Defender los derechos de las mujeres tambi¨¦n con tu consumo
Cada vez m¨¢s personas somos conscientes de los impactos positivos (o negativos) que nuestra manera de consumir genera en el planeta, en lo medioambiental, econ¨®mico o social
Nuestro consumo tambi¨¦n puede contribuir al avance en la igualdad de g¨¦nero. Hoy, 8 de marzo, nos gustar¨ªa resaltarlo. En esta fecha en la que alzamos a¨²n m¨¢s la voz para denunciar la vulneraci¨®n de derechos esenciales, las organizaciones de comercio justo reivindicamos los derechos de las mujeres de todo el planeta. Porque si bien es cierto que en ning¨²n pa¨ªs hay una igualdad real, las realidades de la poblaci¨®n femenina son m¨¢s injustas en unas regiones que en otras.
En el empleo, por ejemplo. En todo el mundo, por cada 10 hombres que trabajan, solo seis mujeres est¨¢n empleadas. Una problem¨¢tica que se agudiza en algunas zonas como Oriente Pr¨®ximo y el Magreb, donde el desempleo femenino es el doble que el masculino. O en Asia, donde, de media, las mujeres tienen un 70% menos de probabilidades que los hombres de incorporarse a la fuerza laboral. La diferencia salarial es otro ejemplo significativo: a nivel global, de media ellas ganan un 23% menos que ellos, seg¨²n datos de Naciones Unidas.
Soy la primera mujer de mi familia que trabaja, me siento orgullosa de ello y adem¨¢s soy un ejemplo para la generaci¨®n m¨¢s jovenGuddiva Yadav, trabajadora textil
Ponemos el ejemplo del empleo porque es una de las caras m¨¢s visibles y tangibles que reflejan la discriminaci¨®n de la mujer. Pero, adem¨¢s, porque la vulneraci¨®n de este derecho a menudo est¨¢ vinculada con la de otros tambi¨¦n esenciales, como el derecho a la educaci¨®n, la participaci¨®n social, el desarrollo personal, la autonom¨ªa o la protecci¨®n de la integridad f¨ªsica frente a situaciones de violencia.
Ante ello, no es casualidad que el comercio justo tenga como uno de sus principios esenciales la igualdad de g¨¦nero. Por tanto, las organizaciones de este movimiento internacional, entre otros aspectos, favorecen el empleo de las mujeres, con salarios dignos, estables e igualitarios y su presencia en los ¨®rganos de direcci¨®n. Adem¨¢s, se garantizan las prestaciones durante el embarazo y la lactancia, as¨ª como medidas particulares para su protecci¨®n.
Y todo ello genera cambios significativos. As¨ª lo explica Amina Ait Taleb, desde Agadir (Marruecos). Ella fue una de las promotoras de una cooperativa de comercio justo que produce aceite de arg¨¢n para art¨ªculos de cosm¨¦tica. ¡°Gracias a la cooperativa, las mujeres tienen un trabajo que para ellas significa tener independencia econ¨®mica, experiencia laboral y autonom¨ªa con respecto a sus familias. Hemos logrado romper el mito de que una mujer por s¨ª sola no tiene los medios para salir adelante con ¨¦xito¡±.
Al otro lado del oc¨¦ano, desde su finca de caf¨¦ en Nicaragua, la agricultora Johana Montenegro dice: ¡±Ya no soy la mujer que estaba en casa cuidando de la familia. Me han abierto una puerta para que yo misma pueda salir adelante¡±.
Desde un barrio marginal de la ciudad india de Bombay, la historia de Guddiva Yadav, que trabaja en la cooperativa textil Creative Handicrafts, tambi¨¦n muestra un cambio que va mucho m¨¢s all¨¢ de su propia experiencia: ¡°Soy la primera mujer de mi familia que trabaja, me siento orgullosa de ello y adem¨¢s soy un ejemplo para la generaci¨®n m¨¢s joven¡±.
En todo el mundo, por cada 10 hombres que trabajan, solo seis mujeres est¨¢n empleadas
Como Amina, Johana y Guddiva, las trabajadoras de las m¨¢s de 2.000 organizaciones de comercio justo de m¨¢s de 70 pa¨ªses, que producen caf¨¦, cacao, az¨²car, infusiones, art¨ªculos textiles, de cosm¨¦tica, decoraci¨®n o juguetes, son mujeres empoderadas que han luchado y luchan por ejercer sus derechos esenciales, ocupar el lugar que les corresponde en la sociedad y romper con los roles establecidos.
Hoy, 8 de marzo, especialmente, y todos los d¨ªas del a?o, las organizaciones de comercio justo defendemos y reivindicamos los derechos de las mujeres. Y lo hacemos en las manifestaciones, en las calles, con iniciativas de incidencia pol¨ªtica y prestando atenci¨®n a las decisiones que pueden provocan retrocesos en lo conseguido durante a?os. Tambi¨¦n seguimos sensibilizando y movilizando a la sociedad ante la desigualdad. Adem¨¢s, queremos destacar que con algo tan cotidiano como nuestras elecciones de consumo podemos contribuir al ejercicio de los derechos de mujeres de todo el mundo y al avance en la necesaria igualdad de g¨¦nero.
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