El d¨ªa que Su¨¢rez reconoci¨® a la Generalitat
Se cumplen 40 a?os del decreto que restableci¨® el autogobierno en Catalu?a y nombr¨® presidente provisional a Josep Tarradellas
Este viernes hace 40 a?os que el Gobierno de Adolfo Su¨¢rez aprob¨® el decreto de restablecimiento provisional de la Generalitat de Catalu?a y nombr¨® presidente a Josep Tarradellas, entonces en el exilio, y que regresar¨ªa a Catalu?a el 23 de octubre de 1977 con aquella frase que pas¨® a la historia: ¡°Ciutadans de Catalunya, ja s¨®c aqu¨ª¡±. Fue el inicio del mayor periodo de autogobierno que ha vivido Catalu?a y que parece a punto de cerrarse con el refer¨¦ndum ilegal de independencia del 1 de octubre.
Las comparaciones siempre resultan atrevidas pero es inevitable preguntarse que si fue posible aquel pacto entre los herederos del franquismo y una instituci¨®n heredera de la Segunda Rep¨²blica c¨®mo es que se aventura tan complicada una salida que desencalle la situaci¨®n actual.
Pol¨ªticos de diversas sensibilidades coinciden, con argumentos distintos, en que el momento de 1977 nada tiene que ver con el actual y, sobre todo, en que los protagonistas del pacto tuvieron entonces una altura de miras que ahora no existe. ¡°Se atribuye a Su¨¢rez y Tarradellas el ¨¦xito de la negociaci¨®n, pero detr¨¢s hab¨ªa una generaci¨®n muy experimentada que la apoyaba¡±, explica Raimon Obiols, diputado del PSC de 1977 hasta 1984 y l¨ªder del PSC durante 15 a?os.
La reclamaci¨®n del retorno de Tarradellas y de un nuevo Estatut la apoyaban entonces todos los partidos catalanes, excepto Alianza Popular, y toda la izquierda espa?ola, algo muy distinto de lo que sucede ahora con la independencia. La prueba m¨¢s evidente de esa unidad fue la Diada de 1977, cuando centenares de miles de personas se manifestaron por Barcelona al grito de ¡°llibertat, amnistia i Estatut d¡¯autonomia¡±.
¡°Su¨¢rez entendi¨® que la realidad catalana superaba las inercias pol¨ªticas del momento y eso es lo que ahora se echa en falta. Muchas veces, cuando se da una imagen de fuerza se quiere suplir el coraje y la iniciativa pol¨ªtica¡±, explica el democristiano Joan Rigol, que fue diputado de CiU en el Congreso en 1979, consejero en el Gobierno de Jordi Pujol y presidente del Parlament.
El historiador Joan B. Culla recuerda que Tarradellas era ¡°un perfecto desconocido¡± en Catalu?a apenas dos a?os antes de regresar, como comprob¨® ¨¦l mismo en una visita que le hizo en septiembre de 1975 a Saint-Martin-le-Beau, el pueblo franc¨¦s en el que estaba exiliado. ¡°El tel¨¦fono son¨® dos veces en todo el d¨ªa y all¨ª no apareci¨® nadie m¨¢s¡±, recuerda Culla, que entonces estaba elaborando su tesina universitaria. ¡°Son los aparatos del Estado los que descubren a Tarradellas y Su¨¢rez lo utiliza para contener a las izquierdas, porque en las elecciones constituyentes de 1977 ganaron los socialistas en Catalu?a y los comunistas fueron la segunda fuerza¡±, a?ade.
El ¨¦xito del restablecimiento de la Generalitat, explica Culla, estuvo en que ¡°se hicieron mangas y capirotes con la legislaci¨®n franquista. Entonces la ley parec¨ªa de goma y daba para mucho. Ahora estamos en una fase de petrificaci¨®n del marco legal de la Constituci¨®n por parte de la clase pol¨ªtica y period¨ªstica que no admite interpretaciones posibles para resolver la cuesti¨®n catalana¡±.
La trascendencia hist¨®rica del restablecimiento de la Generalitat hace 40 a?os viene dada porque a¨²n faltaba m¨¢s de un a?o para que se aprobase la Constituci¨®n y aquel real decreto del Gobierno fue ¡°el ¨²nico reconocimiento de la legalidad republicana que se hizo en toda la Transici¨®n¡±, dice Culla: restablecer una instituci¨®n de 1932 que hab¨ªa sido abolida por un decreto de Franco en 1938.
¡°En una situaci¨®n democr¨¢tica como la actual parecer¨ªa m¨¢s l¨®gico encontrar salidas razonables al conflicto catal¨¢n, pero es al rev¨¦s. Parece como si existiera una tendencia autodestructiva en el PP y en el proc¨¦s¡±, insiste Raimon Obiols. Por eso entiende que los dirigentes de uno y otro lado ¡°est¨¢n ya amortizados¡± y que no ser¨¢n ellos quienes desencallen la situaci¨®n actual.
Pere Pug¨¨s, fundador de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) e independentista de larga trayectoria, coincide con Obiols con diferente argumentario. ¡°No veo en el otro lado a nadie ni con capacidad pol¨ªtica ni con posibilidades de estar a la altura. Si alguien lo hiciera lo quitar¨ªan los suyos y si alguno tuviera capacidad, no tendr¨ªa posibilidades, porque en Catalu?a no se escuchar¨¢ a nadie si no plantea el refer¨¦ndum¡±. Pug¨¨s opina que si alg¨²n dirigente del proceso soberanista ¡°pretendiera emular a Tarradellas¡±, las consecuencias ser¨ªan nefastas y ¡°ser¨ªa tildado de traidor por Esquerra Republicana y la CUP¡±. La operaci¨®n para restablecer la Generalitat fue, seg¨²n Pug¨¨s, ¡°un golpe de Estado bien entendido que pill¨® desprevenidos a los franquistas y que Su¨¢rez hizo con celeridad¡±.
Orden y moral
Culla resalta que Tarradellas ¡°no era el rojo-separatista que pensaba el Estado en 1977, sino un hombre de orden y de moral como luego se demostr¨®, que lo que quer¨ªa era regresar a Catalu?a con todos los honores y que los Mossos d¡¯Esquadra le rindieran honores¡± despu¨¦s de d¨¦cadas en el exilio. Es una cr¨ªtica que durante d¨¦cadas le hizo el nacionalismo catal¨¢n y especialmente su sucesor, Jordi Pujol, que ocup¨® el cargo de 1980 a 2003 y con quien manten¨ªa una p¨¦sima relaci¨®n.
Obiols es m¨¢s considerado con Tarradellas. Asegura que el restablecimiento de la Generalitat solo fue posible porque el expresidente acumulaba una experiencia pol¨ªtica inmensa derivada de la Guerra Civil, la derrota y el exilio. ¡°Ten¨ªa una visi¨®n realista con la que coincid¨ªa la izquierda, pero ahora las emociones est¨¢n a flor de piel¡±, a?ade.
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