como su propio nombre indica. Se trata de un barco laboratorio que zarp¨® el septiembre pasado del puerto de Marsella, en el sureste de Francia, para recorrer 30 puertos de ?frica y Am¨¦rica durante tres a?osurante el trayecto hacer escalas para educar a los j¨®venes en las t¨¦cnicas de la reducci¨®n y reciclaje del pl¨¢stico y ayudar a los emprendedores locales a desarrollar sus ideas y convertirlas en empresas.

Microempresas que aprovechar¨¢n el pl¨¢stico como un recurso y no como un desecho y que adem¨¢s generar¨¢n empleo. Y toda innovaci¨®n ingeniosa y poco costosa se difunde en c¨®digo abierto para que pueda ser replicada en cualquier otra parte del mundo. El objetivo es ambicioso: transformar el c¨ªrculo vicioso en uno virtuoso a trav¨¦s de una red mundial de iniciativas locales. La expedici¨®n busca crear una ¡°gran comunidad de recicladores¡± porque acompa?ar¨¢n en sus proyectos a m¨¢s de 200 repartidos por todo el mundo.

Al tim¨®n de esta aventura mar¨ªtima se encuentra Simon Bernard, un joven franc¨¦s oficial de la marina mercante de formaci¨®n, que decidi¨® invertir sus esfuerzos en los oc¨¦anos. La idea le vino en una escala en Dakar, Senegal, en el 2016, donde se sorprendi¨® con la cantidad de poluci¨®n de pl¨¢stico y a la vez del ingenio de las personas para reciclar y recuperar cualquier tipo de residuo. Se dijo a s¨ª mismo que si las tecnolog¨ªas de reciclaje, reservadas a unos pocos, fueran de dominio p¨²blico, no solo desaparecer¨ªa la contaminaci¨®n, sino que adem¨¢s se generar¨ªan muchos empleos.

La organizaci¨®n ha ayudado a que Cabo Verde aportar soluciones para reciclar los desechos arrastrados a la isla deshabitada de Santa Luzia, que ha visto amenazada la supervivencia de las tortugas bobas

Bernard lucha contra la contaminaci¨®n mar¨ªtima y lo hace en tierra firme. Hasta la fecha se han sucedido las expediciones que ten¨ªan por objetivo rescatar tanto pl¨¢stico como fuera posible mar adentro, como es el caso de Ocean clean up. Para Bernard, estas iniciativas no tienen mucho sentido porque el pl¨¢stico acaba en el fondo de los oc¨¦anos, a los que no se puede acceder, o se disuelve en micropart¨ªculas. Los cient¨ªficos lo llaman ¡°el misterio del pl¨¢stico¡±. Se sabe que existe, pero no sabemos exactamente d¨®nde se encuentra. El que flota es solo, por as¨ª decirlo, la punta del iceberg. As¨ª que es mejor actuar en tierra antes de que el pl¨¢stico sea desechado y acabe en el agua.

El marine destaca, de entre las experiencias vividas, la del campo de refugiados de Chatila, en L¨ªbano, donde un emprendedor da trabajo a 150 j¨®venes que recogen los desechos de pl¨¢stico del campo y los transforman en canalizaciones por donde hacer pasar los cables el¨¦ctricos. Tambi¨¦n le impact¨® conocer a la comunidad de cristianos coptos egipcios, que recogen y reciclan las dos terceras partes de la basura de El Cairo. Han conseguido poner en marcha, de manera informal, uno de los sistemas de selecci¨®n y reciclaje de basuras m¨¢s eficaz del mundo.

Las historias de ¨¦xito y de superaci¨®n dejan ya estela all¨¢ por donde pasa el barco. Plastic Odyssey colabora con socios en el terreno para implantar peque?as plantas de reciclado de pl¨¢sticos con contenedores llave en mano. En 2022, se instalaron dos en Togo y Guinea. En la costa occidental de Marruecos, Plastic Odyssey form¨® a equipos para reciclar residuos pesqueros.

En Guinea, la organizaci¨®n ayud¨® a una empresaria a mejorar su centro de reciclaje y en Cabo Verde aport¨® soluciones para reciclar los desechos arrastrados a la isla deshabitada de Santa Luzia, que amenazan la supervivencia de las tortugas bobas en zonas protegidas. Tambi¨¦n, ayud¨® a instalar cuatro m¨¢quinas en Burkina Faso, utilizadas por un peque?o centro de reciclaje dirigido por mujeres, que ahora pueden crear nuevos objetos, como mesas y sillas para escuelas o muebles y techos para casas.

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