El sistema electoral seguir¨¢ primando al bipartidismo
El m¨¦todo de reparto D'Hondt no es el culpable de la inequidad, sino la circunscripci¨®n electoral provincial
El sistema electoral en Espa?a otorga sistem¨¢ticamente una ventaja de esca?os a los dos partidos pol¨ªticos que obtienen m¨¢s votos. Es as¨ª. PP y PSOE se han visto beneficiados hist¨®ricamente ¡ªy seg¨²n el ¨²ltimo sondeo de Metroscopia lo seguir¨¢n haciendo¡ª de una prima de esca?os que es, de media, el 13% y el 12% del total de diputados obtenidos por cada uno. Es decir, en todas las elecciones generales y probablemente tambi¨¦n el pr¨®ximo 20D, populares y socialistas consiguen, en promedio, 18 esca?os m¨¢s de los que realmente les corresponder¨ªan si el reparto fuera estrictamente proporcional. Al mismo tiempo, IU se ha visto siempre muy penalizada por su condici¨®n de tercera o cuarta fuerza en n¨²mero de votos: solo ha conseguido, de media, el 37% de los diputados que le pertenecer¨ªan, es decir, un h¨¢ndicap de 15 diputados.
?Por qu¨¦ ocurre esto? No es el m¨¦todo D¡¯Hondt, como a menudo suele pensarse, el culpable de semejante inequidad sino, m¨¢s bien, su aplicaci¨®n de acuerdo al art¨ªculo 68 de la Constituci¨®n, que dice:
¡°La circunscripci¨®n electoral es la provincia. Las poblaciones de Ceuta y Mellila est¨¢n representadas cada una de ellas por un Diputado. La ley distribuir¨¢ el n¨²mero total de Diputados, asignando una representaci¨®n m¨ªnima inicial a cada circunscripci¨®n y distribuyendo los dem¨¢s en proporci¨®n a la poblaci¨®n¡±
Matem¨¢ticamente, el m¨¦todo D¡¯Hondt es de los mejores sistemas de reparto porque fija la cantidad m¨ªnima de votos necesarios para distribuir exactamente todos los esca?os. En otras palabras, es como la ley de la oferta (n¨²mero de esca?os a repartir) y la demanda (n¨²mero de votos obtenidos) que establece el precio justo al que se debe ¡°comprar¡± cada esca?o. El problema surge cuando es la provincia la que posee el rango de circunscripci¨®n electoral, pues en la pr¨¢ctica la regla D¡¯Hondt es m¨¢s proporcional cuanto mayor es el n¨²mero de esca?os a repartir. Si la distribuci¨®n de los 350 diputados que componen el Congreso se repartieran en una circunscripci¨®n ¨²nica, la eficiencia de D¡¯Hondt ser¨ªa mucho mayor que si se disgregan en 50 circunscripciones y dos ciudades aut¨®nomas. Por eso, en aras de mayor proporcionalidad, es preferible aplicar el m¨¦todo una sola vez sobre el total en lugar de 52 veces sobre cantidades dispares, como es el caso actual de Espa?a.
?En qu¨¦ se traduce esto? La diferencia entre el n¨²mero de diputados que hoy por hoy obtienen de m¨¢s los partidos por ser la provincia la circunscripci¨®n electoral y los que obtendr¨ªan con una sola circunscripci¨®n nacional da lugar a lo que se conoce como la prima de esca?os. Un ejemplo: la provincia m¨¢s peque?a, Soria, con 70 mil habitantes reparte dos diputados, y la m¨¢s grande, Madrid, con 4.6 millones distribuye 36. As¨ª, mientras el precio del esca?o en Soria est¨¢ alrededor de los 35 mil votos, en Madrid est¨¢ en torno a los 129 mil (casi cuatro veces m¨¢s).
La justificaci¨®n principal de esta situaci¨®n en su momento pod¨ªa ser razonable: equilibrar el peso poblacional de las grandes ciudades con un refuerzo de las peque?as provincias. Trat¨¢ndose de un pa¨ªs eminentemente rural (el 91 % de los municipios tiene menos de 10 mil habitantes) parec¨ªa injusto que las circunscripciones de las grandes urbes acapararan el grueso de los esca?os. Sin embargo, uno de los efectos m¨¢s destacados de esta decisi¨®n fue la institucionalizaci¨®n del bipartidismo: UCD y PSOE entre 1977 y 1981, y PSOE y AP/PP de 1982 en adelante se han visto beneficiados de forma constante por esta medida. Por tanto, la prima de esca?os se volvi¨® un fen¨®meno estructural, parte integral del sistema.
La formaci¨®n que m¨¢s prima ha obtenido hasta el momento ha sido UCD: un 27% de sus esca?os en 1977 y 1979 fue producto de la ventaja directa que el t¨¢ndem D¡¯Hondt-Art¨ªculo 68 confiere a la primera fuerza pol¨ªtica. Pero la desembocadura posterior en el CDS le permiti¨® a Adolfo Su¨¢rez vivir los resultados electorales desde el otro lado: como partido minoritario entre 1982 y 1989 solo pudo traducir sus votos en la mitad de esca?os que se le deber¨ªan haber asignado.
Los casos de Alianza Popular y PP siguieron justamente la tendencia opuesta a UCD y CDS. Mientras el sistema penalizaba a Alianza Popular de manera destacada entre 1977 y 1979 (perdi¨® entre el 48% y el 57% de los esca?os que le habr¨ªan correspondido), cuando se convirti¨® en partido mayoritario en 1982 ¡ªindependientemente de que acabara primero o segundo en las elecciones¡ª autom¨¢ticamente comenz¨® a primarle por encima del 10%. M¨¢s a¨²n, seg¨²n la ¨²ltima estimaci¨®n de Metroscopia, la mayor prima que percibir¨ªa ahora el PP ser¨ªa precisamente en las pr¨®ximas elecciones, a pesar de que podr¨ªa ser uno de sus peores resultados hist¨®ricos en porcentaje de votos.
El PSOE, desde que se presenta a las elecciones generales, nunca ha bajado del segundo puesto en n¨²mero de votos, por lo que ha recibido una prima de esca?os en todas y cada una de las citas electorales. La ventaja registrada m¨¢s grande fue la de 1989, cuando recibi¨® un plus de esca?os del 20% (1 de cada 5). El pr¨®ximo 20D su prima podr¨ªa acercarse a esa cifra.
Por ¨²ltimo, el PCE y posteriormente IU han resultado las formaciones m¨¢s perjudicadas por el sistema electoral. En promedio han conseguido solo uno de cada tres esca?os que, en funci¨®n de sus votos, le pertenec¨ªan. El a?o 2008 fue el annus horribilis, ya que IU e ICV en Catalu?a consiguieron ¨²nicamente 2 de 13 diputados. Para Unidad Popular las expectativas de cara al d¨ªa 20 de diciembre no son halag¨¹e?as, pues la penalizaci¨®n es probable que sea incluso m¨¢s elevada.
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