Sistemas de salud v¨ªctimas de una ¡®tormenta perfecta¡¯

El a?o 2023 ha sido calificado como decisivo para la acci¨®n mundial en materia de salud. Hace pocas semanas se reunieron en Berl¨ªn representantes gubernamentales, de la comunidad cient¨ªfica, del mundo de los negocios y de organizaciones de la sociedad civil para establecer un programa que permita contar con mejores servicios de salud en el futuro.

Centrarse desde ya en las posibles medidas que hay que tomar es fundamental en un mundo donde las vulnerabilidades de los sistemas de salud siguen expuestas como consecuencia del cambio clim¨¢tico, los conflictos, la continua evoluci¨®n de la covid-19 y las crisis del costo de la vida y la deuda. Para las poblaciones vulnerables en contextos fr¨¢giles y afectados por conflictos, estas crisis continuas pueden crear una tormenta perfecta que eche por tierra a?os de progreso en materia de salud.

En los ¨²ltimos d¨ªas, la crisis humanitaria en Gaza ha demostrado tr¨¢gicamente el alcance de las presiones que los conflictos ejercen sobre los sistemas de salud. Los ataques a los servicios de salud, la falta de energ¨ªa, agua o suministros simplemente significan que los hospitales no pueden salvar vidas.

Las inundaciones de septiembre en Libia mostraron otro panorama tr¨¢gico: miles de personas perdieron la vida, muchas m¨¢s se vieron desplazadas y las comunidades se quedaron sin acceso a los servicios b¨¢sicos y de salud. A?os de conflicto e inestabilidad pol¨ªtica han degradado la infraestructura cr¨ªtica y han debilitado los sistemas de salud, al mismo tiempo que los efectos del cambio clim¨¢tico han hecho que las tormentas sean m¨¢s probables e intensas.

Desafortunadamente, esto no es, ni ser¨¢, una emergencia aislada.

Casi una cuarta parte de la poblaci¨®n mundial vive actualmente en zonas afectadas por conflictos, desplazamientos y desastres naturales. De los 25 pa¨ªses m¨¢s vulnerables ante el cambio clim¨¢tico y menos preparados para adaptarse a este, la mayor¨ªa tambi¨¦n vive un conflicto armado. Adem¨¢s, las consecuencias del cambio clim¨¢tico relativas a la salud son costosas: se estima que los da?os directos a los sistemas de salud tendr¨¢n un costo de entre 2.000 y 4.000 millones de d¨®lares anuales (entre 1.900 y 3.700 millones de euros, aproximadamente) para 2030.

Los conflictos tienen repercusiones de gran alcance en la salud de las personas y las comunidades, desde lesiones directas y violencia hasta desplazamientos y traumas mentales y psicol¨®gicos. Los conflictos tambi¨¦n afectan a los sistemas de salud, da?an infraestructura clave, interrumpen el suministro de medicamentos esenciales y dificultan el acceso a agua limpia e instalaciones de saneamiento, lo cual contribuye a empeorar las condiciones de salud. Asimismo, la crisis clim¨¢tica est¨¢ agravando la fragilidad existente ¡ªdesastres naturales, estr¨¦s t¨¦rmico, contaminaci¨®n atmosf¨¦rica y propagaci¨®n de enfermedades infecciosas¡ª, lo cual dificulta la prestaci¨®n de servicios de salud esenciales donde m¨¢s se necesitan.

En este contexto, contar con sistemas de salud resilientes es fundamental para cumplir la promesa de no dejar a nadie atr¨¢s, tal como acordaron los pa¨ªses cuando se comprometieron a respaldar los Objetivos de Desarrollo Sostenible en 2015.

?C¨®mo podemos dise?ar, construir y mantener instalaciones de salud que puedan hacer frente a las perturbaciones relacionadas con el clima? ?C¨®mo podemos garantizar que las instalaciones de salud tengan acceso a energ¨ªa limpia y confiable para su funcionamiento? ?C¨®mo podemos asegurarnos de que esas instalaciones tengan los suministros que necesitan para funcionar? ?C¨®mo podemos asegurarnos de que cuenten con el personal adecuado? ?Y de que este personal de salud est¨¦ adecuadamente capacitado y remunerado?

Los conflictos afectan a los sistemas de salud, da?an infraestructura clave, interrumpen el suministro de medicamentos esenciales y dificultan el acceso a agua limpia

Hemos aprendido muchas lecciones sobre soluciones pr¨¢cticas que pueden mejorar el acceso a los servicios de salud, incluso en medio de conflictos en curso. Por ejemplo, en Yemen, los a?os de conflicto han socavado gravemente el sistema de salud y han dejado a 20,3 millones de personas sin acceso a servicios de salud b¨¢sicos. Para hacer frente a esta situaci¨®n, un proyecto de UNOPS (agencia de la ONU especializada en log¨ªstica) que beneficia a unos 3,4 millones de personas rehabilita instalaciones y salas de hospital, mejora la infraestructura h¨ªdrica y aumenta la eficiencia energ¨¦tica, al mismo tiempo que incorpora consideraciones de g¨¦nero. Asimismo, forma a personal en la gesti¨®n y el mantenimiento de los equipos m¨¦dicos. El objetivo es hacer que las instalaciones m¨¦dicas sean m¨¢s eficientes y adaptables para responder a brotes y epidemias. Sin embargo, se necesita mucho m¨¢s, ya que las necesidades son ingentes: aproximadamente la mitad de las instalaciones de salud de Yemen funcionan parcialmente o no funcionan debido a la ausencia de personal y financiaci¨®n y a la escasez de energ¨ªa, as¨ª como a la falta de medicamentos, suministros y equipos.

En Ucrania, en medio del conflicto actual, se trabaja para mejorar la eficacia de los servicios m¨¦dicos, aportando fuentes de energ¨ªa confiables y adquiriendo y suministrando equipos m¨¦dicos esenciales. Tambi¨¦n en este caso, el desaf¨ªo consiste en mantener un enfoque a largo plazo en la creaci¨®n de sistemas de salud m¨¢s s¨®lidos que puedan resistir las perturbaciones y las tensiones, al tiempo que se responde a las necesidades inmediatas. Hemos aprendido que no debemos esperar a que el conflicto llegue a su fin para empezar el proceso de rehabilitaci¨®n y reconstrucci¨®n.

No hay desarrollo sin salud. Y en el caso de las poblaciones vulnerables de las zonas fr¨¢giles y afectadas por conflictos, la acci¨®n y la inversi¨®n para mejorar el acceso a la atenci¨®n de la salud deben llegar de manera inmediata. Estas medidas deben responder a las necesidades actuales y sentar las bases de un futuro resiliente, inclusivo y sostenible.

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