Ser artista y mujer en un pa¨ªs que proh¨ªbe los desnudos en los museos

En un exceso de celo por complacer al presidente iran¨ª Hassan Rouhani durante su viaje a Roma en 2016, las autoridades italianas decidieron cubrir las majestuosas esculturas cl¨¢sicas de los Museos Capitolinos. Con ello pretend¨ªan aplacar el rubor sexual del mandatario persa durante su paseo entre cuerpos desnudos de la Antig¨¹edad grecorromana. Una decisi¨®n que encoleriz¨® a los responsables del Patrimonio Cultural, al considerar inaceptable la claudicaci¨®n de una autoridad europea ante postulados reaccionarios de una legaci¨®n extranjera.

Desde la fundaci¨®n de la Rep¨²blica Isl¨¢mica en 1979, las galer¨ªas de arte en Ir¨¢n no pueden mostrar un desnudo. El rechazo a la exhibici¨®n p¨²blica del cuerpo humano tiene su explicaci¨®n en los principios isl¨¢micos profundamente conservadores que restringen de forma severa las libertades individuales. En este ambiente represor, las iran¨ªes han encontrado en el arte un poderoso catalizador del anhelo de libertad, a trav¨¦s del cual expresar todo aquello que de otra forma queda silenciado.

Para la mayor¨ªa de artistas iran¨ªes, viajar al extranjero es imposible. Tienen que probar que volver¨¢n mediante un arraigo: hijos, dinero en la cuenta o un domicilio en propiedad. Las que no tienen nada de eso son sospechosas de no regresar

La Casa de los?Artistas, en el centro de Teher¨¢n, es el punto de reuni¨®n con dos reconocidas pintoras cuyas obras raramente obtienen permiso para ser exhibidas en las galer¨ªas de la ciudad.

Parnian Omidi afirma entender el mundo solo con im¨¢genes. Crea sus obras sobre una base de cuerdas, cientos de hilos entrelazados que dejan infinitos espacios vac¨ªos. Para ella, el lienzo es una tela entera y segura, justamente todo lo contrario de c¨®mo se ha sentido toda su vida: quebrada, inestable, llena de agujeros. ¡°Si quer¨ªa expresarme de forma sincera deb¨ªa empezar por el soporte¡±, explica. Sus huecos emocionales son las cavidades que quedan entre los hilos.

El alma perforada

En su ¨²ltima serie, Omidi se ha centrado en el cuerpo femenino desnudo y, en varias de las obras, uno de los pechos no est¨¢. Hay un hueco, un vac¨ªo. Solo se adivina el pez¨®n, incrustado entre las cuerdas. ¡°Creo que en la sociedad iran¨ª el alma femenina no tiene lugar, por eso el pecho no existe¡±, declara. Tambi¨¦n a causa de la relaci¨®n t¨®xica que, seg¨²n dice, existe entre los pechos femeninos y los hombres. ¡°El pecho es el s¨ªmbolo de la feminidad y ser mujer en Ir¨¢n me hace sentir insegura. Debemos esconder siempre nuestra feminidad para no ponernos en peligro¡±, lamenta.

Es en este contexto hostil donde, a trav¨¦s de sus obras, Omidi da rienda suelta a su interior herido: rostros de mujer de aspecto sombr¨ªo con una cara de beb¨¦ asomando por detr¨¢s. Retazos de torsos femeninos con flechas clavadas en la espalda. La artista tiene clientes en Dub¨¢i y en Ir¨¢n. Las principales galer¨ªas de Teher¨¢n quieren mostrar sus obras, pero, seg¨²n afirma, ninguna obtiene el permiso del Gobierno. Con la prohibici¨®n, las autoridades se adue?an del cuerpo femenino y lo condenan a la oscuridad.

