La campa?a de una mujer en Change.org logra que sus bisabuelos de 94 a?os puedan vivir en el mismo asilo
La iniciativa para unir a la pareja cordobesa de 94 a?os, que llevaba siete d¨¦cadas conviviendo, moviliz¨® a 150.000 personas y recibi¨® un mensaje de la presidenta andaluza
¡°Imagina lo que es vivir m¨¢s de 70 a?os juntos y que al final de tus d¨ªas te separen de la persona a la que amas. Eso es lo que les ha pasado a mis bisabuelos Ana y a mi bisabuelo Francisco. Ambos tienen 94 a?os y desde el pasado mes de mayo-junio, viven separados¡±. As¨ª comenzaba Irene Leiva Fern¨¢ndez su llamamiento desesperado para lograr la reuni¨®n de sus bisabuelos, el matrimonio cordob¨¦s formado Ana S¨¢nchez y Francisco Mu?oz, que hab¨ªan sido trasladados a distintas residencias a finales de mayo. El emotivo mensaje, publicado en la plataforma Change.org y dirigido a la Consejer¨ªa de Igualdad y Pol¨ªticas Sociales de la Junta de Andaluc¨ªa, ha permitido que el deseo de Irene se haya hecho realidad. Desde el pasado viernes las vidas de los ancianos volv¨ªan a confluir en la residencia de Villarato (a 81 kil¨®metros de C¨®rdoba), donde estaba Francisco.
La petici¨®n de la joven, apoyada por casi 150.000 firmas, conmovi¨® hasta la misma presidenta de Andaluc¨ªa, Susana D¨ªaz, que el pasado mi¨¦rcoles se compromet¨ªa en esa misma plataforma a reunir al matrimonio. Irene confirmaba ayer la noticia y agradec¨ªa el respaldo recibido: ¡°?Hola a todos! ?Lo hemos conseguido!. Hemos conseguido que Francisco y Ana est¨¦n juntos y todo gracias a todos vosotros y vosotras. Al apoyo que ha recibido la familia de casi 150.000 personas, gracias de coraz¨®n".
Ana S¨¢nchez Blanco y Francisco Mu?oz G¨®mez viv¨ªan en Villaralto, un peque?o pueblo cordob¨¦s, desde hace 70 a?os, primero en su casa y luego en una residencia. A la bisabuela de Irene le concedieron una plaza en un centro concertado en Villanueva del Duque, a siete kil¨®metros de Villaralto, que no pod¨ªa rechazar para no perder la peque?a ayuda econ¨®mica que recib¨ªa.
A finales de mayo, la pareja vio c¨®mo sus caminos se separaban por primera vez en siete d¨¦cadas, cuando se hizo efectivo el traslado de Ana, que ya no puede valerse por s¨ª misma. Durante las primeras semanas, los responsables de la residencia de Villaralto trasladaban en coche a Francisco para que pudiera acompa?ar a su esposa, pero ¨²ltimamente sus problemas de salud le hab¨ªan hecho imposible recorrer ese trayecto. ¡°No os pod¨¦is imaginar lo mal que se encuentran an¨ªmicamente sabiendo que no pueden verse o tenerse cerca¡±, explicaba su bisnieta en el mensaje en change.org.
Finalmente, gracias a una vacante en la residencia de Villaralto, Ana y Francisco han puesto fin a su dolorosa separaci¨®n. Su caso no es ¨²nico. A finales de julio otra pareja de ancianos de Los Pedroches (C¨®rdoba), Encarna Aranda, de 91 a?os, y Antonio Romero, de 93, volv¨ªan a estar juntos, tras haber sido reubicados en distintas residencias por falta de plazas.
Como en los cuentos, la historia de Ana y Francisco ha tenido un final feliz. Pero qui¨¦n sabe cu¨¢ntas parejas an¨®nimas no podr¨¢n comerse las perdices juntas en el ocaso de sus vidas. En su mensaje de agradecimiento, Irene Leiva recuerda el drama que supone para los ancianos ver truncada una convivencia de d¨¦cadas por decisiones burocr¨¢ticas. ¡°Porque nuestros representantes e instituciones deben velar por el bienestar f¨ªsico, emocional y mental de sus ciudadanos y ciudadanas. Por todos nuestros mayores, adultos, j¨®venes, ni?os, personas, en definitiva, por todos nosotros debemos luchar y seguir unidos, porque como bien sab¨¦is, la uni¨®n hace la fuerza¡±.
S¨ªguenos en Twitter y en Flipboard
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.