Podemos: la excepci¨®n y la regla

La fase de consagraci¨®n de Pablo Iglesias al frente de Podemos hubiera debido suscitar una reflexi¨®n cr¨ªtica acerca de la distancia existente entre sus proclamas democratizadoras y la construcci¨®n de un liderazgo dictatorial, que endurece incluso el organigrama cl¨¢sico del leninismo. En efecto, la sabia distribuci¨®n de los temas en la conferencia ciudadana hizo posible que bajo la superficie de una participaci¨®n general en cuestiones sectoriales, el n¨²cleo duro de la estrategia pol¨ªtica y de la organizaci¨®n a adoptar quedase reservado para la decisi¨®n ¨²nica del l¨ªder.

Los cielos se toman por asalto, no por consenso; quer¨ªa decir, no desde la democracia, que es lo que solicitaron sin ¨¦xito los disconformes. Lo m¨ªo no se toca, y si se toca me voy, ultim¨¢tum edulcorado con el toque demag¨®gico de que cualquiera puede dirigir Podemos.

Y una vez instalado en el cielo, con la confirmaci¨®n del voto forzado de los tres bloques, a construir un partido piramidal integrado ¨²nicamente por los suyos en los ¨®rganos de direcci¨®n, con la troika de fundadores al frente. De nuevo Echenique plante¨® sin ¨¦xito una apertura al pluralismo. Nada de eso. Todo desde el jefe y a sus ¨®rdenes. Centralismo cibercr¨¢tico al servicio de un mesianismo. (Por favor, que salga en TVE).

Las alarmas debieron saltar pero, salvo en medios derechistas, fueron sustituidos por la complacencia. Incluso fue inventado un origen m¨¢s popular a Podemos, en reconstrucciones que se olvidaban de Venezuela y del crisol de pol¨ªticas, tal y como desea Iglesias (lo cual no excluye la conexi¨®n con Alternativa Anticapitalista, pronto contestataria en Abtao, ni la fallida con el 15-M).

No cuenta el hecho de que el grupo dirigente coincida persona a persona con el forjado desde ¡°contrapoder¡±. Las cr¨ªticas light empezaron a dirigirse a la falta de programa, como si no fuera suficiente con la proclamaci¨®n por Iglesias de una estrategia pol¨ªtica que parte de borrar del mapa la Constituci¨®n de 1978 desde un proceso constituyente a lo Ch¨¢vez, lograr el propio liderazgo excluyente contra ¡°la casta¡±, propiciar la estatizaci¨®n de la econom¨ªa, y, a diferencia de Tsipras, enfrentarse a la UE como si esta fuera solo un museo de horrores (discurso de Pablo Iglesias en el Parlamento Europeo). Las palabras ah¨ª est¨¢n.

?Est¨¢n tambi¨¦n las garant¨ªas de pureza? Aqu¨ª frente a las palabras, el asunto de la beca de M¨¢laga nos acerca a la realidad. No es un simple incidente, sino muestra de un funcionamiento no ilegal, pero si ¡°a-legal¡±, por cuanto el cumplimiento ¡ªparcial: horarios excluidos¡ª de las normas resulta al parecer sometido a un clientelismo ideol¨®gico, algo habitual en la ¡°¨ªnsula chavista¡± de que proceden nuestros regeneradores. Tambi¨¦n al uso en ¡°la casta¡±, pero¡­