El Ej¨¦rcito a¨²n se sacude su pasado franquista
El manifiesto de militares retirados que ensalza al dictador es ¡°preocupante¡± para unos e inofensivas ¡°charlas de viejos trasnochados¡± para otros
A principios de mes, y en plena pol¨¦mica por la exhumaci¨®n de los restos del Francisco Franco del Valle de los Ca¨ªdos, 181 militares retirados difundieron un manifiesto en el que ensalzan al dictador, justifican el golpe de Estado de 1936 y aluden al ¡°actual desmoronamiento territorial de la Naci¨®n¡±. Entre ellos, mandos que tuvieron altas responsabilidades hasta hace bien poco. Seg¨²n sus promotores, llevan casi 700 adhesiones. D¨ªas despu¨¦s un capit¨¢n de nav¨ªo retirado, Arturo Maira, lanz¨® un contramanifiesto de rechazo a la reivindicaci¨®n de la figura del dictador, que suma menos de 30 adhesiones. Es imposible no hacerse la pregunta: ?pervive el franquismo en las actuales Fuerzas Armadas?
Para el historiador Carlos Navajas lo ocurrido con el manifiesto que exalta al dictador es preocupante, porque demuestra que quedan elementos de franquismo en el Ej¨¦rcito espa?ol. ¡°Ha encontrado una amplia acogida entre los militares en la reserva y retirados m¨¢s conservadores, impensable hace 10 o 20 a?os, y ha provocado una t¨ªmida reacci¨®n de los militares m¨¢s progresistas¡±, resume. Navajas, profesor de historia contempor¨¢nea de la Universidad de La Rioja y autor del libro reci¨¦n publicado Democratizaci¨®n, profesionalizaci¨®n y crisis. Las Fuerzas Armadas y la sociedad en la Espa?a democr¨¢tica (1975-2015), tambi¨¦n saca otra conclusi¨®n: ¡°Si hay una clar¨ªsima lecci¨®n hist¨®rica es la de que los militares no deben intervenir nunca en pol¨ªtica, e incluso ni ex militares, porque estos lo hacen por su antigua condici¨®n de militares en activo, no como ciudadanos civiles¡±.
Pero, ?realmente participan los militares en pol¨ªtica? Como colectivo, por supuesto, no ¡ªla legislaci¨®n espa?ola establece que deben mantenerse en ¡°la neutralidad pol¨ªtica¡±¡ª, pero algunos de sus integrantes o ex integrantes todav¨ªa lo hacen, explica Navajas, que de hecho ve una reactivaci¨®n en la ¨²ltima d¨¦cada. En su libro explica que la intervenci¨®n de los militares en pol¨ªtica, a lo que llama pretorianismo, acab¨® hacia 1987 pero ¡°resurgi¨® clar¨ªsimamente en enero de 2006 con el famoso caso Mena, un aut¨¦ntico pre-golpe en palabras de Jos¨¦ Bono¡±, afirma.
El Gobierno, con Bono como ministro de Defensa, ces¨® y oblig¨® a pasar a la reserva al jefe de la Fuerza Terrestre del Ej¨¦rcito de Tierra, el teniente general Jos¨¦ Mena, por un discurso incendiario en el que dio a entender que el Ej¨¦rcito tendr¨ªa que intervenir si alg¨²n estatuto sobrepasara la Constituci¨®n. En sus memorias, Bono describi¨® a?os despu¨¦s esos meses, cuando se estaba negociando el Estatut de Catalu?a, como de ¡°situaci¨®n pregolpista¡±.
¡°A partir de ah¨ª¡±, contin¨²a Navajas, ¡°ha habido un aut¨¦ntico rosario de intervenciones en pol¨ªtica, que yo llamo neopretoriarismo, ligadas al resurgimiento del ¡®problema catal¨¢n¡¯, a la propia crisis econ¨®mica de 2008 y siguientes y, como acabamos de ver, a la figura de Francisco Franco y su valoraci¨®n¡±.