Otro obst¨¢culo importante para las artistas iran¨ªes es su proyecci¨®n internacional. Para la mayor¨ªa, viajar al extranjero es imposible. Tienen que probar que volver¨¢n mediante un arraigo: hijos, dinero en la cuenta o un domicilio en propiedad. Las que no tienen nada de eso son sospechosas de no regresar. ¡°Cuando los iran¨ªes queremos cruzar una frontera debemos hacerlo en pedazos. Nos vamos descomponiendo como personas por el sufrimiento¡±, explica con sonrisa forzada Negin Ehtesabian, ilustradora y dise?adora.

Si te divorcias, tus hijos se ir¨¢n a vivir con el padre, y si este muere, vivir¨¢n con su abuelo. Si est¨¢s divorciada no podr¨¢s inscribirlos sola en el colegio y si te casas de nuevo, perder¨¢s la custodia

Negin Ehtesabian, ilustradora y dise?adora

La obra de Ehtesabian muestra la recomposici¨®n personal de esos iran¨ªes que han logrado un visado y que, una vez en el exterior, se esfuerzan por recuperar su identidad. Otro de sus proyectos m¨¢s importantes, Medusa (2016), disecciona el complejo perfil de la mujer iran¨ª. ¡°El arquetipo de Medusa, la figura mitol¨®gica griega, es el de una mujer poderosa, s¨ªmbolo del feminismo, pero tambi¨¦n reprimida. Seducida, despu¨¦s victimizada y finalmente convertida en un monstruo¡±, detalla. El proyecto, que viaj¨® a Canad¨¢ y a Colombia, explora los miedos de la maternidad.

¡°Existe una concepci¨®n muy hip¨®crita de la figura materna en Ir¨¢n. Si te divorcias, tus hijos se ir¨¢n a vivir con el padre, y si este muere, vivir¨¢n con su abuelo. Si eres una mujer divorciada no podr¨¢s inscribirlos sola en el colegio y si te casas de nuevo, perder¨¢s la custodia¡±, aclara. La realidad es que ¡°tambi¨¦n se nos menosprecia como madres¡±, lamenta.

Prohibida la distribuci¨®n de preservativos

Las iran¨ªes cada vez tienen menos ni?os, una tendencia que alarma al r¨¦gimen. En un intento autoritario de potenciar la reproducci¨®n, el Gobierno prohibi¨® hace unos a?os la vasectom¨ªa. Tambi¨¦n suprimi¨® los programas de planificaci¨®n familiar que durante d¨¦cadas hab¨ªan permitido a los j¨®venes acceder a preservativos y pastillas anticonceptivas.

En noviembre de 2021, el Consejo de los Guardianes de Ir¨¢n aprob¨® la Ley de Poblaci¨®n Juvenil y Protecci¨®n de la Familia, que restringe de forma dr¨¢stica el derecho de la mujer a proteger su salud sexual y reproductiva. Tambi¨¦n limita la venta de anticonceptivos en las farmacias y proh¨ªbe su distribuci¨®n gratuita en la red nacional de atenci¨®n sanitaria.

En las ¨²ltimas semanas, la Rep¨²blica Isl¨¢mica ha aumentado la presi¨®n para que las mujeres mantengan un comportamiento p¨²dico en p¨²blico, lo que ha provocado protestas contra la represi¨®n que ejerce la polic¨ªa de la moral contra las iran¨ªes que no llevan el hiyab de manera apropiada. Desde la llegada al poder del ultraconservador Ebrahim Rais¨ª el pasado 21 de agosto, han aumentado los arrestos de j¨®venes y adolescentes por no llevar de manera correcta el preceptivo velo isl¨¢mico.

