El conflicto de Sud¨¢n tendr¨¢ un impacto devastador en el futuro de los ni?os y ni?as a menos que vuelva la paz
En el pa¨ªs africano hab¨ªa m¨¢s de tres millones de ni?os desnutridos y dependientes de la ayuda humanitaria antes de la guerra. Ahora se suma una vor¨¢gine de violencia, escasez de alimentos y colapso del sistema sanitario
La situaci¨®n a la que se enfrentan los ni?os y ni?as de Sud¨¢n es muy preocupante. A menos que cesen los combates, es probable que Sud¨¢n caiga en el caos, llev¨¢ndose consigo a sus ni?os y creando una enorme crisis humanitaria en toda la regi¨®n.
Me gustar¨ªa pensar lo contrario, pero el fracaso de los intentos de alto el fuego indica que este conflicto podr¨ªa prolongarse durante alg¨²n tiempo. Las lecciones de otros conflictos recientes demuestran lo dif¨ªcil que es restablecer la paz una vez que los combates comienzan y se extienden, como ha ocurrido en la capital, Jartum, y m¨¢s all¨¢. Realmente espero que las negociaciones entre las dos partes, que se est¨¢n celebrando actualmente en Arabia Saud¨ª con la mediaci¨®n de los saud¨ªes y Estados Unidos, avancen y lo hagan r¨¢pidamente.
El conflicto no podr¨ªa haber estallado en peor momento. La poblaci¨®n de toda la regi¨®n se enfrenta a graves problemas debido a una sequ¨ªa devastadora que est¨¢ llevando a millones de personas al borde de la hambruna. Alrededor de 1,5 millones de personas se enfrentan al hambre dentro de Sud¨¢n y decenas de miles de ni?os y ni?as est¨¢n literalmente a las puertas de la muerte.
La amenaza de una guerra civil en Sud¨¢n tambi¨¦n tendr¨¢ enormes repercusiones en toda la regi¨®n. Voy a dejar a un lado la preocupaci¨®n de que las naciones vecinas puedan tomar partido y empeorar la situaci¨®n, y me centrar¨¦ simplemente en el impacto humanitario. Los flujos de personas desplazadas y desesperadas ya est¨¢n aumentando, con miles de personas abandonando el pa¨ªs cada d¨ªa. M¨¢s de 150.000 personas han huido ya a Chad, la Rep¨²blica Centroafricana, Etiop¨ªa, Sud¨¢n del Sur y Egipto. Algunos de los que huyen de los combates en Sud¨¢n ya estaban acogidos all¨ª como refugiados. Ahora se ven obligados a regresar a los contextos vol¨¢tiles de los que huyeron y donde puede que no est¨¦n seguros. Est¨¢n regresando a lugares como Tigray, en el norte de Etiop¨ªa o a Sud¨¢n del Sur.
Incluso antes del conflicto, Sud¨¢n estaba muy afectado por el hambre. La malnutrici¨®n ya era generalizada, con m¨¢s de tres millones de ni?os desnutridos y dependientes de la ayuda alimentaria humanitaria. Sud¨¢n es un pa¨ªs enorme, el tercero m¨¢s grande de ?frica. Por eso, llevar ayuda a zonas remotas significa recorrer enormes distancias por carreteras dif¨ªciles. Siempre ha sido dif¨ªcil, pero ahora lo es mucho m¨¢s y las carreteras son inseguras debido a los combates. Sitios como Darfur y Kordof¨¢n, en el sur, donde operaban organizaciones humanitarias como World Vision, est¨¢n ahora pr¨¢cticamente aislados de la ayuda.
Las agencias humanitarias y la ONU tambi¨¦n han sufrido saqueos a gran escala, especialmente en el sur de Darfur. Se han saqueado grandes cantidades de alimentos, veh¨ªculos de ayuda, oficinas y almacenes. Para que las cosas vuelvan a funcionar ser¨¢ necesario no solo el acceso, sino la reconstrucci¨®n de la infraestructura humanitaria y log¨ªstica. Mientras tanto, los ni?os y ni?as sufrir¨¢n.