Fernando Puell de la Villa, historiador y militar, asegura en cambio que en los ¨²ltimos a?os no ha habido participaci¨®n pol¨ªtica de ning¨²n tipo y que ¡°el Ej¨¦rcito est¨¢ hoy d¨ªa totalmente despolitizado, lo cual no quiere decir que no sea un estamento eminentemente conservador¡±. ¡°El espa?ol y todos los ej¨¦rcitos occidentales¡±, puntualiza. ¡°En los 40 a?os que se van a cumplir ahora de la Constituci¨®n, una de las grandes aportaciones de la Transici¨®n a la normalizaci¨®n del Estado espa?ol ha sido la total despolitizaci¨®n de los militares. Las Fuerzas Armadas son el organismo del Estado que m¨¢s se transform¨®. Cambiaron radicalmente. La mejor prueba de que el Ej¨¦rcito est¨¢ en su sitio y desactivado pol¨ªticamente es que en el tema catal¨¢n no ha rechistado¡±, a?ade.
Para Puell, autor de varios libros sobre el Ej¨¦rcito espa?ol, los firmantes del manifiesto ¡°no tienen ninguna influencia en las fuerzas armadas; est¨¢n totalmente desvinculados¡±. Subraya que la lista no es p¨²blica, pero aun asumiendo los casi 700 firmantes que dicen haber conseguido, ¡°es una insignificancia en un colectivo que puede alcanzar los 50.000 militares retirados¡±. ¡°Se trata de personas que fueron educadas durante el franquismo. En las academias militares hab¨ªa una especie de culto hacia la figura del caudillo. Tienen nostalgias¡±, explica. Pocos o muchos, ¡°la mejor postura es no hablar de ello en absoluto. Como militar retirado que soy a esto no le doy ninguna importancia¡±, dice.
Los expertos coinciden en que no hay estudios que permitan saber qu¨¦ ideolog¨ªa tiene el Ej¨¦rcito actualmente. A la poblaci¨®n espa?ola se le pregunta de vez en cuando por su opini¨®n sobre las Fuerzas Armadas ¡ªel 60,9% de los espa?oles la tienen muy buena o buena, seg¨²n una encuesta de 2015 del CIS¡ª y habitualmente por sus preferencias pol¨ªticas, pero nada se sabe del posicionamiento de los militares.
En el a?o 2000 varios profesores de ciencia pol¨ªtica de la Universidad de Barcelona se propusieron hacer una investigaci¨®n sobre los futuros oficiales y suboficiales de las fuerzas armadas. Pasaron una encuesta de 311 preguntas a todos los alumnos (m¨¢s de 2.500) de las academias de los tres ej¨¦rcitos y les preguntaron, entre otras cosas, d¨®nde se situaban ideol¨®gicamente. En 2004 el think tank Cidob public¨® el estudio, titulado Qui¨¦nes son y qu¨¦ piensan los futuros oficiales y suboficiales del Ej¨¦rcito espa?ol, el ¨²nico relativamente reciente que aborda esta cuesti¨®n. La media result¨® estar en ¡°derecha moderada¡±, pero los investigadores, conscientes de que la media no tiene en cuenta la dispersi¨®n de los valores, afinaron un poco m¨¢s: ¡°M¨¢s de una cuarta parte del universo de estudio se sit¨²a en las posiciones m¨¢s escoradas de la derecha¡±, concluyeron.
Firmantes investigados
El Ministerio de Defensa ha citado a declarar la pr¨®xima semana a cinco mandos en la reserva que apoyaron el manifiesto de exaltaci¨®n de la figura de Franco. A un cabo en activo que firm¨® el contramanifiesto le ha abierto ¡°una informaci¨®n previa¡± y se le va a asignar un instructor, seg¨²n confirm¨® una portavoz.
En los cuarteles la pol¨¦mica ha pasado sin pena ni gloria, asegura Jorge Bravo, presidente de la Asociaci¨®n Unificada de Militares Espa?oles (AUME). ¡°Entre los suboficiales y la tropa, no se habla de ello. He estado en cuarteles y si acaso se comenta como cualquier otra noticia, como el partido de f¨²tbol de turno. Ni inquieta ni hay movimiento de nada¡±, asegura.
