A Coru?a beber¨¢ agua de una antigua mina
La ciudad y su comarca ser¨¢n las primeras de Europa en abastecerse del inmenso lago emergido en un yacimiento de carb¨®n ya agotado
Si hay un s¨ªmbolo en Galicia de la lucha campesina por la tierra ese es el valle de As Encrobas, un f¨¦rtil enclave del municipio de Cerceda (A Coru?a) que ocup¨® portadas en la prensa internacional a finales de los setenta como estampa de la agon¨ªa franquista. Los vecinos, en su mayor¨ªa mujeres y ancianos comandados por un cura rojo, se alzaron entonces contra la expropiaci¨®n a precio irrisorio de sus fincas agrarias para excavar una gran mina de carb¨®n. Las protestas no frenaron la transformaci¨®n del paraje en terreno lunar durante 30 a?os pero hoy, con el yacimiento agotado, la ciencia y la naturaleza han devuelto la vida a As Encrobas.
Uni¨®n Fenosa, concesionaria de la mina de Meirama, inici¨® en 2008 la transformaci¨®n del hueco de la explotaci¨®n en un lago para cumplir con la exigencia legal de restaurar la zona una vez que el lignito se acab¨®. Lo mismo hab¨ªa hecho antes Endesa en el cercano ayuntamiento de As Pontes (A Coru?a), pero en este caso la ubicaci¨®n estrat¨¦gica de la balsa y la calidad de su agua han propiciado un uso ins¨®lito: que sirva para abastecer, sin depuraci¨®n previa, los hogares de los 400.000 habitantes de la comarca de A Coru?a.
El proyecto es ¨²nico en Europa, subrayan sus promotores, y solo se conocen casos similares en Estados Unidos, aunque se trata de lagos nacidos en minas mucho m¨¢s peque?as que suministran agua a poblaciones tambi¨¦n menores. Pa¨ªses como Sud¨¢frica, plagado de explotaciones mineras agotadas y con dificultades de abastecimiento, se han puesto ya en contacto con Gas Natural Fenosa para conocer la experiencia desarrollada en Cerceda, cuenta Roberto Gonz¨¢lez Philippon, responsable de Explotaci¨®n de Activos Mineros de la Unidad de Operaciones de Recursos Naturales de Gas Natural Fenosa.
Soluciones para el cambio clim¨¢tico
La Xunta ha realizado ya parte de las obras para conectar, a trav¨¦s de una tuber¨ªa de 1,3 kil¨®metros y con un coste de 10 millones de euros, el lago de As Encrobas con el embalse de Cecebre, el pantano del que hoy beben los coru?eses y que tiene una capacidad siete veces menor. El hueco minero, del que Fenosa extrajo 94 millones de toneladas de lignito para alimentar una central t¨¦rmica que sigue funcionando en Meirama con carb¨®n importado, servir¨¢ como reservorio para una comarca de precipitaciones generosas que, sin embargo, seg¨²n esgrimen la Xunta y los responsables del proyecto, no tiene el suministro garantizado para el futuro por el cambio clim¨¢tico y el aumento de la poblaci¨®n.
¡°En A Coru?a hemos vivido situaciones de estr¨¦s h¨ªdrico. No son comparables a las del sur de Espa?a, pero adem¨¢s de mucha agua se necesita un lugar donde almacenarla. El cambio clim¨¢tico marca una tendencia hacia los extremos y hay que planear soluciones de futuro como esta¡±, explica Jordi Delgado, del Grupo de Enxe?er¨ªa da Agua e do Medio Ambiente (Geama) de la Universidad de A Coru?a, que ha colaborado en el llenado del lago que duplicar¨¢ la reserva actual de agua del ¨¢rea coru?esa.
Delgado explica que, adem¨¢s de la calidad del agua, hay una ¡°circunstancia casual¡± que permite que la antigua mina sirva para abastecimiento. El lago, que ocupa 171 hect¨¢reas, con 2,2 kil¨®metros de longitud, uno de ancho y 205 metros de profundidad, est¨¢ ubicado en la misma cuenca que el embalse que surte los grifos de los hogares coru?eses, exactamente a 13 kil¨®metros de distancia r¨ªo arriba, y su gran capacidad permitir¨¢ adem¨¢s ¡°regular¡± las inundaciones en esta comarca.
Investigadores universitarios
Al frente del proceso la empresa situ¨® a investigadores de las universidades de A Coru?a y Santiago. Los encargados de pilotar el llenado del hueco de la mina fueron los ingenieros del Geama de la instituci¨®n coru?esa. En vez de esperar a que el agujero se anegara solo gracias a la abundante lluvia de la zona, optaron por forzar la inundaci¨®n mediante el desv¨ªo de caudal de los arroyos del entorno de Meirama, una alternativa que reduc¨ªa el tiempo y mejoraba las propiedades del agua, argumentan. ¡°Hemos obtenido una calidad muy parecida a la de estos r¨ªos; no es exactamente igual simplemente porque el agua del lago est¨¢ retenida, no corre¡±, explica Jordi Delgado.
