Una sugerencia concreta que podr¨ªa salvar millones de vidas en una futura pandemia
Existe un consenso sobre la necesidad de acelerar y financiar la investigaci¨®n y el desarrollo de nuevas herramientas sanitarias para brotes y epidemias, garantizando un acceso equitativo en todo el mundo
La cuesti¨®n no es si habr¨¢ otra pandemia, sino cu¨¢ndo. Por eso, desde hace m¨¢s de dos a?os se llevan a cabo intensas negociaciones en la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) para crear un Acuerdo sobre Pandemias que defina en l¨ªneas generales c¨®mo puede el mundo prevenir y prepararse mejor para las pandemias y los brotes, y responder cuando se produzcan.
Los negociadores se encuentran esta semana en Ginebra en medio del pen¨²ltimo empuj¨®n antes de que se acabe el plazo. Su objetivo es adoptar un acuerdo final durante la Asamblea Mundial de la Salud en mayo. Estas negociaciones son de vital importancia. Las comunidades de todo el mundo siguen sufriendo por la pandemia de covid-19. Las familias lloran la p¨¦rdida de sus seres queridos, las econom¨ªas siguen recuper¨¢ndose y la gente sigue muriendo, a un ritmo de 10.000 fallecidos al mes, seg¨²n la OMS.
Si algo bueno pudiera salir de esta cat¨¢strofe en marcha y de las profundas desigualdades que ha puesto de manifiesto, ser¨ªa un nuevo conjunto de normas aceptadas por todos los pa¨ªses que garanticen la detecci¨®n inmediata de una amenaza pand¨¦mica, el r¨¢pido desarrollo de tratamientos, pruebas y vacunas, y pol¨ªticas esenciales que garanticen que las herramientas sanitarias que salvan vidas sean accesibles para todos por igual, sin excepci¨®n.
Pero el tiempo se acaba.
La OMS solo ha llegado a un acuerdo una vez en sus 75 a?os de historia ¨Del Convenio Marco para el Control del Tabaco en 2003¨D y tard¨® siete a?os en negociarlo. En la carrera por alcanzar un convenio sobre pandemias en mayo, existe un riesgo real de que las grandes divisiones respecto a las cuestiones de fondo, las tensiones geopol¨ªticas y la creciente presi¨®n para alcanzar un consenso nos dejen con un acuerdo de m¨ªnimo com¨²n denominador. Uno que esencialmente no cambie el statu quo de una manera significativa que proteja y salve vidas durante la pr¨®xima pandemia.
Sin embargo, tras haber seguido de cerca las negociaciones, veo varias oportunidades para ayudar a salvar las diferencias y garantizar que todo lo que se dice sobre equidad se convierta en algo m¨¢s que un eslogan. Una de ellas se refiere a una cuesti¨®n sobre la que, ir¨®nicamente, existe un consenso pr¨¢cticamente un¨¢nime: la necesidad de acelerar y financiar la investigaci¨®n y el desarrollo (I+D) de nuevas herramientas sanitarias para pandemias y brotes, garantizando al mismo tiempo un acceso equitativo a las mismas en todo el mundo. El punto de conflicto es c¨®mo hacerlo.
Los actores de la salud mundial exigen que las herramientas sanitarias desarrolladas por los proyectos que financian sean accesibles y que los conocimientos generados se difundan ampliamente
Diversos pa¨ªses, tanto del Sur como del Norte globales, han instado a que el Acuerdo sobre Pandemias incluya una obligaci¨®n espec¨ªfica que garantice que, cuando la I+D se financie con dinero del contribuyente, los conocimientos generados se compartan m¨¢s abiertamente para acelerar la investigaci¨®n necesaria. Esta cl¨¢usula tambi¨¦n deber¨ªa garantizar que los productos sanitarios ¨Dnuevos tratamientos, vacunas o pruebas que puedan salvar vidas¨D resultantes de la I+D financiada con fondos p¨²blicos sean accesibles y asequibles de manera equitativa, como rendimiento p¨²blico de esas inversiones p¨²blicas.
