Cooperativas de datos en la era de la Inteligencia Artificial
El gobierno de esta nueva revoluci¨®n tecnol¨®gica es crucial para no acelerar las desigualdades existentes
El premio Nobel de Econom¨ªa Daron Acemouglu demuestra en Poder y Progreso c¨®mo la innovaci¨®n tecnol¨®gica no se traduce autom¨¢ticamente en progreso social. La revoluci¨®n industrial extendi¨® el trabajo infantil y disminuy¨® la esperanza de vida en sus primeros compases. Solo d¨¦cadas m¨¢s tarde la sociedad fue capaz de crear nuevas instituciones capaces de contrarrestar la asimetr¨ªa de poder frente a los empresarios y cambiar el marco legal. La innovaci¨®n institucional es clave para que los beneficios potenciales de la tecnol¨®gica contribuyan al progreso colectivo.
En nuestro mundo conectado, los datos son una materia prima fundamental para el funcionamiento de la econom¨ªa, la provisi¨®n de servicios p¨²blicos y la obtenci¨®n de ventajas competitivas empresariales. La centralizaci¨®n de los datos en corporaciones o en las instituciones p¨²blicas han producido ya abusos en los derechos de los ciudadanos a trav¨¦s del control comercial y social; y no garantizan necesariamente que sea la agenda de los ciudadanos la que gu¨ªe la explotaci¨®n de sus propios datos y obras. Esta fue una de las principales preocupaciones del pasado curso de verano de la UIK (Fundaci¨®n de Cursos de Verano de la Universidad del Pa¨ªs Vasco) ?Inteligencia artificial para la innovaci¨®n social?, organizado por Ayuda en Acci¨®n, donde diferentes organizaciones que trabajamos con innovaci¨®n expusimos nuestras inquietudes sobre los avances de las tecnolog¨ªas disruptivas y las alternativas que podemos desarrollar para evitar que las desigualdades se ampl¨ªen con ellas.
Los ciudadanos debemos, de nuevo, preguntarnos en qui¨¦n podemos confiar, qu¨¦ nuevas instituciones sociales deber¨ªamos crear para garantizar un gobierno democr¨¢tico de nuestros datos¡±
El gobierno de la inteligencia artificial ¡ªde los datos y los algoritmos que determinar¨¢n cada vez m¨¢s nuestras vidas¡ª resulta crucial para garantizar que esta nueva revoluci¨®n no acelere las desigualdades existentes, sino que contribuya a su desaparici¨®n mediante la provisi¨®n de oportunidades a los m¨¢s vulnerables. Debemos tener en consideraci¨®n adem¨¢s que la inteligencia artificial redefine al menos parcialmente a aquellos que se sienten amenazados por su irrupci¨®n, tal como vimos en la reciente huelga de los guionistas de Hollywood.
Los ciudadanos debemos, de nuevo, preguntarnos en qui¨¦n podemos confiar, qu¨¦ nuevas instituciones sociales deber¨ªamos crear para garantizar un gobierno democr¨¢tico de nuestros datos, orientado al inter¨¦s com¨²n y el leg¨ªtimamente propio. Porque cada uno por s¨ª solo no puede afectar a la agenda de las corporaciones y las instituciones p¨²blicas. En los ¨²ltimos a?os han emergido en todo el mundo nuevas formas colectivas para el gobierno de los datos.
El pasado 16 de septiembre, la People Centered Internet, organizaci¨®n cofundada en 2015 por Vint Cerf para preservar un internet justo y universal, present¨® el informe Data Cooperative Report en las sesiones sobre gobierno digital en la cumbre de Naciones Unidas sobre ciencia (SSUNGA-DGS). Las cooperativas de datos gobernadas democr¨¢ticamente bajo el principio ¡°una persona un voto¡±, aspiran a dotar a sus miembros de los instrumentos para la gesti¨®n aut¨®noma y segura de sus propios datos en su propio beneficio y en el de su comunidad.
As¨ª, las mil agricultoras aut¨®nomas asociadas a la cooperativa Megha en Gujarat (India) est¨¢n explorando c¨®mo combinar los datos financieros del conjunto para mejorar el acceso al cr¨¦dito de cada una, limitado por prejuicios de g¨¦nero y la falta de historial bancario en la actualidad. Algunos de los colectivos m¨¢s din¨¢micos en este ¨¢mbito son los agricultores, tal como ya demostr¨® la aplicaci¨®n M-farm en Kenia permiti¨¦ndoles conocer los precios de mercado finales, o las cooperativas cafeteras de Colombia, con la gesti¨®n com¨²n de los datos.
La preservaci¨®n de los idiomas minoritarios es otra ¨¢rea en la que la gesti¨®n colectiva de los datos est¨¢ avanzando en ?frica. De esta manera, las asociaciones locales quieren motivar a los participantes a colaborar m¨¢s activamente en los procesos de recolecci¨®n de datos, garantizando que el uso que se har¨¢ de ellos contribuir¨¢ a la mejora de las condiciones de vida de su colectivo.
Movimiento emergente
Espa?a es uno de los pa¨ªses pioneros ¡ªdesde 2017¡ª en este tipo de innovaci¨®n institucional. La cooperativa de datos Salus.coop ha ayudado al Instituto de Salud Global (ISGlobal) a contactar con donantes de datos dispuestos a colaborar en el estudio Cities Health, que relaciona los efectos de las condiciones ambientales con la capacidad cognitiva de los ciudadanos. Los participantes disponen de repositorios personales para sus datos, que pasan pseudo anonimizados al grupo de investigadores, que los utilizan conforme a una licencia de uso cocreada junto a los ciudadanos.
Ninguno de los ejemplos aportados ha conseguido afectar de forma significativa al gobierno y la gesti¨®n de los datos en su ¨¢mbito de actuaci¨®n, pero son sin duda las primeras muestras de un movimiento emergente y necesario, el desarrollo de nuevas instituciones sociales para el gobierno de los datos para el bien com¨²n.
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