La legislatura de las subcomisiones
Ana Pastor pide a los partidos que eviten pedir m¨¢s ponencias para impedir el colapso del Congreso
¡°El Congreso tiene tres misiones. Una, pasar leyes. Otra, impedir que pasen. Pero la m¨¢s importante consiste en asegurar que los asuntos se alarguen indefinidamente, que nada se resuelva por completo, que la agenda est¨¦ llena de pendientes¡±, explicaba Carlos Fuentes en La Silla del ?guila. Y la suma de esas tres misiones describe la forma en la que el Gobierno de Mariano Rajoy, un mes despu¨¦s de la investidura, act¨²a en minor¨ªa respecto al Congreso de los Diputados.
La primera misi¨®n la cumple por el momento asegur¨¢ndose primero lo imprescindible: la aprobaci¨®n del techo de gasto con PSOE y Ciudadanos y a continuaci¨®n los Presupuestos con PNV; la segunda con el veto a proposiciones de ley del resto de grupos y la tercera con la creaci¨®n de subcomisiones a las que derivar el estudio de futuras reformas legales. La combinaci¨®n de las tres hace que Mariano Rajoy haya podido ganar tiempo suficiente como para estar a un paso de asegurarse el primer a?o de legislatura, la cuarta parte de su segundo mandato.
Las subcomisiones, seg¨²n describe la propia web del Congreso, ¡°son ¨®rganos de estudio y propuesta que se constituyen en el seno de las Comisiones. Tienen una importancia considerable, ya que es donde se efect¨²a el estudio m¨¢s detenido de los diversos asuntos sometidos a la consideraci¨®n de las Comisiones¡±.
La idea es que sirvan para preparar reformas legales con comparecencias de expertos y petici¨®n de informes y que, al final de su trabajo, emitan un texto que sirva de base para futuras normas. Algunas han sido iniciativa del Gobierno, como la que estudiar¨¢ la reforma de la Administraci¨®n de Justicia, otras de la oposici¨®n como la futura de reforma constitucional y otras han sido pactadas como la de Educaci¨®n para sustituir la Lomce.
Pero la conclusi¨®n es, por un lado, que el Gobierno logra ganar tiempo para no perder votaciones sobre proposiciones o proyectos de ley y permiti¨¦ndose perder las de mociones o proposiciones no de ley, sin valor efectivo, reserv¨¢ndose para futuras batallas. Es decir, el Gobierno gana tiempo.
La otra conclusi¨®n es que en estas semanas se ha situado al Congreso al borde del colapso. Hasta el punto de que la presidenta, Ana Pastor, tuvo que pedir a los portavoces que racionalizaran y priorizaran las m¨¢s de 30 peticiones de creaci¨®n de subcomisiones. Para los grupos m¨¢s grandes es posible afrontarlas, pero para los grupos m¨¢s peque?os resulta casi imposible atender a todas a pleno rendimiento, por lo que han aceptado la petici¨®n de Pastor.
Por el momento, el Gobierno ha conseguido que asuntos como la Lomce, el Pacto de Toledo, la reforma de la Justicia, la ley de aut¨®nomos, el Pacto de Toledo, la reforma de la Constituci¨®n, la ley contra la Violencia de G¨¦nero y la reforma de la Ley Electoral, entre otras, se deriven hacia esas subcomisiones. Esos asuntos dif¨ªciles se retrasan.
Todas parten con un plazo reglado de seis meses de funcionamiento, pero son ampliables, por lo que pueden llegar, al menos, hasta el periodo de sesiones que se inicia en septiembre. Es decir, casi un a?o despu¨¦s del inicio de la legislatura.
La sobrecarga de subcomisiones y la falta de acuerdo sobre los objetivos han frenado tambi¨¦n el arranque de la comisi¨®n sobre corrupci¨®n que preside Toni Cant¨®, diputado de Ciudadanos. La idea inicial era subdividirla en subcomisiones, seg¨²n cada tema de estudio, pero probablemente no arranque hasta iniciado 2017.