Desde la llegada al poder del ultraconservador Ebrahim Rais¨ª han aumentado los arrestos de j¨®venes por no llevar de manera correcta el hiyab

La autora multidisciplinar F. H. (que prefiere no ser identificada por su nombre) reflexiona sobre la imposici¨®n del hiyab en su pa¨ªs. Es viernes, festivo en Ir¨¢n, y el habitual bullicio de la capital cesa por unas horas. Paseando por el Parque Velayat, lugar de reuni¨®n de cientos de familias, desgrana la que en su opini¨®n es la raz¨®n por la cual el velo es intocable: ¡°El poder rechaza suavizar la obligatoriedad del velo porque si se consiguen avances en los derechos de la mujer, la sociedad no se quedar¨¢ ah¨ª¡±. Esta artista cree que una relajaci¨®n de la norma abrir¨ªa la caja de pandora y llegar¨ªan los gritos de libertad en todos los ¨¢mbitos: pol¨ªtica, sexual, de expresi¨®n, de conciencia, de religi¨®n, de reuni¨®n...

¡°El r¨¦gimen teme una revoluci¨®n de terciopelo¡±, dice, en alusi¨®n al movimiento pac¨ªfico que termin¨® con el comunismo en Checoslovaquia en 1989. ¡°Una revoluci¨®n no violenta que confronte la represi¨®n a trav¨¦s de la educaci¨®n¡±, detalla. Las artistas juegan un papel decisivo en ese reto porque sus obras denuncian los atropellos contra la mujer. Y si el lienzo no encuentra un espacio f¨ªsico, las redes sociales hacen el resto.

En esta atm¨®sfera de degradaci¨®n de la mujer, el estallido mundial en 2017 del movimiento Me Too (yo tambi¨¦n) fue decisivo en Ir¨¢n. Hizo tambalear las creencias de miles de iran¨ªes que comprendieron que aquello que sufr¨ªan era acoso, y era denunciable. ¡°Fue clave para que salieran a la luz casos de acoso a estudiantes en las universidades. Se denunci¨® a un profesor que llevaba a casa a alumnas para tener sexo con ellas. Antes jam¨¢s se habr¨ªan atrevido a hablar¡±, explica.

Las mujeres atrapadas de Anahita Shams

Mujeres atrapadas, sometidas a un dominio masculino, que gritan desesperadas mientras varias manos les tapan la boca. Las obras angustiosas de Anahita Shams no dejan indiferente. De origen azar¨ª, se mud¨® de muy peque?a del norte del pa¨ªs a Shiraz, la ciudad de Hafez. Su padre escrib¨ªa poes¨ªa, literatura y era traductor del franc¨¦s al farsi. Ella hered¨® el amor por las humanidades y se form¨® en ilustraci¨®n.

¡°Mi familia era abierta y moderna, as¨ª que solo cuando crec¨ª descubr¨ª la represi¨®n que sufrimos las iran¨ªes y la falta de libertad a todos los niveles¡±, relata en el sal¨®n de su casa. En el fondo de la estancia, tiene un peque?o estudio donde se encuentra Fading out (Desvaneci¨¦ndose, 2021), un cuadro de grandes dimensiones envuelto en papel rasgado del que emergen las caras de dos mujeres que parecen querer escapar. ¡°El d¨ªa de la exposici¨®n todos los pintores mostramos nuestras obras envueltas en papel para denunciar la censura. El comprador no sab¨ªa qu¨¦ adquir¨ªa hasta que desenvolv¨ªa el cuadro¡±, cuenta.

En otra obra perturbadora, una cabeza de mujer est¨¢ atrapada dentro de un televisor con un gallo encima. ¡°El gallo representa al hombre dominante, acosador, y la mujer grita, pero nadie la oye¡±, dice. La cadena BBC le pidi¨® que escogiera una pintura que pudiera relacionar con el Me Too en Ir¨¢n, y ella eligi¨® esta.

Es frecuente la presencia de animales en sus obras. Bestias salvajes, depredadores, p¨¢jaros, peces, insectos y ar¨¢cnidos venenosos, siempre en contacto hostil con una mujer dominada. En la mayor¨ªa de sus pinturas aparecen mujeres con manos que les tapan la boca, sentadas al borde de una cama frente a una silueta masculina en posici¨®n intimidatoria o estiradas ante un hombre que se abrocha el cintur¨®n. ¡°En mis cuadros soy libre, fuera no¡±, lamenta.

