Flandes califica de acto ¡°muy hostil¡± las represalias diplom¨¢ticas de Espa?a
El presidente de la regi¨®n belga cree que el hecho no tiene precedentes en la historia de la UE
La crisis catalana agranda la brecha abierta entre Flandes y Espa?a. El presidente de la principal regi¨®n belga, Geert Bourgeois, ha cargado este mi¨¦rcoles contra la decisi¨®n del Gobierno de Pedro S¨¢nchez de revocar el estatus diplom¨¢tico a su delegado en Espa?a, Andr¨¦ Hebbelinck. Exteriores justifica la medida como la escenificaci¨®n del malestar por las insistentes declaraciones del presidente del Parlamento flamenco, Jan Peumans, en las que descalifica la democracia espa?ola y apoya al independentismo catal¨¢n. Bourgeois, en cambio, ve la respuesta desproporcionada. Ha tildado el gesto de "muy hostil", y cree que el movimiento no tiene precedentes. "Es la primera vez que ocurre en la historia de la Uni¨®n Europea, desde la creaci¨®n de la Comunidad Europea del Carb¨®n y del Acero en 1952 y probablemente desde 1945", lament¨® el ministro presidente de Flandes en palabras a una radio local.
El primer ministro belga, Charles Michel, al que Bourgeois pidi¨® que convocara a la embajadora espa?ola, ha evitado inmiscuirse en la cuesti¨®n, y ha circunscrito el problema a un asunto entre Flandes y Espa?a. "Es responsabilidad de Flandes gestionar su relaci¨®n con Espa?a. No hay conflicto diplom¨¢tico entre el Gobierno federal belga y Espa?a", zanj¨® a su llegada a la cumbre europea de este mi¨¦rcoles.
La cr¨ªtica del presidente de Flandes se fundamenta en dos argumentos: opina que los mensajes lanzados por Peumans forman parte de la libertad de expresi¨®n. Y estima que las represalias de Madrid contra su delegado diplom¨¢tico apuntan en la direcci¨®n err¨®nea, dado que es un representante del Ejecutivo flamenco, y Peumans lo es del poder legislativo. Ante lo que considera un trato injusto, Bourgeois, cuyo equipo dijo anoche a este diario que no hab¨ªa recibido notificaci¨®n oficial de la decisi¨®n, espera tratar el tema con la embajadora espa?ola, a la que pedir¨¢ que se retire la sanci¨®n y se restablezcan los v¨ªnculos ahora rotos.
Tambi¨¦n ha reaccionado con dureza el propio presidente del Parlamento de Flandes, protagonista de la trifulca por sus ataques al Gobierno espa?ol. Peumans no ha suavizado su postura tras el castigo diplom¨¢tico. "Todav¨ªa digo en mi pa¨ªs lo que creo que debo decir", ha afirmado. El dirigente del partido nacionalista N-VA, con el que el soberanismo catal¨¢n mantiene lazos desde hace a?os, ha desmentido una de las frases que se le atribuyen. "No he comparado a Espa?a con Bosnia, eso es una gran mentira". Y ha emplazado al titular de Exteriores, Josep Borrell, a informarse mejor. Contra Borrell se ha expresado tambi¨¦n el presidente de la Generalitat, Quim Torra, que este mi¨¦rcoles le ha afeado su actitud con Flandes y le ha acusado de buscar enemigos en el extranjero.
El ministro de Exteriores espa?ol no ha restado importancia al asunto, y ha dado dimensi¨®n de "conflicto diplom¨¢tico" al choque con Flandes. No niega que a t¨ªtulo personal Peumans "puede decir lo que le venga en gana", pero ha puntualizado que algunos de los comentarios llegaron "con sello y membrete" del organismo que preside. "Espa?a no puede permitirse que, una vez tras otra, el presidente de un Parlamento actuando como tal diga que somos un pa¨ªs que tiene que ser expulsado de la UE".
Los rifirrafes generados por las controvertidas observaciones de Peumans comenzaron hace tres semanas, cuando se hizo p¨²blica la carta que remiti¨® a la expresidenta de la C¨¢mara catalana, Carme Forcadell, actualmente en prisi¨®n provisional. En la misiva cuestionaba el pedigr¨ª democr¨¢tico de Espa?a. ¡°El Gobierno de Espa?a no cumple las condiciones para formar parte de una Uni¨®n Europea moderna y democr¨¢tica¡±, escribi¨®. Pese a la protesta espa?ola por el contenido de la carta, lejos de arrepentirse, Peumans se reafirm¨® en su mensaje durante la inauguraci¨®n de una exposici¨®n sobre Catalu?a en la sede del parlamento flamenco, en la que estuvo acompa?ado del expresidente Carles Puigdemont. Y a?adi¨® nuevas cargas de profundidad a la relaci¨®n con Espa?a al defender que "encerrar a pol¨ªticos es un acto de violencia".
Esas declaraciones fueron la gota que ha colmado el vaso para el Gobierno espa?ol, que anunci¨® que no acreditar¨¢ a m¨¢s representantes diplom¨¢ticos de Flandes. Ello no implica que su actual delegado deba dejar su puesto, dado que puede continuar desempe?¨¢ndolo, eso s¨ª, sin disfrutar de los privilegios e inmunidades propios de su posici¨®n.
La disputa se ha recrudecido justo en la v¨ªspera de un nuevo Consejo Europeo en Bruselas. En la reuni¨®n de jefes de Estado y de Gobierno participan desde este mi¨¦rcoles hasta el viernes los l¨ªderes de los Veintiocho socios comunitarios, pero aunque el presidente espa?ol Pedro S¨¢nchez y su hom¨®logo belga, Charles Michel, han departido brevemente a su llegada, no hay constancia de que vayan a aprovechar el encuentro para abordar la crisis.
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