Un tercio de los 49 millones de habitantes de Sud¨¢n necesitaba ayuda humanitaria y, sin embargo, solo se hab¨ªa asignado el 14% de los fondos necesarios para ello
Adem¨¢s, est¨¢ el reto de satisfacer las necesidades de los refugiados que huyen de Sud¨¢n a las naciones vecinas. Los lugares a los que cruzan se encuentran en sitios remotos con muy pocas infraestructuras. Las familias que llegan son extremadamente vulnerables. Llevar ayuda a estos focos de refugiados ser¨¢ muy dif¨ªcil, potencialmente caro, y algunos se encuentran en puntos donde hay continuos brotes de lucha.
Salir de Sud¨¢n y llegar a los pa¨ªses de acogida es peligroso, especialmente para las mujeres y los ni?os, que pueden ser f¨¢cilmente explotados. Robos y atracos, violaciones y abusos sexuales son otros tantos riesgos. Y desplazarse por territorios donde hay combates e incertidumbre sobre qu¨¦ grupos armados controlan, qu¨¦ territorios ser¨¢ aterrador para las familias.
La ONU advierte de que m¨¢s de 800.000 personas podr¨ªan huir de Sud¨¢n. Hacer llegar ayuda a este gran n¨²mero de personas en movimiento requerir¨¢ una enorme respuesta humanitaria y log¨ªstica multinacional.
La situaci¨®n dentro de Sud¨¢n tambi¨¦n se deteriora r¨¢pidamente. Los ni?os y ni?as no van a la escuela e hibernan en casa. Los servicios sanitarios est¨¢n al borde del colapso. Los hospitales y centros de salud carecen de electricidad, agua, ox¨ªgeno, suministros y personal. Se cree que hay miles de heridos y cientos de muertos.
Los suministros de alimentos se est¨¢n agotando. En Jartum, la gente informa de subidas de precios y escasez de alimentos, y las madres luchan por encontrar leche para sus hijos. Los padres se est¨¢n jugando la vida para ir a buscar comida cuando las tiendas y los supermercados est¨¢n cerrados. Millones de personas en Jartum viven atemorizadas por los bombardeos a¨¦reos, los brotes de enfrentamientos y los puestos de control armados, ya que facciones rivales luchan por el control de bases militares y lugares clave. Miles de personas ya han huido a casa de familiares en el campo, donde es m¨¢s seguro, o se han desplazado a trav¨¦s de las fronteras.
Incluso antes de este conflicto, organizaciones humanitarias como World Vision y otras intentaban satisfacer las necesidades de millones de personas. Un tercio de los 49 millones de habitantes de Sud¨¢n necesitaba ayuda humanitaria y, sin embargo, solo se hab¨ªa asignado el 14% de los fondos necesarios para ello. Millones de personas vulnerables est¨¢n ahora aisladas de la ayuda y se enfrentan a una vor¨¢gine de violencia, escasez de alimentos y colapso del sistema sanitario que empeora r¨¢pidamente. La ruptura del alto el fuego significa que millones de personas no pueden trabajar y, con los bancos cerrados, el dinero se est¨¢ agotando.
M¨¢s de 800.000 personas podr¨ªan huir de Sud¨¢n. Hacer llegar la ayuda a este gran n¨²mero de personas en movimiento requerir¨¢ una enorme respuesta humanitaria y log¨ªstica multinacional.
Con Jartum como principal campo de batalla, Port Sudan, en el noreste del pa¨ªs, a orillas del mar Rojo, se est¨¢ convirtiendo en el nuevo centro de operaciones humanitarias.
Las organizaciones humanitarias, como la m¨ªa, esperan enviar un equipo para comprender mejor el entorno operativo y poder reanudar ciertas actividades cuando sea seguro. Tambi¨¦n estamos en contacto con cientos de miembros de nuestro personal nacional, cuando la conectividad telef¨®nica lo permite. Los organismos humanitarios cuentan con miles de miembros del personal local que hibernan en sus casas y quieren volver al trabajo. Est¨¢n comprometidos con la construcci¨®n de una naci¨®n en la que los ni?os y ni?as disfruten de la paz y puedan hacer realidad sus sue?os.
Si este conflicto contin¨²a, tendr¨¢ un impacto devastador en el futuro de los ni?os. Ya lo hemos visto en Siria, Yemen, Sud¨¢n del Sur y Ucrania. Sabemos c¨®mo acaba todo esto. Por favor, por el bien de los ni?os y ni?as, detengan los combates y comiencen la paz.
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