B¨¢rcenas siempre delinqui¨®, el PP nunca
Pero si todo el dinero acumulado por el PP de constructores nunca ser¨ªa ilegal, ?cu¨¢l es el delito?
El en¨¦simo paso judicial en el caso B¨¢rcenas apuntala una verdad creciente: nada es delito si se ejerce desde un partido. Desde que surgi¨® este caso, fruto de unos documentos obra del extesorero Luis B¨¢rcenas difundidos por este diario en enero de 2013, papeles que ya nadie tacha de fotocopias prefabricadas, la investigaci¨®n abierta entonces por la fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n ha hallado m¨¢s elementos para refutar que para acreditar la naturaleza delictiva de las irregularidades que evidenciaban. Los papeles de B¨¢rcenas acreditaban constantes ingresos y pagos en b a dirigentes del partido. Los donativos eran ilegales, por su monto y por su origen. Muchos de ellos no estaban reflejados en su contabilidad oficial y los que lo estaban era de manera troceada para evitar el control del Tribunal de Cuentas. Los sobresueldos tampoco obedec¨ªan a pagos ordinarios. Porque B¨¢rcenas no recordaba en sus papeles el salario mensual de cada cual en G¨¦nova 13, algo innecesario de apuntar por su continuidad, sino unos pagos trimestrales procedentes del flujo de dinero en b y destinados s¨®lo a los m¨¢ximos dirigentes.
La investigaci¨®n judicial acredit¨® el origen ilegal del dinero porque diversos perceptores (Calixto Ayesa, Jaime Ignacio del Burgo, Crist¨®bal P¨¢ez, Eugenio Nasarre, Jaume Matas¡) admitieron que fueron entregas en efectivo sin recibo ni factura y sin figurar en la contabilidad oficial del partido.
La fiscal¨ªa, dependiente del Ejecutivo, al iniciar su investigaci¨®n alarde¨® de que no le temblar¨ªa el pulso a la hora de interrogar al propio Mariano Rajoy y a otros dirigentes del PP, cuyo nombre anot¨® B¨¢rcenas en su cuaderno como perceptores de sobresueldos. Y se despleg¨® una bater¨ªa de peticiones de documentaci¨®n a Hacienda y al Tribunal de Cuentas para acreditar la veracidad de los hechos. Pero hoy, diez meses despu¨¦s, el panorama es radicalmente distinto. La fiscal¨ªa no duda en rechazar el testimonio de Rajoy. Lo juzga mero lucimiento medi¨¢tico de las acusaciones particulares del caso. Hacienda apostilla oportunamente que los sobresueldos denunciados por B¨¢rcenas en sus papeles nunca ser¨ªan delictivos para sus perceptores, de ser ciertos, porque no alcanzar¨ªan el tope del fraude imprescindible. Tampoco ser¨ªa delito en los partidos haber incumplido su deber de presentar el impuesto de sociedades por donativos ilegales. Y, por ¨²ltimo, la fiscal¨ªa sostiene que un partido, al no tener naturaleza mercantil, no puede cometer el delito contable tipificado en el art¨ªculo 290 del C¨®digo Penal.
Todo esta panoplia de argumentos para cimentar por qu¨¦ no es delictivo el caso B¨¢rcenas salvo para el propio B¨¢rcenas arroja numerosos interrogantes. La Fiscal¨ªa sab¨ªa desde el primer momento cu¨¢l era el monto de cada sobresueldo abonado en b por B¨¢rcenas. ?Para qu¨¦ pregunt¨® a Hacienda y al PP si se hab¨ªan pagado si sab¨ªa que aunque fueran ciertos no alcanzar¨ªan el tope legal establecido para ser considerados delito? ?Para qu¨¦ pidi¨® la contabilidad oficial del partido a G¨¦nova 13 y al Tribunal de Cuentas si da igual lo que se ponga en unas cuentas de una formaci¨®n, ya que falsearlas no es delito? ?Para qu¨¦ precisaba detallar las donaciones legales si las ilegales tambi¨¦n son admisibles y est¨¢n exentas de tributaci¨®n? La ley no ha cambiado en estos meses. La fiscal¨ªa debi¨® archivar el caso desde su inicio, si su convicci¨®n es la que con cuentagotas va apilando d¨ªa a d¨ªa hasta el cierre del caso B¨¢rcenas. El encarcelamiento de B¨¢rcenas no se produce tras a?os de investigaci¨®n sobre el caso G¨¹rtel, sino tras difundirse sus papeles y su fortuna en Suiza. ?Tienen relaci¨®n sus papeles con su fortuna opaca? El juez Ruz ve conexi¨®n entre sus entradas anotadas de constructores en la caja b del partido y sus ingresos en Suiza. El argumento para encarcelarlo el pasado verano fue que pod¨ªa huir y destruir pruebas. La paradoja es que B¨¢rcenas no hab¨ªa dejado de viajar al extranjero desde que fue imputado y el extesorero, si de algo se lamenta, es de no haber sabido acumular o guardar m¨¢s pruebas de todo su mandato para evidenciar las irregularidades que ha denunciado al magistrado. Algunas las destruy¨® por fiarse de sus antiguos mentores.
Pero si todo el dinero acumulado por el PP de manos de constructores nunca ser¨ªa ilegal, Hacienda dixit, porque el dinero en b que ingresan los partidos no est¨¢ obligado a pagar impuestos, ?cu¨¢l es el delito de B¨¢rcenas conexo a su papel de tesorero? Porque si se sigue este relato que desviste al PP del ropaje de todo delito, resulta dif¨ªcil su aplicaci¨®n a su extesorero. Si false¨® las cuentas es irrelevante, dado que no trabajaba para una empresa mercantil; si se qued¨® dinero en b del PP, qu¨¦ importa ya que eran cantidades exentas; si las donaciones no eran cohechos para el partido por indemostrable, tampoco lo podr¨ªan ser para ¨¦l... En este af¨¢n de exculpar de todas las irregularidades al PP, no deber¨ªa ser un peligro que B¨¢rcenas destruya pruebas, sino un alivio para los investigadores.
Arrumbadas todas las verdades de los papeles de B¨¢rcenas sin haber registrado las sedes de los constructores ni haber revisado el patrimonio de los dirigentes sospechosos hasta el ¨²ltimo movimiento de visa, como se hizo en el caso Fabra, por ejemplo, habr¨¢ que poner el foco en cu¨¢les fueron los negocios forzosamente ajenos a dicha caja b, a tenor del discurso jur¨ªdico oficial, que nutrieron sus cuentas suizas desde los a?os ochenta.
Pero los abogados de todos los partidos implicados en casos de corrupci¨®n en Espa?a deber¨ªan tomar buena nota de esta jurisprudencia que a marchas forzadas se est¨¢ improvisando al calor del caso B¨¢rcenas. A estas alturas, en lo tocante a corrupci¨®n, hay que ser torpe para cometer delito desde un partido. En general, desgrava.
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