El Ayuntamiento de A Coru?a, gobernado por Marea Atl¨¢ntica, respalda que el lago se use para el abastecimiento porque las miles de anal¨ªticas realizadas por la Universidad ¡°garantizan la calidad del agua¡±. ¡°Es el lago m¨¢s monitorizado y mejor estudiado de Europa¡±, defienden desde el Geama, que realiz¨® ¡°m¨¢s de 500.000 registros de una lista ingente de par¨¢metros¡± con ¡°tecnolog¨ªa pionera¡±. Desde el gobierno local coru?¨¦s, con todo, subrayan que estar¨¢n vigilantes, exigiendo permanentemente ¡°el cumplimiento estricto del control de las anal¨ªticas¡± y ¡°todas las medidas de precauci¨®n del impacto ambiental¡± en la construcci¨®n de la tuber¨ªa que unir¨¢ el lago con el embalse de Cecebre, un ¨¢rea de gran valor ecol¨®gico.
En Marea y BNG s¨ª critican el proyecto. La primera de estas fuerzas rechaza que la Xunta gaste 10 millones de euros para poder usar el lago como reserva de abastecimiento cuando los planes hidrol¨®gicos del Gobierno gallego desechan ¡°expresamente¡± que se trate de una ¡°alternativa viable¡± y proponen otras soluciones m¨¢s sencillas y baratas. El primer partido de la oposici¨®n en Galicia se opone a que la obra sea abonada con fondos p¨²blicos y no por la empresa y cuestiona tambi¨¦n la calidad del agua que saldr¨¢ del lago minero por la elevada concentraci¨®n de n¨ªquel.
Sobre las antiguas escombreras que rodeaban la mina de Meirama hoy crecen 450.000 ¨¢rboles y los r¨ªos desviados para explotar la mina han recuperado en parte su curso y la vegetaci¨®n de ribera. En la restauraci¨®n ambiental del millar de hect¨¢reas que conforman el lago y su entorno colabor¨® el equipo de la Estaci¨®n de Hidrobiolox¨ªa do Encoro do Con, de la Universidad de Santiago, que cifra en 839 las especies que han repoblado de forma natural el paraje revivido de As Encrobas.
El enclave es, por el momento, un recinto vallado en el que solo se permiten visitas programadas, a la espera de que la Xunta tramite la desafectaci¨®n de los terrenos, que siguen bajo dominio p¨²blico minero. El lago pasar¨¢ a manos de la Administraci¨®n auton¨®mica, pero el ¨¢rea que lo rodea es propiedad de Fenosa, que tiene previsto negociar su uso con el Gobierno gallego. "Ojal¨¢ este proyecto sirva de ejemplo sobre c¨®mo generar valor tras la explotaci¨®n y ayude a cambiar la percepci¨®n que se tiene de la miner¨ªa", concluye Gonz¨¢lez Philippon.
¡°Los vecinos hemos pagado un precio muy alto¡±
La mina de Meirama se trag¨® hace casi 40 a?os un fruct¨ªfero y hermoso valle del que viv¨ªan muchas familias agricultoras. Quienes a¨²n conservan aquella estampa en la memoria observan con nostalgia el lago y los bosques que Fenosa muestra con orgullo tras invertir en el proyecto 60 millones de euros.
"Es m¨¢s bonito que el agujero que hab¨ªa, pero solo impresiona a quien no conoci¨® el valle de As Encrobas", apunta Mar¨ªa Pardo, que vivi¨® en 1977, siendo una ni?a, las escaramuzas entre la Guardia Civil y los habitantes de la aldea, en su mayor¨ªa mujeres y ancianos, que, en virtud de un decreto firmado por Franco mientras veraneaba en el pazo de Meir¨¢s, fueron desalojados a la fuerza de sus casas y tierras para que la empresa pudiera explotar el abundante lignito del subsuelo.
¡°Debajo del valle hab¨ªa mucha riqueza, pero arriba tambi¨¦n¡±, prosigue Pardo, miembro del movimiento vecinal. ¡°Los que vivimos aqu¨ª hemos pagado un precio muy alto durante estos 30 a?os de explotaci¨®n. ?ramos un mont¨®n y ahora quedamos cuatro. Contaminaci¨®n, ruido, pistas deshechas por las que no pod¨ªa circular el autob¨²s escolar¡¡± Los residentes del entorno del antiguo yacimiento de carb¨®n reclaman que el ¨¢rea rehabilitada se abra cuanto antes para el disfrute p¨²blico.
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