Tampoco tienen fecha siquiera para debatirse y aprobarse la comisi¨®n de investigaci¨®n sobre financiaci¨®n ilegal del PP que pactaron Mariano Rajoy y Albert Rivera y no se ha constituido la que debe investigar el Ministerio del Interior, debido a la enfermedad de Jorge Fern¨¢ndez D¨ªaz.
La misi¨®n de ¡°impedir que pasen¡± las leyes la ejerce el Gobierno con los vetos. Las pr¨®ximas semanas la Mesa del Congreso deber¨¢ decidir si persiste en rechazar los vetos del Gobierno a proposiciones de ley como la de subida de pensiones o si los acepta y para esas iniciativas de la oposici¨®n. El PP es partidario de aceptarlos por entender que, como permite la Constituci¨®n puede evitar que se tramiten iniciativas que afectan a los Presupuestos; PSOE y Podemos quieren rechazarlos como hicieron con el de la Lomce y Ciudadanos duda, aunque se inclina por pedir m¨¢s informaci¨®n al Gobierno.
Fuentes de la Mesa indican que esta ¨²ltima opci¨®n es la m¨¢s probable y se inclinan por devolver el veto al Gobierno, utilizando como base un contradictorio informe de los letrados del Congreso y con la idea de que el veto a la subida de las pensiones se refiere a una iniciativa que remite a un Presupuesto que no es el que est¨¢ en vigor, sino uno futuro. No est¨¢ claro c¨®mo terminar¨¢ ese intercambio, porque el Gobierno cree absoluto su poder de veto y otros grupos como PSOE y Podemos creen que la Mesa puede decidir seguir adelante haciendo caso omiso al bloqueo del Ejecutivo. El Constitucional decidir¨¢ en alg¨²n momento.
Fuentes del PP explican que es probable que el Gobierno lleve el conflicto al Tribunal Constitucional antes de final de a?o. Aunque la resoluci¨®n se demore, su resultado podr¨ªa ser la v¨ªa para facilitar el Gobierno en minor¨ªa frente al Parlamento, seg¨²n explica el PP. Ah¨ª en ese pulso de juega gran parte de la legislatura.
La misi¨®n de ¡°pasar leyes¡± la ejerce el Gobierno de forma restrictiva: primero lo esencial, es decir, los Presupuestos, y el resto solo si hay acuerdo previo. La consigna de La Moncloa a los ministros es presentar proyectos de ley solo si hay acuerdo previo con los partidos, especialmente, con PSOE y Ciudadanos que son los que garantizan la aprobaci¨®n. El objetivo es que los proyectos de ley que presente el Gobierno no sean derrotados.
Se suman otros partidos como el PNV en el caso de los Presupuestos, con una negociaci¨®n que tendr¨¢ en breve el pre¨¢mbulo de la retirada de recursos ante el Tribunal Constitucional contra leyes vascas.
Por el momento, el PP pierde las votaciones de mociones y proposiciones no de ley sin valor efectivos, s¨®lo simb¨®lico o pol¨ªtico. Tambi¨¦n pierde las de toma en consideraci¨®n de proposiciones de ley de los grupos, porque los partidos, generalmente, votan por aceptar discutir las iniciativas de los dem¨¢s y, en todo caso, supone abrir el largo proceso legislativo que puede durar hasta un a?o y para el que es preciso acuerdo entre posiciones muy diferentes sobre art¨ªculos concretos. Por ejemplo, el dia 13 puede admitirse a tr¨¢mite la iniciativa del PSOE para derogar la reforma laboral, pero luego durante meses hay que lograr que coincidan PP, Podemos o Ciudadanos en la regulaci¨®n. El Gobierno gana tiempo y puede adelantarse en lo inevitable, como ha hecho con el Salario M¨ªnimo o la Lomce.
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