En mis cuadros soy libre, fuera no

Anahita Shams, artista

Farnoosh Doroudgar, elegida por la artista rumana Mihaela Noroc para su libro The atlas of beauty (El atlas de la belleza) como el rostro que mejor representa a la mujer iran¨ª, habla muy flojo, casi susurra. En sus obras, las protagonistas hablan con los ojos, siempre resaltados con una luz blanca celestial. ¡°Destaco sus ojos porque en Ir¨¢n no nos podemos expresar en voz alta¡±, apunta.

No solo la legislaci¨®n isl¨¢mica es limitante. La familia, la cultura del qu¨¦ dir¨¢n y la tradici¨®n cortan tambi¨¦n sus alas. ¡°Me hice un tatuaje y mi padre me dijo: ¡®?Qu¨¦ haces? ?Tienes que ser decente!¡¯ Yo le dije que era igual de decente que antes¡±, exclama, mientras muestra sus obras en un moderno y concurrido caf¨¦ al norte de Teher¨¢n.

En el proyecto Toxic Love, the modern slavery (Amor t¨®xico, la esclavitud moderna), esta joven dise?adora dibuja la sumisi¨®n femenina al lado de hombres con cuerpo humano y cabeza de perro. A los hombres les dibuja una cabeza de animal porque cree que estos anteponen sus ¡°instintos m¨¢s animales para someter¡±.

Doroudgar es una artista cien por cien digital, un g¨¦nero en auge que atrapa a los creadores m¨¢s j¨®venes. ¡°Las redes lo est¨¢n acelerando todo. Son un veh¨ªculo fabuloso para mostrar nuestras obras, sobre todo las que en la galer¨ªa son censuradas¡±, asegura.

El arte conservado de los Palacios de Niavaran

En el interior de los Palacios de Niavaran, s¨ªmbolo arquitect¨®nico de las dinast¨ªas Qajar y Pahlavi, Sahar Moussavi admira la singularidad de los cuadros que la emperatriz Farah Diba y el sha Mohamed Reza Pahlevi adquirieron a lo largo de su ostentoso reinado. Aunque el r¨¦gimen isl¨¢mico las confisc¨®, el legado fue conservado, y en 2019 el Museo de Arte Contempor¨¢neo de Teher¨¢n exhibi¨® m¨¢s de 200 obras de Marcel Duchamp, Andy Warhol, Fernand L¨¦ger, Mark Rothko, Paul Gauguin o Pablo Picasso. Los desnudos de Renoir o Francis Bacon fueron censurados.

Instagram es la galer¨ªa natural en Ir¨¢n, donde se compra y se vende arte, y es tambi¨¦n una forma de obtener ingresos para muchas artistas que soslayan la censura

Sahar Moussavi, artista

Con su estilo moderno y expresivo, Sahar Moussavi ha participado en el dise?o del interior de la espectacular torre Milad de Teher¨¢n y es miembro del movimiento TechExpressionism International Movement, con sede en EE UU, junto con Negin Ehtesabian. Utilizan la tecnolog¨ªa para expresar emociones: colores brillantes, s¨ªmbolos abstractos, geom¨¦tricos, y m¨²sica. Un arte poli¨¦drico e innovador que le permite curar heridas y reconstruirse.

Moussavi asegura que se est¨¢ produciendo un cambio muy importante en las nuevas generaciones de artistas que est¨¢n rompiendo con miedos y tab¨²es. ¡°Instagram es la galer¨ªa natural en Ir¨¢n, donde se compra y se vende arte, y tambi¨¦n una forma de obtener ingresos para muchas mujeres artistas que soslayan la censura¡±, declara. El arte como veh¨ªculo de empoderamiento femenino. El arte como salvaci¨®n para todas ellas.

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