La reforma laboral ser¨¢ el campo de batalla del PSOE con el Gobierno

No hay cien d¨ªas de tregua en las relaciones entre el Gobierno y la oposici¨®n. A los 55 d¨ªas de la toma de posesi¨®n de Mariano Rajoy, la dura reforma laboral aprobada por el Ejecutivo es ya el campo de batalla en el que se librar¨¢ el enfrentamiento. La discrepancia se tradujo este mi¨¦rcoles en un ambiente parlamentario de crispaci¨®n impropio para el breve espacio de legislatura transcurrido.

El PSOE ha tomado esa reforma como el campo de batalla en el que se desarrollar¨¢ su pol¨ªtica de oposici¨®n frontal, intentando no verse desbordado por los sindicatos o por la protesta ciudadana. Hoy sus portavoces, empezando por Alfredo P¨¦rez Rubalcaba y Soraya Rodr¨ªguez, centraron sus intervenciones en la sesi¨®n de control al Gobierno en el pleno del Congreso en arremeter contra esa reforma legal, por considerarla injusta, desproporcionada y atentatoria contra derechos. Luego el l¨ªder socialista le hizo saber directamente a Rajoy en La Moncloa que por ah¨ª no pasar¨¢n, y que se opondr¨¢n ¡°frontalmente¡± a ella. El rechazo quedar¨¢ patente en el respaldo de destacados dirigentes del PSOE a las protestas convocadas por los sindicatos.

Esa oposici¨®n frontal se combina con el apoyo que el PSOE dar¨¢ hoy en el pleno a la convalidaci¨®n del decreto que reforma el sistema financiero. Tambi¨¦n con el apoyo en asuntos como la lucha antiterrorista, sobre los que ayer se apreci¨® una coincidencia evidente en el Congreso entre Gobierno y oposici¨®n al entender, por ejemplo, que no es momento de m¨¢s ilegalizaciones, sino de actuaciones pol¨ªticas sutiles y discretas.

Como no pod¨ªa ser de otra forma, el Gobierno, sobradamente respaldado por su amplia mayor¨ªa absoluta y el apoyo de CiU, cerr¨® filas ayer en el Congreso y defendi¨® sin fisuras la reforma del mercado laboral. As¨ª lo hicieron Rajoy, Soraya Sa¨¦nz de Santamar¨ªa, F¨¢tima B¨¢?ez y Crist¨®bal Montoro.

Incluso el presidente el Gobierno insinu¨® que la protesta de los sindicatos tiene que ver con el hecho de que la reforma limita su poder en la negociaci¨®n de los convenios, en la organizaci¨®n de los cursos de formaci¨®n y en la negociaci¨®n de los ERE, entre otras cosas. ¡°Es verdad que aqu¨ª van a perder muchas posibilidades ¡ªo mucho poder, si quiere usted¡ª tanto las organizaciones empresariales como las sindicales, pero es que nosotros tenemos que gobernar para la gente, para los trabajadores¡±, asegur¨® Mariano Rajoy.

Tanto el presidente como sus ministros dejaron ver que el argumento fundamental en sus debates con el PSOE en el Congreso ser¨¢ la contraposici¨®n con la gesti¨®n de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero. Por el momento, al Gobierno le sirve de burladero la comparaci¨®n con la anterior legislatura y se agarra con firmeza al argumento del retrovisor. Si se habla de recortes, los ministros tiran de la congelaci¨®n de pensiones que aprob¨® Zapatero; si les reprochan la subida de impuestos se aferran al d¨¦ficit oculto y si se ven en dificultades no falla la menci¨®n a los cinco millones de parados que dej¨® el anterior presidente. Eso da para unos cuantos meses.

Hoy, Rajoy explic¨® p¨²blicamente por primera vez la reforma que, seg¨²n augur¨® en una conversaci¨®n con el primer ministro finland¨¦s captada por un micr¨®fono abierto, podr¨ªa costarle una huelga general. Seg¨²n dijo ayer en el Congreso, ¡°la situaci¨®n anterior no nos llevaba a ninguna parte, porque, como usted muy bien sabe, Espa?a tiene, desgraciadamente, el r¨¦cord de paro de la UE. Y en una situaci¨®n de estas caracter¨ªsticas podemos hacer dos cosas: o no hacer nada o hacer reformas laborales como la que, con todos los respetos, hicieron ustedes y no sirvi¨® absolutamente para nada, o hacer una reforma laboral en la l¨ªnea que se est¨¢ planteando en Europa¡±.

La otra pata de la estrategia del Gobierno es la de curarse en salud o intentar no crear expectativas que puedan luego ser defraudadas. Por eso, el presidente del Gobierno afirm¨® que ¡°estas medidas no van a producir efectos en el corto plazo por la situaci¨®n econ¨®mica que se est¨¢ produciendo en nuestro pa¨ªs y por el entorno internacional, especialmente por el entorno europeo¡±.

Frente a ¨¦l, Rubalcaba explic¨® en la c¨¢mara que la reforma laboral abarata el despido, pese a que el PP prometi¨® en campa?a que no lo har¨ªa.

El l¨ªder de la oposici¨®n utiliz¨® expresiones como ¡°monumento a la precariedad¡±, ¡°flexiinseguridad¡± y ¡°enmienda a la totalidad a nuestro sistema de relaciones laborales¡± para describir la reforma. ¡°Ha roto todos los equilibrios que durante muchos a?os se han construido en nuestro sistema de relaciones laborales, por la v¨ªa de dar todos los poderes al empresario, poderes omn¨ªmodos para reducir desde el horario hasta el salario¡±, dijo Rubalcaba.

Concluy¨® con una frase que, seg¨²n dijo, resume el decreto que se convalidar¨¢ la pr¨®xima semana: ¡°O aceptas la bajada de salarios o ah¨ª tienes la cuenta¡±.

El diario de sesiones cierra el debate con el grito de un diputado socialista no identificado: ¡°?Muy bien, Alfredo!¡±.