Algunos de los firmantes no son militares que lleven d¨¦cadas retirados, sino que acaban de dejar puestos de enorme responsabilidad. El general Juan Enrique Aparicio, por ejemplo, se sentaba a negociar hace apenas a?o y medio en la misma mesa que Bravo en su calidad de Jefe del Mando de Personal de Ej¨¦rcito de Tierra. ¡°El ej¨¦rcito viene de donde viene y hay mandos de esa ideolog¨ªa que se acaban de ir y alguno que todav¨ªa est¨¢ que estudiaron en academias militares durante la dictadura¡±, dice Bravo. ¡°Algo queda del franquismo, hay una cierta cultura que se va transmitiendo. Y hay reductos, unidades muy ligadas a ese pasado, como la Legi¨®n. Seguramente quedan algunos mandos que son de la misma l¨ªnea, pero no la mayor¨ªa¡±, afirma.
¡°Los militares no viven aislados. Se han educado en los mismos colegios que los dem¨¢s antes de ingresar en las academias¡±, asegura Puell, que da clases de historia militar en el Instituto Universitario General Guti¨¦rrez Mellado, en concreto una asignatura con cierto componente pol¨ªtico: El papel de las Fuerzas Armadas en la reciente historia de Espa?a. Casi la mitad de sus alumnos son militares; el resto civiles, y no ve grandes diferencias entre ellos. ¡°Hoy d¨ªa la actitud, el lenguaje de los militares a los que doy clase es la normal en la sociedad¡±, asegura.
Para Zaida Cantera, comandante retirada del Ej¨¦rcito de Tierra y ahora diputada del PSOE, el franquismo en el Ej¨¦rcito ¡°pervive, igual que pervive en la sociedad, con la diferencia que en este caso pervive como hemos podido comprobar en la c¨²pula militar, donde el sistema de ascenso permite que determinadas familias se perpet¨²en. Solo hay que ver cu¨¢ntos mandos hay y cu¨¢les son los apellidos y el origen de muchos de ellos. Ojo, no de todos, pero casualmente parece que si entras con un determinado apellido tienes garantizada una carrera. He visto en mandos y alguna tropa actitudes marcadamente franquistas que luego ante pol¨ªticos manifestaban su lealtad a la democracia. Tambi¨¦n he visto justo lo contrario pero en este caso ocupan menos puestos de poder¡±, a?ade. Casos como el del ex JEMAD (Jefe de Estado Mayor de la Defensa) Julio Rodr¨ªguez, hoy dirigente de Podemos, son una excepci¨®n.
El historiador Carlos Navajas ve clara la ¡°disparidad de fuerzas existente entre el sector m¨¢s conservador de las Fuerzas Armadas y el m¨¢s progresista¡±. Y cree que desde los sucesivos gobiernos democr¨¢ticos se ha hecho poco por romper con la herencia franquista. ¡°Los conservadores no han hecho nada por razones electorales e ideol¨®gicas y los progresistas podr¨ªan haber hecho algo m¨¢s, si exceptuamos tal vez el mandato de Carme Chac¨®n¡±. En su opini¨®n, se tendr¨ªa que haber ¡°profundizado en la democratizaci¨®n de las fuerzas armadas y en su concepci¨®n como una profesi¨®n, no como una instituci¨®n equiparable hasta cierto punto a otras instituciones del Estado¡±.
Bravo cree que ¡°los cambios necesarios en las Fuerzas Armadas se ven frenados por la ideolog¨ªa de algunos mandos de la c¨²pula militar¡±. No le preocupan los militares en la reserva del manifiesto, pero s¨ª ¡°los mandos que hay todav¨ªa transmitiendo estas ideas. Los hay por ejemplo que no permiten el asociacionismo y no nos permiten movernos por los cuarteles. Y son ellos mismos los que eligen a sus sucesores¡±.
En cuanto al manifiesto, los militares franquistas ¡°erraron un poco el tiro¡±, opina Bravo. ¡°Lo hicieron para ver si sumaban a m¨¢s gente, quiz¨¢ alg¨²n pol¨ªtico del PP, pero se han quedado solos¡±. Un militar retirado que pide anonimato define el texto como ¡°charlas de viejos trasnochados¡± y apunta: ¡°Se les ha hecho algo de caso porque han salido en plena pol¨¦mica por la exhumaci¨®n de Franco y porque es agosto. En otro momento no tendr¨ªan ni un titular¡±.
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