El huerto urbano de Sevilla que asombra al mundo
Tras 26 a?os de cosechas, los hortelanos de Parque de Miraflores se convierten en referente precursor e internacional de una tendencia en auge en Espa?a
El plant¨®n se coge desde su peque?o tallo y se suelta de una vez en el agujerito socavado en la tierra, donde agarrar¨¢n las ra¨ªces; la temporada de siembra empieza en septiembre, como el colegio; y los surcos se pisan por la zona baja, nunca en el mont¨ªculo. Estas son algunas de las lecciones que se aprenden r¨¢pido en el huerto de Las Moreras, ubicado en el Parque de Miraflores de Sevilla, un terreno agr¨ªcola de m¨¢s de dos hect¨¢reas entre edificios de 10 plantas y avenidas de coches que comenz¨® como una conquista social en 1991, despu¨¦s de que sus vecinos lucharan por recuperar un espacio hist¨®rico y natural convertido en escombreras.
Tras 26 a?os de cosechas ininterrumpidas, los hortelanos y la gesti¨®n de sus 175 parcelas son un? ejemplo precursor e internacional de una tendencia en auge en Espa?a. ¡°Hasta este huerto han venido expertos de Par¨ªs, Buenos Aires, S?o Paulo, Berl¨ªn, Madrid o Vitoria que han utilizado esta experiencia como referente¡±, asegura el ge¨®grafo Ra¨²l Puente, criado en el barrio, impulsor del huerto y director del T¨ªtulo Experto de Huertos Urbanos en la Universidad Pablo de Olavide. El profesor recorre mundo promovi¨¦ndolos por decenas de Ayuntamientos. "Es bueno, bonito y barato", resalta. "Yo vengo todos los d¨ªas, ma?ana y tarde. Ya llevo 21 a?os aqu¨ª y estamos todo el tiempo aprendiendo. Adem¨¢s esto es muy saludable y me pone en forma", dice satisfecho el jubilado Benito Berm¨²dez, uno de los hortelanos con m¨¢s trayectoria en Miraflores.
"El crecimiento de huertos urbanos es constante en el pa¨ªs. Aumentan en 750 parcelas de media cada a?o desde 2015 y cada vez se extiende por m¨¢s municipios. Del a?o 2000 al 2015 se multiplicaron por m¨¢s de 10", asegura el soci¨®logo Gregorio Ballesteros, que actualiza su informe Agricultura Urbana en Espa?a: situaci¨®n actual y perspectivas, que hasta 2015 registr¨® 22.685 parcelas en 313 localidades con una extensi¨®n total de 2,4 millones de metros cuadrados. El experto concluye que la expansi¨®n se debe a mayor conciencia de la alimentaci¨®n sana, al ser la mayor¨ªa de las producciones ecol¨®gicas, al deterioro ambiental de las ciudades y a la coyuntura econ¨®mica y financiera. "La proliferaci¨®n de huertos urbanos est¨¢ siempre vinculada a momentos de crisis. Empezaron a finales del siglo XVIII en Inglaterra, promovidos por religiosos para ayudar a las clases obreras", detalla Ballesteros.
"Tambi¨¦n durante las dos guerras mundiales se expandieron por el resto de Europa, aunque disminuyeron con el crecimiento econ¨®mico posterior, en Inglaterra, Francia o Alemania siguen siendo muy importantes. Despu¨¦s surgieron los huertos ilegales en Espa?a, y ahora la mayor¨ªa de ellos tienen normativa", se?ala Ballesteros, que resalta tambi¨¦n los beneficios sociales de estos huertos. "Facilita la convivencia entre personas, es un aspecto m¨¢s olvidado pero fundamental", apunta el soci¨®logo. Una vertiente relevante en la historia de Miraflores, que ya en la d¨¦cada de los noventa, de forma visionaria, empezaban a gestarse conceptos que despu¨¦s se convertir¨ªan en palabras de uso pol¨ªtico y tendencias.
