La lucha de una feminista para que Madagascar siga siendo verde
La activista medioambiental malgache y fundadora de la empresa social Green N Kool, Marie Christina Kolo, reivindica la perspectiva de g¨¦nero para combatir el cambio clim¨¢tico que azota a su pa¨ªs.
A Maria Christina Kolo (Nosy Be, 1989) la vocaci¨®n de activista medioambiental le lleg¨® bien temprano. Cuando ten¨ªa ocho a?os, las primeras f¨¢bricas textiles de grandes marcas internacionales comenzaron a instalarse en Madagascar, y junto a ellas, las ganas de esta entonces ni?a por cambiarlo todo. Cada semana, cuando sal¨ªa de su casa, el r¨ªo y las tierras que la rodeaban estaban te?idos de distintos colores: rojo, violeta... El agua de las tuber¨ªas se filtraba y contaminaba cada gota y cada cent¨ªmetro a su paso.
Kolo, por entonces, a¨²n viv¨ªa junto a sus padres y hermana menor en Ambodirano, una aldea a algo m¨¢s de 120 kil¨®metros al este de Antananarivo, la capital de Madagascar. ¡°Los agricultores ya ni siquiera pod¨ªan cultivar verduras, arroz... Estaban perdiendo su ingreso principal. Mi hermana y yo quer¨ªamos hacer algo, porque la mayor¨ªa de ellos ni siquiera sab¨ªan c¨®mo expresarse o escribir, as¨ª que pedimos permiso y apoyo a nuestros padres; estos a su vez lo pidieron a otras familias del vecindario y pudimos elaborar una petici¨®n oficial para detener la contaminaci¨®n de estas f¨¢bricas¡±, cuenta sonriente y locuaz la joven ambientalista, sentada en una concurrida sala de prensa de la COP26, en Glasgow. A esta cumbre internacional acude, por primera vez, como parte de la comitiva oficial de su pa¨ªs.
Su camino desde esa aldea, procedente de una familia humilde de la isla de Nosy Be, hasta la sede de la ¨²ltima cumbre clim¨¢tica, no ha estado exento de m¨¢s primeras veces, de aciertos, de aprendizaje, de contratiempos y de idas y venidas a otros pa¨ªses, como la India, Senegal y China, donde trabaj¨® y se form¨® en ONG internacionales. ¡°Quer¨ªa traer algo positivo a mi comunidad¡±, apostilla sobre todo este periplo, que le ayud¨® para acabar como voluntaria para el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Madagascar, hace seis a?os, justo antes de graduarse en Gesti¨®n Humanitaria y Desarrollo de Proyectos. ¡°Mi primer lugar de trabajo fue el sur profundo de mi pa¨ªs, que ahora enfrenta una grave sequ¨ªa y hambruna causada por el cambio clim¨¢tico, pero que ya entonces estaba mal. Ah¨ª me di cuenta, de nuevo, que ten¨ªa que hacer algo, porque la situaci¨®n ya era muy dram¨¢tica. Vi a muchas personas vendiendo todo lo que ten¨ªan: su comida, sus utensilios de cocina¡ para poder cambiarlo por comida¡±, relata Kolo, con una voz que rezuma una profunda tristeza.
Esta experiencia, meses antes de la COP21, la cumbre celebrada en Par¨ªs en 2015, la impuls¨® a cofundar la Red Clim¨¢tica del Oc¨¦ano ?ndico (RCOI, en sus siglas en franc¨¦s), la primera plataforma regional de j¨®venes ¨Cque incluye tambi¨¦n a los ciudadanos de Mauricio, Reuni¨®n y Seychelles¨C que lucha contra el calentamiento global. ¡°[Los j¨®venes] representamos el 70% de la poblaci¨®n del pa¨ªs, pero cuando eres joven en Madagascar, consideran que debes quedarte callado ante los m¨¢s mayores, por respeto; pero para m¨ª esto era una gran frustraci¨®n, que nuestra opini¨®n no contase y que nadie de mi edad hablase de lo que estaba pasando, ni estuviera sensibilizado por el cambio clim¨¢tico¡±, asegura Kolo. De los primeros 300 integrantes que compusieron la organizaci¨®n, la red pas¨® a congregar hasta los 3.000 asistentes a la primera marcha clim¨¢tica que se realiz¨® en Madagascar en 2015, el mismo a?o de la fundaci¨®n de la red.
A pesar de su tes¨®n por querer seguir luchando contra las consecuencias del cambio clim¨¢tico, Kolo acab¨® desenga?ada con el trabajo de muchas ONG y organismos internacionales, las cuales conoce c¨®mo funcionan por dentro. El hecho de no querer seguir vinculada a estas, le sirvi¨® como acicate para independizarse y fundar su propia organizaci¨®n en 2016: Green N Kool. ¡°Aunque siempre hab¨ªa sido mi sue?o trabajar para la ONU, sent¨ªa qu¨¦ me faltaba algo. Sirviendo a un gran organismo me sent¨ªa muy frustrada, porque parece que ellos deciden todo desde arriba y tu trabajo como voluntario, que hablas con las personas y comprendes a la comunidad, no es tenido en cuenta¡±, lamenta. ¡°As¨ª que decid¨ª que deb¨ªa empezar mi propia organizaci¨®n, aunque para ello necesitaba reunir el dinero suficiente¡±.
Y as¨ª fue c¨®mo naci¨® la empresa social fundada por Kolo, con sede en la isla de Nosy Be, de donde procede su familia materna. La joven empez¨® abriendo una escuela verde llamada Tsaiky Maintso, en el pueblo de Antsatrabevoha, donde vive su abuela, y donde el azote del cambio clim¨¢tico tambi¨¦n se ha dejado ya notar: ¡°A pesar de que est¨¢ al norte, los peces cada vez son menos abundantes y los arrecifes de coral est¨¢n muriendo por el aumento de la temperatura del mar. As¨ª que no tienen nada m¨¢s para pescar, por lo que ha dejado de ser un pueblo de pescadores¡±, sentencia.
