Una periodista narra su experiencia migratoria en un c¨®mic
Diana Moreno presenta ¡®Dibujantes de Huellas¡¯, donde recopila historias de personas migrantes y refugiadas en Inglaterra, Grecia y Espa?a en la ¨²ltima d¨¦cada
Diana Moreno (Madrid, 1987) parece exhausta al subir la escalera de un c¨¦ntrico local madrile?o. Aunque el calor de la tarde no perdona, la periodista sonr¨ªe efusivamente, preparada para su entrevista. Al igual que la protagonista del c¨®mic donde ha ficcionado su viaje, Dibujantes de huellas (Libros.com, 2022), Moreno ir¨¢ progresivamente ganando confianza y despejando sus dudas, traducidas inicialmente en una contagiosa risa nerviosa que va desapareciendo conforme transcurre la conversaci¨®n.
No resulta extra?o confundir la persona ¨CDiana Moreno¨C con el personaje ¨CDaniela Gim¨¦nez¨C, ya que ambas migraron a Brighton (Reino Unido) tres a?os antes del inicio del Brexit y asistieron en Atenas (Grecia) a la ¨¦poca de mayor crudeza y atenci¨®n medi¨¢tica de la ¡°mal llamada crisis de los refugiados¡±, como la define la propia autora. Al igual que Moreno, la protagonista tambi¨¦n abandon¨® su pa¨ªs al graduarse en Periodismo y ser rechazada en trabajos para los que estaba sobrecualificada. Fue una situaci¨®n ¡°muy desasosegante¡±, confiesa la dibujante; su primera ¡°ruptura de la ingenuidad¡±.
No obstante, cuan aut¨¦ntica hero¨ªna comiquera, Daniela Gim¨¦nez va mudando dicha ingenuidad al encontrar su prop¨®sito: retratar historias de personas con menos privilegios que ella. Su olfato period¨ªstico y su empat¨ªa la llevar¨¢n a enfocarse en migraciones internacionales Sur-Norte y desde el exterior de la UE, con lo que el c¨®mic denuncia las condiciones a las que se enfrenta la comunidad paquistan¨ª en Brighton, los refugiados sirios en Atenas o la poblaci¨®n africana y latinoamericana sin papeles en Madrid.
El contacto con la obra anima a Moreno a contar su periplo: la sostiene en su regazo y la consulta a menudo durante la charla. Mientras que el primer cap¨ªtulo habla m¨¢s de los derechos laborales y el segundo m¨¢s del tema de vivienda o de acogida, se?ala, el tercero se centra en ¡°c¨®mo viven las personas sin papeles, pero tambi¨¦n en el discurso del odio¡±. Principalmente, en Inglaterra retrata la explotaci¨®n laboral, en Grecia denuncia la emergencia habitacional de centenares de demandantes de asilo y en Espa?a pone el foco en los colectivos m¨¢s vulnerables al comienzo de la pandemia, como los manteros o las empleadas dom¨¦sticas.
P¨¢gina por p¨¢gina, dibuja sucesivos reportajes sobre decenas de personas en problemas: chantajes, despidos improcedentes, matrimonios de conveniencia, desahucios, deportaciones, desatenci¨®n de menores, episodios de sinhogarismo, prostituci¨®n, drogas...
En estos escenarios tambi¨¦n vivi¨® momentos ¡°ilusionantes¡±, como el apoyo sindical de las trabajadoras en Brighton, la organizaci¨®n espont¨¢nea vecinal en las okupaciones hel¨¦nicas o la creaci¨®n de bancos solidarios y de alimentos en Madrid. El c¨®mic refleja los propios altibajos sentimentales de la periodista, que reconoce que pas¨® una ¡°mala ¨¦poca¡± durante la pandemia, pero insiste en no equipararse con personas desplazadas a la fuerza o en situaci¨®n administrativa irregular.
Moreno ha coloreado con distintas tonalidades los escenarios de su vida y obra. Vivi¨® tres a?os en una fr¨ªa y azul Inglaterra, pas¨® un mes en una c¨¢lida y anaranjada Atenas y retrat¨® el Madrid de la pandemia, que contrasta con el resto del viaje por su ¡°verde esperanza¡±. Esta diferenciaci¨®n visual tambi¨¦n subraya la profundidad y redondez de los personajes de la historia, que van cambiando de color en cada cap¨ªtulo. Entre los protagonistas destaca Lea, la persona que Dani quiere ser y que encarna la faceta m¨¢s combativa de su creadora. Seg¨²n reza el ep¨ªlogo, la quijotesca y aventurera amiga de Daniela est¨¢ inspirada en las personas que Moreno m¨¢s admira: ¡°trotamundos, curiosos, viajeros, pol¨ªglotas, dibujantes de huellas y devoradores de caminos¡±.
¡°A veces me pregunto, ?periodista o activista? Creo que no es necesario ser neutral, aunque en periodismo hay que intentar ser lo m¨¢s af¨ªn a la realidad posible, pero eso no quiere decir ser neutral¡±, reflexiona Moreno, al tiempo que aclara el tema del c¨®mic: ¡°t¨² vas con una historia ya en la cabeza, y a veces la realidad te la desmonta¡±. No obstante, como periodista ¡°tienes que contar lo que est¨¢ sucediendo¡±, concluye.
La propia autora muestra este debate en su trabajo, militancia y colaboraciones profesionales. Est¨¢ afiliada a CNT Madrid, colabora con la Fundaci¨®n porCausa, es editora del blog Con M de en P¨²blico y trabaja en el proyecto Ciudades amigas de la infancia de Unicef. Tambi¨¦n ha publicado art¨ªculos en EL PA?S y en otros diarios y revistas de referencia. Moreno es una periodista especializada en migraciones y, aunque no se considera activista o sindicalista, en el c¨®mic muestra diferentes episodios relacionados con ambos mundos. La aparente incompatibilidad entre periodismo y activismo la resuelve al afirmar que ¡°un periodista siempre se va a posicionar¡± al elegir un tema de investigaci¨®n y su enfoque (framing). ¡°Al final tienes que ponerte de un lado, como del de los derechos humanos¡±, asegura.
¡°Que un periodista no pueda entrar en un CIE es un problema¡±
Dibujantes de huellas es una ¡°narrativa o pieza de ficci¨®n¡± enmarcada como periodismo en c¨®mic, un g¨¦nero que hoy cuenta con ¡°muchas posibilidades¡± para su creadora. Aunque principalmente se inspira en informaci¨®n de actualidad sobre la migraci¨®n y en informes de porCausa como Nuevas narrativas migratorias, Crecer sin papeles o La industria del control migratorio, Moreno reconoce tambi¨¦n la influencia de su serie de televisi¨®n favorita, The Wire (HBO, 2002). Para la dibujante, ambas ficciones est¨¢n basadas en mucho trabajo period¨ªstico, lo que les otorga veracidad y propicia que la audiencia est¨¦ ¡°viendo la realidad, incluso aunque sea ficci¨®n¡±.
Antes de finalizar la entrevista, persona y personaje se han fundido definitivamente, haciendo desvanecer todas sus dudas. Moreno concluye que el c¨®mic es un homenaje a su profesi¨®n y que la audiencia debe entender que ¡°el periodismo es un servicio p¨²blico y necesario para la democracia¡±, aunque exista ¡°mucha podredumbre y mucha corrupci¨®n¡±. ¡°Que un periodista no pueda entrar en un CIE es un problema, porque entonces no sabemos qu¨¦ sucede dentro¡±, ejemplifica, al tiempo que pide respeto para la investigaci¨®n. ¡°Es nuestro trabajo¡±, remata.
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