Bosques: los salvadores silenciosos
Una nueva investigaci¨®n revela que las zonas forestales gestionadas por pueblos ind¨ªgenas no solo est¨¢n mejor conservados, sino que tambi¨¦n absorben cantidades enormes de carbono de la atm¨®sfera. Estas comunidades est¨¢n frenando el cambio clim¨¢tico, por ahora...
Al revisar las recientes declaraciones gubernamentales acerca de la protecci¨®n de los bosques, pensar¨ªamos, justificadamente, que los gobiernos reconocen el cometido fundamental de los pueblos ind¨ªgenas y locales en conservarlos, as¨ª como gestionarlos de manera sostenible.
En noviembre pasado, 141 gobiernos que representan el 91% de las ¨¢reas forestales del mundo se comprometieron a empoderar estas comunidades y reconocer los derechos a sus tierras como un componente crucial de los esfuerzos para acabar con la deforestaci¨®n para el 2030. Apenas tres semanas antes, una iteraci¨®n nueva de la Declaraci¨®n de Nueva York sobre los Bosques, originalmente adoptada en 2014 por m¨¢s de 200 gobiernos, empresas y ONG, reafirm¨® que las comunidades nativas ¡°son las mejores defensoras y protectoras¡±, y confirm¨® el compromiso a reconocer sus derechos.
Asimismo, en febrero de este a?o, el nuevo informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Clim¨¢tico sobre los impactos clim¨¢ticos destac¨® de forma contundente el papel central de estas comunidades para mitigar el cambio clim¨¢tico y adaptarse a sus impactos.
Estos hitos son bienvenidos y necesarios. Los pueblos tradicionales gestionan m¨¢s de la mitad de los bosques del mundo y las investigaciones al respecto han demostrado reiteradamente que lo hacen mucho mejor que los actores privados o incluso los gobiernos. En los territorios ind¨ªgenas en Brasil, Bolivia, y Colombia, que cuentan con seguridad de tenencia, la deforestaci¨®n es dos a tres veces menor que la que ocurre fuera de estos territorios.
Es m¨¢s, una investigaci¨®n que publicamos este jueves revela que los espacios verdes gestionados por estos pueblos no solo son mejor conservados, sino que tambi¨¦n absorben cantidades enormes de carbono de la atm¨®sfera. Solamente en los cuatro pa¨ªses que analizamos ¨CBrasil, Colombia, M¨¦xico, y Per¨²¨C estas ¨¢reas capturan casi un mill¨®n de toneladas de carbono cada d¨ªa. De media, absorben m¨¢s del doble de carbono por hect¨¢rea que otras.
En Brasil, Colombia, M¨¦xico, y Per¨², las ¨¢reas protegidas por ind¨ªgenas capturan casi un mill¨®n de toneladas de carbono cada d¨ªa, m¨¢s del doble por hect¨¢rea que en otros bosques
Si estas tierras dejaran de cumplir tal funci¨®n a ra¨ªz de ser taladas o degradadas, se crear¨ªa un enorme vac¨ªo en los esfuerzos para frenar el cambio clim¨¢tico. En Per¨², la p¨¦rdida de ¨²nicamente la mitad de los servicios de captura proporcionados por estas selvas requerir¨ªa que el pa¨ªs retirara toda su flota de veh¨ªculos de pasajeros para compensar el aumento de las emisiones netas.
Uno no tiene que ser experto en ciencias pol¨ªticas para entender la imposibilidad de tal escenario.
Lamentablemente, la gran ret¨®rica de los gobiernos a nivel internacional afirmando su compromiso para empoderar los pueblos vern¨¢culos a seguir conservando sus bosques no corresponde a la realidad de la pol¨ªtica a nivel nacional.
Nuestro an¨¢lisis revela que ninguno de los cuatro pa¨ªses incluye en sus pol¨ªticas clim¨¢ticas objetivos espec¨ªficos para proteger las tierras de las comunidades originarias. Y, aunque de media existe m¨¢s reconocimiento jur¨ªdico de sus derechos que en otros pa¨ªses del mundo, en la pr¨¢ctica est¨¢n bajo la amenaza constante de la ganader¨ªa, la miner¨ªa y la tala de ¨¢rboles, que en gran parte es ilegal y est¨¢ vinculada a la corrupci¨®n y la complicidad entre los gobiernos y los actores ilegales.
La Amazon¨ªa est¨¢ llegando a un punto de inflexi¨®n irreversible, lo cual conllevar¨ªa impactos catastr¨®ficos
Las consecuencias de no respetar estos derechos son desastrosas tanto para los mismos pueblos, quienes frecuentemente se encuentran desplazados y amenazados por actores ilegales, como para la biodiversidad y el clima mundial. La deforestaci¨®n en Brasil ha alcanzado niveles r¨¦cord en los ¨²ltimos a?os tras la ret¨®rica anti ind¨ªgena del presidente Bolsonaro y la debilitaci¨®n de las agencias de control ambiental. Y los expertos se?alan que la Amazon¨ªa est¨¢ llegando a un punto de inflexi¨®n irreversible, lo cual llevar¨ªa impactos catastr¨®ficos tanto a nivel local como a nivel mundial.
Lo bueno es que, si implementan medidas contundentes para empoderar a los pueblos tradicionales y para respetar sus derechos, los gobiernos pueden no solo evitar la p¨¦rdida de la proporci¨®n inmensa de los bosques que pertenecen a estas comunidades, sino tambi¨¦n contribuir de forma positiva al logro de sus metas clim¨¢ticas.
134 pa¨ªses, entre ellos Brasil, Colombia, y Per¨², ya se han comprometido a reducir las emisiones netas a cero en las pr¨®ximas d¨¦cadas, lo cual implica tanto reducir las emisiones como incrementar la captura de carbono para compensar las emisiones que no se puedan eliminar. Pero la mayor¨ªa a¨²n no cuenta con planes cre¨ªbles para lograr estas metas.
Con el apoyo necesario, los pueblos ind¨ªgenas y locales podr¨ªan jugar un papel clave en los esfuerzos para lograr estas metas ambiciosas y necesarias. Esto implica que tengan plenos derechos legales sobre las tierras que poseen; que se respete su derecho al consentimiento libre, previo e informado; que se tomen medidas para garantizar que los derechos se respeten en la pr¨¢ctica; y que est¨¦n activamente capacitados para gestionar las ¨¢reas forestales mediante una financiaci¨®n y un apoyo adecuados.
Si los territorios de estas comunidades ya capturan millones de toneladas de carbono cada d¨ªa, a pesar de enfrentar amenazas contin¨²as, imaginemos los beneficios que podr¨ªan brindar si los protegi¨¦ramos de verdad.
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