El temor del PP a un refer¨¦ndum aleja la reforma de la Constituci¨®n
Los populares condicionan el inicio del debate a que se acote previamente la modificaci¨®n
La fragmentaci¨®n del Congreso por la entrada con fuerza de dos partidos nuevos (Podemos y Ciudadanos) y el temor a un refer¨¦ndum necesario demoran y dificultan la reforma de la Constituci¨®n. En el aniversario de la aprobaci¨®n de la Ley Fundamental, el fracaso de la reforma en Italia por el triunfo del no en el refer¨¦ndum incrementa las reticencias del PP sobre la modificaci¨®n que, te¨®ricamente, todos defienden.
Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero fue el presidente que m¨¢s avanz¨® hacia la reforma de la Constituci¨®n, llegando a pedir un informe al Consejo de Estado que luego meti¨® en un caj¨®n. Sin embargo, Mariano Rajoy no quiso ni o¨ªr hablar de ello cuando ten¨ªa mayor¨ªa absoluta. A lo m¨¢s que lleg¨® el primero fue a la modificaci¨®n expr¨¦s y m¨ªnima en 2011 del art¨ªculo 135 por exigencia de Bruselas. Antes, hubo un peque?o retoque para que los ciudadanos europeos puedan votar en elecciones municipales.
Ahora, la irrupci¨®n de Podemos y de Ciudadanos hace que esa peque?a reforma no pueda hacerse solo con el tr¨¢mite parlamentario. El art¨ªculo 167 de la Constituci¨®n establece que ¡°aprobada la reforma por las Cortes Generales, ser¨¢ sometida a refer¨¦ndum para su ratificaci¨®n cuando as¨ª lo soliciten, dentro de los quince d¨ªas siguientes a su aprobaci¨®n, una d¨¦cima parte de los miembros de cualquiera de las C¨¢maras¡±. Es decir, Podemos tiene el n¨²mero de diputados suficiente para provocar un refer¨¦ndum, incluso aunque se trate de una reforma sencilla, de las que no requieren disoluci¨®n de las Cortes. ¡°Que vote la gente siempre est¨¢ bien¡±, asegur¨® este lunes Pablo Iglesias, l¨ªder de Podemos, para expresar que su partido pedir¨¢ que se someta a votaci¨®n cualquier reforma. La experiencia italiana y el fracaso en su refer¨¦ndum de la reforma constitucional incrementan las reticencias del PP para iniciar ese camino.
¡°Los referendos los carga el diablo, porque trasladan a los ciudadanos una tarea de los pol¨ªticos, y las reformas de la Constituci¨®n hay que hacerlas cuando haya consenso¡±, resumi¨® este lunes en Antena 3 el vicesecretario de Organizaci¨®n del PP, Fernando Mart¨ªnez-Maillo. Es decir, que sin asegurarse el s¨ª en una consulta, con el apoyo de todos los partidos, no es posible abordar esa reforma. Por el momento, las propuestas de reforma de los cuatro partidos principales no coinciden exactamente y menos con las de los partidos nacionalistas o independentistas.
Coincidencia en el informe de Rubio Llorente
En 2006, el Consejo de Estado, presidido entonces por Francisco Rubio Llorente, emiti¨® un informe detallado sobre las cuatro reformas constitucionales que impuls¨® entonces Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero.
El PP no apoy¨® esos cambios entonces, pero en el Gobierno el propio Mariano Rajoy se ha remitido a veces a ese informe como punto de partida para una supuesta reforma constitucional.
Los cuatro puntos eran la reforma del Senado, la inclusi¨®n del nombre de las comunidades, la referencia a la Uni¨®n Europea y la eliminaci¨®n de la prevalencia machista en la sucesi¨®n al trono.
El Consejo de Estado incluy¨® una recomendaci¨®n para aclarar competencias auton¨®micas, estableciendo un techo para las de comunidades.
El informe planteaba restablecer el recurso previo de inconstitucionalidad y anular la disposici¨®n transitoria que permite a Navarra unirse al Pa¨ªs Vasco.
Consenso necesario
Rajoy siempre ha sostenido y sostiene que no debe empezarse el proceso sin acotar antes los t¨¦rminos de la reforma y que sean lo m¨¢s restringidos posible. Por ejemplo, evitar debates como el de la monarqu¨ªa o el de la autodeterminaci¨®n. Por eso, el PP asegura que pretende un pacto previo con el PSOE y Ciudadanos.
De hecho, el acuerdo de investidura del PP con el partido de Albert Rivera incluye algunas posibles reformas como la de eliminar los aforados o la del sistema electoral si se entra en un cambio del modelo, entre otras.
La ponencia, seg¨²n el reglamento del Congreso, se pone en marcha a petici¨®n de dos grupos parlamentarios o por una quinta parte de los diputados, es decir, 70. Pero su trabajo no tendr¨ªa un tiempo tasado y podr¨ªa prolongarse toda la legislatura.
En ese proceso, los dos grandes partidos siguen teniendo la capacidad de decidir para completar las mayor¨ªas necesarias, pero carecen ya de control sobre las materias incluidas en la discusi¨®n de la reforma y sobre los tiempos de debate. Tampoco lo tienen sobre el final del proceso en un refer¨¦ndum si no entran todos en el consenso, para evitar situaciones como la de Italia.
Es decir, la fragmentaci¨®n del Congreso hace inevitable el inicio del proceso y la creaci¨®n de la ponencia y, a la vez, hace muy dif¨ªcil que llegue al final por el temor del PP al resultado.
¡°El consenso es necesario. Tiene que estar el PSOE y me atrever¨ªa a decir los dem¨¢s partidos pol¨ªticos¡±, seg¨²n Mart¨ªnez-Maillo.
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