Existe una disposici¨®n concreta en el borrador actual del acuerdo que obliga a todos los pa¨ªses a establecer estas condiciones de acceso. Este art¨ªculo se hab¨ªa suprimido en borradores anteriores, antes de volver a incluirse la semana pasada. Aunque se necesitan otras obligaciones, este es un paso clave. Es fundamental que se mantenga en el acuerdo final y que todos los pa¨ªses lo apoyen.
La Iniciativa Medicamentos para Enfermedades Olvidadas (DNDi, por sus siglas en ingl¨¦s) es una organizaci¨®n de I+D sin ¨¢nimo de lucro que desarrolla medicamentos nuevos y accesibles para una serie de enfermedades infecciosas desatendidas. Parte de nuestro trabajo (por el que estamos agradecidos de haber recibido el Premio Princesa de Asturias de Cooperaci¨®n Internacional el a?o pasado) gira en torno a la inclusi¨®n de cl¨¢usulas de intercambio de conocimientos y acceso en nuestros acuerdos con socios acad¨¦micos e industriales, por lo que sabemos de primera mano que dichas disposiciones pueden acelerar la investigaci¨®n y garantizar el acceso a los tratamientos resultantes.
Y no somos los ¨²nicos. Los financiadores y actores de la salud mundial, como la Fundaci¨®n Bill y Melinda Gates y la Coalici¨®n para las Innovaciones en Preparaci¨®n para Epidemias (CEPI, por sus siglas en ingl¨¦s), una fundaci¨®n que desarrolla vacunas contra enfermedades infecciosas en ciernes, tambi¨¦n exigen que las herramientas sanitarias desarrolladas por los proyectos que financian sean accesibles y que los conocimientos generados se difundan ampliamente. Durante las negociaciones del acuerdo sobre pandemias, la CEPI se?al¨® que, si hubiera habido m¨¢s financiadores que hubieran establecido cl¨¢usulas claras de acceso en los primeros d¨ªas de la pandemia de covid, el n¨²mero de dosis de vacunas disponibles para la poblaci¨®n de los pa¨ªses de rentas bajas y medias podr¨ªa haber sido mucho mayor y haberse suministrado con mucha m¨¢s rapidez.
Solo los gobiernos tienen el poder y la influencia para hacer que esto suceda.
Se calcula que el Gobierno estadounidense gast¨® 31.900 millones de d¨®lares (29.400 millones de euros) durante m¨¢s de tres d¨¦cadas en la investigaci¨®n pionera que dio lugar a las vacunas de ARN mensajero. Imaginemos que estos fondos p¨²blicos hubieran estado vinculados a unas condiciones de acceso equitativo bien planteadas. Es posible que el precio de las vacunas en Estados Unidos no se hubiera disparado tras la declaraci¨®n de emergencia y que las desigualdades en el acceso a estas vacunas en todo el mundo, que provocaron la p¨¦rdida de millones de vidas, tambi¨¦n se hubieran reducido considerablemente.
Estas condiciones deben incluir la asequibilidad; la gesti¨®n de los conocimientos y estrategias para la concesi¨®n de licencias que aceleren la investigaci¨®n y faciliten un acceso equitativo; y, en caso necesario, la transferencia de tecnolog¨ªas y conocimientos t¨¦cnicos para permitir la fabricaci¨®n en diferentes regiones del mundo.
Mi organizaci¨®n desarrolla tratamientos para algunas de las comunidades m¨¢s olvidadas de nuestro planeta. Consideramos que las actuales negociaciones del Acuerdo sobre Pandemias son fundamentales, una oportunidad crucial para garantizar que todo el mundo, independientemente de d¨®nde viva o de cu¨¢nto dinero tenga, se beneficie de los avances cient¨ªficos y tenga acceso a las herramientas m¨¦dicas que necesite cuando se produzca la pr¨®xima pandemia. Los gobiernos tienen una oportunidad hist¨®rica de corregir el rumbo y asegurarse de que disponen de todas las herramientas jur¨ªdicas y pol¨ªticas que precisen. Deben aprovecharla.
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