La mitad de los extranjeros internos en los CIE en 2011 no fueron expulsados
Casi 6.500 personas fueron encerradas sin que finalmente se pudiera dar curso a la expulsi¨®n El Consejo General de la Abogac¨ªa y los grupos parlamentarios se plantean si la medida se est¨¢ usando de forma correcta
De las 13.241 personas sin papeles que fueron confinadas en 2011 en alguno de los nueve Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE) que hay en Espa?a, solo 6.825 (el 51,5%) llegaron a ser finalmente expulsadas. Por lo tanto, casi 6.500 fueron privadas de libertad sin que la repatriaci¨®n llegara a materializarse. El dato lo ha ofrecido hoy el portavoz popular en la Comisi¨®n de Interior del Congreso, Conrado Escobar, en unas jornadas sobre el futuro de los CIE organizadas por el Consejo General de la Abogac¨ªa Espa?ola.
El internamiento de sin papeles no es un castigo, sino una medida cautelar para garantizar la expulsi¨®n en los casos en los que esta sea la sanci¨®n adecuada y necesaria ¡ªla mera estancia irregular se castiga en principio, y seg¨²n la doctrina del Tribunal Supremo, con multa¡ª. Y solo debe decretarse, seg¨²n se se?ala desde el Consejo General de la Abogac¨ªa Espa?ola, cuando hay garant¨ªas de que la repatriaci¨®n se podr¨¢ llevar a cabo.
El comisario general de Extranjer¨ªa, Emilio Baos, ha explicado que el problema para proceder a la expulsi¨®n tiene que ver, sobre todo, con la falta de documentaci¨®n. ¡°Para que se pueda organizar el retorno de alguien es necesario que est¨¦ reconocido como nacional por parte de las autoridades del pa¨ªs correspondiente, y muchas veces eso no es tan sencillo¡±. Ante una persona sin pasaporte, primero hay que investigar de d¨®nde procede y lograr que alg¨²n Estado o bien la documente o emita una autorizaci¨®n de entrada en el pa¨ªs ¡ªlo que se conoce como laissez passer¡ª.
Los tr¨¢mites son complejos y llevan su tiempo, y el hecho de que casi la mitad de los internos en los CIE no lleguen a ser expulsados no tiene que ver con la falta de diligencia de las autoridades sino m¨¢s bien, o al menos as¨ª lo consideran las ONG y el Consejo General de la Abogac¨ªa, con que se trata de personas que, en su mayor¨ªa, no debieron ser privadas de libertad ¡ªla medida m¨¢s grave¡ª sin garant¨ªas de que pudieran ser expulsadas.
¡°Es necesario que los jueces examinen con detalle las posibilidades de que, en la pr¨¢ctica, la repatriaci¨®n sea viable¡±, opinaba Aitor Esteban, portavoz del grupo parlamentario vasco en la Comisi¨®n de Interior del Congreso. ¡°El internamiento debe ser una medida excepcional¡±, coincidi¨® el portavoz del grupo parlamentario catal¨¢n, Antoni Pic¨® i Azanza. ¡°Si el 50% de los internos no son expulsados, tenemos un problema¡±.
Ahora que Interior ultima un reglamento que regular¨¢ el funcionamiento de los CIE, cobra especial relevancia la cuesti¨®n de en qu¨¦ casos es necesario y proporcional recurrir al internamiento forzoso. Este punto no estar¨¢ recogido de forma detallada en la norma, que se limitar¨¢ a regular el funcionamiento y r¨¦gimen interno de los centros, pero desde la Secretar¨ªa de Estado de Seguridad se asegura que es una prioridad establecer con claridad los requisitos de ingreso en el CIE, y que la polic¨ªa tendr¨¢ ¨®rdenes de que solo se pida el internamiento de aquellos que cumplan las condiciones para ser efectivamente expulsados.
El informe presentado ayer por el Consejo General de la Abogac¨ªa Espa?ola tambi¨¦n hac¨ªa referencia a esta cuesti¨®n. ¡°El internamiento es el ¨²ltimo medio a disposici¨®n de los Estados miembros, seg¨²n la directiva europea de 2008 sobre el retorno de nacionales de terceros pa¨ªses en situaci¨®n irregular¡±, explic¨® Pascual Aguelo, presidente de la subcomisi¨®n de Extranjer¨ªa del Consejo. ¡°Solo puede obedecer al fin de preparar el retorno o llevar a cabo el proceso de expulsi¨®n. Y la desaparici¨®n de la perspectiva razonable de expulsi¨®n implica la p¨¦rdida de justificaci¨®n de la medida¡±. El Consejo de la Abogac¨ªa considera que Espa?a no ha incorporado debidamente esta directiva europea al derecho interno y que esta carencia ha supuesto una desprotecci¨®n para los extranjeros internados.
El incremento de extranjeros que entran de forma irregular por Ceuta y Melilla ha contribuido a acrecentar el problema. Como los CETI (Centros de Estancia Temporal que no conllevan privaci¨®n de libertad) de las dos ciudades aut¨®nomas se saturan, la soluci¨®n de las autoridades ha sido trasladar a estos extranjeros a los CIE de la Pen¨ªnsula, muchas veces sin verificar antes si se daban las condiciones para que pudieran ser efectivamente expulsados. Se ha venido haciendo, en realidad, para no dejarlos directamente en libertad en la Pen¨ªnsula, por temor a un posible efecto llamada.
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