Una f¨®rmula de referencia
Treinta a?os despu¨¦s, el PNV y el PSE est¨¢n a punto de cerrar un Gobierno de coalici¨®n
Treinta a?os despu¨¦s, el PNV y el PSE est¨¢n a punto de cerrar, a falta de algunos flecos, un Gobierno de coalici¨®n para la legislatura vasca que se inaugura la pr¨®xima semana con la investidura de I?igo Urkullu como lehendakari. Entre 1987 y 1998, la coalici¨®n de gobierno PNV-PSE protagoniz¨® la salida de la crisis de la siderurgia, iniciada en los a?os setenta, que hab¨ªa alcanzado tasas de paro del 25%; impuls¨® el autogobierno vasco con la asunci¨®n del grueso de sus competencias y ech¨® las bases de la lucha contra el terrorismo etarra, el Pacto de Ajuria Enea. Qu¨¦ duda cabe de que las caracter¨ªsticas de aquel Gobierno ¡ªtransversal y con un amplio apoyo social¡ª facilitaron su ¨¦xito pol¨ªtico.
Hoy, la situaci¨®n ha cambiado. El Gobierno PNV-PSE, a diferencia de aquellos de los a?os 1987-1998, no alcanza la mayor¨ªa absoluta por un esca?o. Lo tendr¨¢ que lograr en momentos puntuales, como los Presupuestos, con un acuerdo con contrapartidas con el PP o con Bildu. No son refractarios, a diferencia de Podemos que ha optado por la oposici¨®n dura.
Pero, pese a sus limitaciones, la f¨®rmula de gobierno PNV-PSE sigue siendo la m¨¢s aceptada por los vascos, seg¨²n todas las encuestas. El recuerdo de la etapa de cohesi¨®n social y pol¨ªtica vividas en Euskadi con los Gobiernos transversales Ardanza-J¨¢uregui, pese a los ataques de ETA, est¨¢ en la memoria de todos en contraste con la etapa de los Gobiernos monocolores nacionalistas de Ibarretxe con el derecho de autodeterminaci¨®n como bandera que dividieron a la sociedad vasca.
Urkullu ha sido, en el PNV, un firme defensor de la coalici¨®n con el PSE para garantizar su estabilidad. Cuenta en su decisi¨®n el recuerdo positivo del pasado, la centralidad que le otorga un Gobierno transversal y el ensayo satisfactorio de la pasada legislatura vasca de Gobiernos peneuvistas y socialistas en diputaciones y Ayuntamientos. Estas razones explican su apuesta por el PSE, aunque los 18 esca?os de Bildu le hubieran dado la mayor¨ªa absoluta.
Pero, adem¨¢s, el contenido del acuerdo puede ser una referencia. Las f¨®rmulas pactadas en econom¨ªa y empleo, pol¨ªticas sociales y servicios p¨²blicos, sobre las que el PNV y el PSE apenas han discrepado, pueden ser un modelo de salida social a la crisis para otras comunidades.
En materia de paz y convivencia, el Gobierno minoritario de Rajoy se encontrar¨¢ con un Ejecutivo vasco de coalici¨®n que le exigir¨¢ que liquide la pol¨ªtica penitenciaria de excepci¨®n de la etapa terrorista mientras a Bildu se le conminar¨¢ a que reconozca, de una vez, su pasada complicidad con el terrorismo etarra.
Pero a¨²n puede tener m¨¢s eco en Espa?a y ser un referente ante la crisis catalana, el acuerdo, a punto de cerrar, en materia territorial. El PNV y el PSE han acordado posiciones comunes ante la reforma del Estatuto vasco como el reconocimiento de Euskadi como naci¨®n cultural ¡ªsin generar el derecho a la secesi¨®n¡ª, el blindaje de competencias y el traspaso de las pendientes. Una reforma legal, pactada en Euskadi y con el Estado, y ratificada en refer¨¦ndum.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.