El ni?o del colegio aprend¨ªa a manejar la azada seg¨²n le ense?aba un se?or jubilado en lo que se llama ahora relaci¨®n intergeneracional, las vallas de los huertos no deber¨ªan de superar el metro de altura para favorecer la conversaci¨®n con los dem¨¢s hortelanos y respetar el paisaje en lo que ser¨ªa el fomento de la convivencia vecinal; cultivar¨ªan sin productos qu¨ªmicos en lo que ahora es agricultura ecol¨®gica, y se implantar¨ªa como actividad extraescolar cuidar el huerto dos horas semanales en quinto de Primaria como fomento de la conciencia ambiental. "Despu¨¦s se le ha ido poniendo nombre a estas pr¨¢cticas, pero aqu¨ª quisimos se?alarnos, que este parque, que adem¨¢s es hist¨®rico porque aguarda restos del calcol¨ªtico y edificaciones romanas, ¨¢rabes y medievales, tuviera su propia identidad y beneficiara a todos", apunta Puente.
La iniciativa, que entre numerosos premios y reconocimientos fue presentada en 1996 en la Conferencia Internacional HABITAT II de las Naciones Unidas como ejemplo de Espa?a de buenas pr¨¢cticas ciudadanas, se ha basado durante estas d¨¦cadas en cuatro proyectos fundamentales: Como actividad extraescolar para menores durante el curso acad¨¦mico; invernaderos para los j¨®venes, y programas de ocio para adultos; a lo que se sum¨® durante a?os un Taller de Empleo para j¨®venes. ¡°As¨ª estaban cubiertas todas las etapas por edades y de todas las zonas que rodean el parque¡±, se?ala Puente, que destaca tambi¨¦n la actividad de itinerarios para conocer el huerto. ¡°Por aqu¨ª han llegado a pasar hasta 7.000 visitas en un a?o¡±, comenta el profesor, que menciona que desde 2016 solo se mantiene como anteriormente el programa de ocio para adultos. El Ayuntamiento coordina ahora de forma unificada la gesti¨®n de los 13 huertos urbanos de la ciudad con la celebraci¨®n de talleres escolares, de familia, visitas y otras actividades.
Este programa de ocio para adultos es el origen de los huertos urbanos. "Al principio, el perfil de los hortelanos era el de un se?or jubilado, que proven¨ªa quiz¨¢s de un pueblo, y que ten¨ªa conocimientos para cosechar, incluso en la ciudad, pero desde 2008 se han sumado j¨®venes, desempleados e incluso familias con hijos¡±, se?ala el ge¨®grafo, que resalta la incorporaci¨®n de las mujeres. ¡°Esto ha mejorado desde que est¨¢n ellas. Son m¨¢s colaborativas, y se preocupan de cuidar tambi¨¦n las zonas comunes¡±, considera Puente, que detalla que el espacio cuenta con 175 parcelas de 150 y 75 metros cuadrados y se adjudican por sorteo. ¡°Tienen una rotaci¨®n anual de 15 aproximadamente al a?o y para acceder a ellas solo hay que ser mayor de edad y estar empadronado en Sevilla¡±.
A Rosario Jim¨¦nez le toc¨® una el a?o pasado, y a la primera solicitud, asegura m¨¢s que contenta. ¡°Llevaba cuatro a?os haciendo cursos de agricultura ecol¨®gica y esto me ha dado la posibilidad de pasar de la teor¨ªa a la pr¨¢ctica. Recoges lo que has cultivado t¨² y te lo comes, no tiene nada que ver¡±, apunta risue?a esta trabajadora, que ya tiene prevista la siembra de este septiembre. ¡°El a?o pasado, por inexperiencia, plant¨¦ demasiados tomates, he regalado much¨ªsimos y nos hemos hartado de gazpacho y salmorejo este verano¡±, se?ala simp¨¢tica. Los hortelanos tienen como obligaci¨®n, para mantener la parcela, cultivar siempre seg¨²n los criterios de la agricultura ecol¨®gica y mantener normas de convivencia. "Es una experiencia superpositiva y gratificante", a?ade Jim¨¦nez.
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