La contundente reacci¨®n del Gobierno al fallo sorprende en Estrasburgo

Casi dos a?os antes de que In¨¦s del R¨ªo presentara su recurso ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo (TEDH), en agosto de 2009, el juez espa?ol Luis L¨®pez Guerra tom¨® posesi¨®n de su cargo en la Corte. El Constitucional todav¨ªa no hab¨ªa expuesto su criterio sobre la doctrina Paroty los etarras encarcelados estaban m¨¢s pendientes del dictamen del tribunal de garant¨ªas constitucionales que de acudir a otras instancias.

¡°Los jueces de Estrasburgo socializan; eran conscientes de que trataban un tema sensible¡±, aseguran fuentes cercanas al tribunal, que destacan la sorpresa que ha causado la reacci¨®n del Gobierno ante su resoluci¨®n. Tanto es as¨ª que el presidente, Dean Spielmann, ha decidido programar un seminario interno con el objeto de analizar y explicar las caracter¨ªsticas t¨¦cnicas del fallo.

Las fuentes oficiales del tribunal han eludido valorar la reacci¨®n del Gobierno espa?ol y se limitan a se?alar que existe una comisi¨®n encargada del seguimiento de la ejecuci¨®n de la sentencia.

Los jueces sab¨ªan que la sentencia iba a tener contestaci¨®n social pero no esperaban que a esta se uniera el partido del Gobierno, el PP. Todo pese a que recordaban, con asombro, las palabras del ministro del Interior, Jorge Fern¨¢ndez D¨ªaz, cuando, en marzo, dijo que las autoridades espa?olas ten¨ªan margen para la ¡°ingenier¨ªa jur¨ªdica¡± fuera cual fuera la decisi¨®n de Estrasburgo.

M¨¢s a¨²n ha sorprendido el cuestionamiento a L¨®pez Guerra. El juez apoy¨® la tesis un¨¢nime de 22 magistrados (entre la sala peque?a y la Gran Sala) de otros tantos pa¨ªses sobre la vulneraci¨®n del Convenio Europeo de Derechos Humanos en el caso de la etarra In¨¦s del R¨ªo, de cuya sentencia final no fue ponente. Su caso no es excepcional. Lo hizo igual que otros jueces espa?oles en Estrasburgo, como Javier Borrego o Jos¨¦ Antonio Ridruejo, que, antes que ¨¦l, apoyaron planteamientos del tribunal europeo en asuntos que tambi¨¦n tumbaron el criterio de tribunales espa?oles, incluido en Constitucional, incluso cuando se trataron otras cuestiones relativas al terrorismo. A ninguno se le reproch¨® por ello.

Todos reunieron los requisitos para pasar el examen ante la Asamblea del Consejo de Europa y la previa evaluaci¨®n de la comisi¨®n de asuntos jur¨ªdicos a la que se les somete, durante m¨¢s de media hora y con preguntas en franc¨¦s e ingl¨¦s. Ninguno recibi¨® el informe desfavorable de la Corte ni la propuesta fue devuelta al Estado, como s¨ª ocurri¨® en otras ocasiones con Francia o Portugal.

Todos los jueces espa?oles han apoyado tesis contra el Constitucional

¡°No se dan cuenta de que cuestionar al juez de tu pa¨ªs es cuestionar a tu pa¨ªs¡±, han indicado otras fuentes relacionadas con el tribunal que ni siquiera quieren entrar a valorar que se haya expuesto como h¨¢ndicap que L¨®pez Guerra no sea juez de carrera porque ¡°ser¨ªa lo mismo que cuestionar nuestro Constitucional, donde tambi¨¦n hay magistrados que no son jueces de carrera¡±.

L¨®pez Guerra se ha abstenido de participar en m¨¢s de una veintena de asuntos en los que consider¨® que sus anteriores cargos en el Consejo General del Poder Judicial, en el Constitucional o en la secretar¨ªa de Estado de Justicia pod¨ªan poner en duda su imparcialidad. En el de la doctrina Parot ni el tribunal se lo sugiri¨® ni el Gobierno lo plante¨®.

La respuesta a la sentencia ha tratado tambi¨¦n de poner en jaque a los abogados del Estado

La revuelta tras la sentencia tambi¨¦n ha pretendido poner en jaque a los Abogados del Estado que defendieron el planteamiento del Gobierno ante el tribunal europeo. En este caso, el ministro Ruiz-Gallard¨®n rechaz¨® cualquier tipo de ¡°reproche¡± y ensalz¨® su ¡°formidable trabajo¡±, sobre todo cuando uno de ellos permaneci¨® en la defensa a petici¨®n del ministerio, ya que, en abril, pidi¨® dejar la Abogac¨ªa del Estado para dedicarse a la actividad privada.

Algunas de las fuentes consultadas han comparado la relaci¨®n de Espa?a ante el Tribunal de Estrasburgo a la que mantiene el Gobierno con el Comit¨¦ Ol¨ªmpico Internacional. ¡°No se cuida, como se descuidan las relaciones internacionales, en general. No hay cultura de pol¨ªtica internacional y de su dimensi¨®n¡±, explican.

Muestra de ello, exponen, es el baile de jueces ad hoc (sustitutos del titular cuando este se abstiene en un asunto) que ha habido recientemente. En junio de 2012, despu¨¦s de que el secretario general del TEDH comunicara que el mandado de los anteriores jueces hab¨ªa concluido, el Gobierno design¨® a tres candidatos que no cumplieron su mandato de dos a?os ya que, en julio de este a?o, design¨® a otros dos.