Tras seis a?os de trabajo, Green N Kool es ya una organizaci¨®n compuesta por un equipo de m¨¢s de 50 personas y que ambiciona trabajar a favor de un entorno ¡°m¨¢s verde, m¨¢s amable y una juventud m¨¢s comprometida¡±, como aseguran en los principios que se resumen en su p¨¢gina web. Pero, ?qu¨¦ es para Kolo el ¨¦xito en su labor? La activista suena firme: ¡°Cuando las personas ya no dependen de ti y son ellas las que se apropian del proyecto¡±.
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Posted by Think green Madagascar - Green N Kool on Monday, February 14, 2022
Para financiarse y seguir creciendo, la asociaci¨®n medioambiental imparte talleres de Do It Yourself y Upcycling (hazlo t¨² mismo y reciclaje), capacitaciones sobre desarrollo sostenible y la gesti¨®n de residuos, adem¨¢s de realizar cursos de cocina y vender productos realizados de manera sostenible, como los jabones naturales AltSoap, una propuesta que naci¨® tras la irrupci¨®n de la pandemia, y que adem¨¢s de ser un producto ecol¨®gico y local, es un proyecto que da empleo a un grupo de mujeres de la zona.
¡°Tuve que aprender muchas cosas y de forma muy r¨¢pida, pero a?os m¨¢s tarde podemos sentirnos orgullosos de c¨®mo afrontamos, cada d¨ªa, nuevos retos¡±, se alegra Kolo, que se?ala la fabricaci¨®n de muebles o la reforestaci¨®n de manglares como dos otros dos ejemplos m¨¢s de su aportaci¨®n a la sociedad y al medio ambiente malgache. Madagascar posee una de la biodiversidad m¨¢s rica del planeta, ahora en peligro, con m¨¢s de 200.000 especies vivas, de las que m¨¢s de 8.000 son end¨¦micas; la cuarta parte de las especies de flora de toda ?frica residen en el archipi¨¦lago, m¨¢s de la mitad de las especies conocidas de camaleones y la totalidad de l¨¦mures que quedan en la Tierra.
Sola y segura quiero volver a casa
Con esa misma filosof¨ªa de lucha que Kolo predica contra la destrucci¨®n del medio ambiente, la activista ha tratado siempre de afrontarlo desde una perspectiva feminista. Elegida como representante de Madagascar para viajar a la COP25 en la coalici¨®n de Acci¨®n por la Justicia Clim¨¢tica y el G¨¦nero, la joven considera que a¨²n quedan muchos pasos que dar. ¡°A la sociedad en Madagascar, que es muy patriarcal, no les gusta la palabra feminista. Cuando escuchan hablar a alguien como yo, piensan que he pasado demasiado tiempo en el extranjero¡±, cr¨ªtica Kolo, que ve primordial el estudio de c¨®mo el cambio clim¨¢tico afecta m¨¢s a las mujeres, que ya elabora su fundaci¨®n Green N Kool.
Adem¨¢s de este estudio, su organizaci¨®n ha comenzado a desarrollar una investigaci¨®n sobre el impacto del cambio clim¨¢tico en el g¨¦nero y en los derechos humanos. ¡°En lugares como en Androy, al sur del pa¨ªs, azotado por la sequ¨ªa, adem¨¢s de sufrirla y pasar hambre, si eres una mujer no tienes acceso a la educaci¨®n, pero tampoco a la propiedad de las tierras. En Madagascar se nos llama fanaka malemy, que significa literalmente mueble fr¨¢gil¡±, explica la activista, que denuncia que la hambruna y las situaciones extremas por el clima pueden llevar a los hombres a ejercer, con m¨¢s facilidad, la violencia f¨ªsica y sexual contra las mujeres. ¡°Cuando la gente se siente tan frustrada porque lo ha perdido todo, a veces, su frustraci¨®n les lleva a querer dominar a alguien, en este caso a ellas y de manera violenta, para demostrar que ellos est¨¢n bien¡±, razona. Adem¨¢s de en este informe, la organizaci¨®n que lidera Kolo trabaja en la elaboraci¨®n de una pol¨ªtica clim¨¢tica para la capital de Madagascar.
"Voyagez sans crainte" Voil¨¤ le nom de notre nouvelle campagne luttant contre le harc¨¨lement sexuel, les discriminations...
Posted by Mahery Loha on Wednesday, March 9, 2022
A su vez, y para el mismo gobierno regional de la capital, pero a trav¨¦s de la plataforma Women Break the Silence, que tambi¨¦n gestiona Green N Kool, han puesto en marcha la campa?a Viajar sin miedo, por la que luchan contra el acoso sexual, la discriminaci¨®n y la violencia en el transporte p¨²blico. Una iniciativa junto al ayuntamiento de Antananarivo, como parte de la implementaci¨®n de su nueva pol¨ªtica de g¨¦nero. El proyecto formar¨¢ a m¨¢s de 10.000 conductores de autob¨²s, taxistas y polic¨ªas municipales contra la violencia sexual. ¡°Como superviviente de la violencia ¨CKolo fue abusada sexualmente de los seis a los 11 a?os por un familiar cercano¨C, es importante para m¨ª luchar contra la cultura de la violaci¨®n en todos los niveles. Estoy muy contenta de que la ciudad se comprometa a apoyar mi movimiento y esta campa?a. Mucha gente subestima el acoso y violencia sexual, y sus consecuencias psicol¨®gicas. Espero sinceramente que esto sea solo el comienzo¡±, desea.
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