Trump no quiere llevarse la tierra radiactiva de Palomares

El presidente estadounidense Donald Trump no est¨¢ dispuesto a llevarse la tierra contaminada por el accidente nuclear que hace 52 a?os sufri¨® la pedan¨ªa almeriense de Palomares. As¨ª lo reconoce el Gobierno en una respuesta parlamentaria en la que revela que la Administraci¨®n republicana ¡°ha dado a entender que no se considera vinculada¡± por el acuerdo al que el Gobierno espa?ol lleg¨® con la Administraci¨®n Obama y que ¡°no tiene intenci¨®n de iniciar conversaciones bilaterales¡± con este fin.

A preguntas del diputado de Ciudadanos Diego Clemente, el Gobierno ha reconocido ahora lo que era un secreto a voces: que el acuerdo alcanzado en octubre de 2015 entre el entonces ministro de Asuntos Exteriores, Jos¨¦ Manuel Garc¨ªa-Margallo, y su hom¨®logo estadounidense, John Kerry, ha quedado en papel mojado.

La Declaraci¨®n de Intenciones para la Rehabilitaci¨®n del Entorno de Palomares preve¨ªa que el material contaminado remanente del accidente ¡ª50.000 metros c¨²bicos de tierra que tres meses antes de la firma se redujeron a solo 28.000¡ª se trasladar¨ªa y almacenar¨ªa definitivamente en el desierto de Nevada (EE UU).

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Pero esta declaraci¨®n no era jur¨ªdicamente vinculante y deb¨ªa plasmarse en un acuerdo internacional que estaba previsto firmar antes de que acabara 2015. Faltaba por negociar qui¨¦n se hac¨ªa cargo del coste de la operaci¨®n, estimado en 640 millones de euros; de los que 140 correspond¨ªan al compactado y empaquetado de la tierra radiactiva y su traslado al puerto de Cartagena, para embarcarse con destino a Estados Unidos.

La convocatoria de elecciones generales en Espa?a para el 20 de diciembre de 2015 y el largo periodo de Gobierno en funciones paralizaron la negociaci¨®n. Cuando Espa?a tuvo finalmente Gobierno, en noviembre de 2016, EE UU celebr¨® sus propios comicios presidenciales, en los que la dem¨®crata Hillary Clinton fue derrotada inesperadamente por el magnate Donald Trump.

En febrero pasado, el entonces secretario de Estado de Exteriores, Ildefonso Castro, viaj¨® a Washington y plante¨® a su hom¨®logo, John J. Sullivan, los asuntos pendientes; incluida la limpieza de Palomares. Su interlotutor tom¨® nota y la respuesta del Departamento de Estado, que lleg¨® alg¨²n tiempo despu¨¦s, fue un jarro de agua fr¨ªa: la actual Administraci¨®n no se siente vinculada por los compromisos pol¨ªticos de la anterior.

El acuerdo, aclara el Gobierno en su respuesta al diputado de Ciudadanos, ¡°sigue en vigor para Espa?a¡±,? pero se ha guardado en un caj¨®n hasta que ¡°se den las circunstancias adecuadas y existan visos serios de poder concluir con ¨¦xito esa negociaci¨®n pendiente¡±.

El Gobierno reconoce, adem¨¢s, que la tierra contaminada en Palomares, como consecuencia de la ca¨ªda de cuatro bombas termonucleares al colisionar un bombardero B-52 y un avi¨®n cisterna KC-130 de la Fuerza A¨¦rea estadounidense, ¡°representa una amenaza para la seguridad de la zona y un impedimento a la hora de lograr su desarrollo econ¨®mico y de impulsar el turismo¡±.

El caso de Palomares ha vuelto a saltar a la palestra despu¨¦s de que el Centro de Investigaciones Energ¨¦ticas, Medioambientales y Tecnol¨®gicas (Ciemat) haya reconocido que, en mayo de 2016, devolvi¨® a Palomares 1,5 toneladas de muestras de tierras y sedimientos contaminados que hab¨ªan sido recogidas en diferentes sondeos para realizar estudios. La Junta de Andaluc¨ªa ha pedido al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) que le informe sobre el resultado de estos an¨¢lisis y ha lamentado que "un asunto de esta envergadura, con las suspicacias que despierta, se hiciera sin informar a nadie".

Por su parte, la Audiencia Nacional debe pronunciarse sobre el recurso planteado por Ecologistas en Acci¨®n para que se ponga fecha a la ejecuci¨®n del plan de limpieza de Palomares. seg¨²n el Abogado del Estado, Espa?a no puede ejecutar dicho plan sin el apoyo de EE UU, al carecer de instalaciones "para el almacenamiento definitivo de estos materiales contaminados con plutonio".