?Es Vox un partido fascista?
Tres expertos debaten sobre c¨®mo situar en el espectro ideol¨®gico a la formaci¨®n de Abascal
Tras la jornada electoral en Andaluc¨ªa, miles de personas, en su mayor¨ªa j¨®venes, se concentraron en varias ciudades en protesta por la irrupci¨®n de Vox al grito de ¡°no es democracia, es fascismo¡±. Los buenos resultados del partido de Santiago Abascal han provocado la discusi¨®n de si se trata de una opci¨®n de extrema derecha o directamente fascista. El catedr¨¢tico de Derecho Constitucional y analista pol¨ªtico Roberto L. Blanco, el historiador Fernando del Rey y el polit¨®logo Guillem Vidal analizan hasta qu¨¦ punto el nuevo partido ha cruzado la frontera entre una derecha democr¨¢tica ¡ªcon planteamientos extremos con respecto a la inmigraci¨®n o los derechos de la mujer¡ª y un partido directamente antidemocr¨¢tico.
¡°Para m¨ª, generacionalmente¡±, explica el catedr¨¢tico gallego Roberto Blanco, de 60 a?os, ¡°la extrema derecha son los tipos de las cadenas, los violentos, aquella Fuerza Nueva de Blas Pi?ar que iba arre¨¢ndole a la gente por la calle. Es verdad que hoy existe en Europa otra extrema derecha, la de Marine Le Pen o la de Alternativa para Alemania, que son partidos que compiten por la democracia desde dentro y que no parece que quieran acabar con el sistema. Si a eso le llamamos extrema derecha, a Vox tambi¨¦n habr¨ªa que llam¨¢rselo, y de hecho parece que Le Pen felicit¨® a Abascal. Pero yo, ya digo que tal vez por edad, identifico a la extrema derecha con fuerzas m¨¢s violentas, m¨¢s antidemocr¨¢ticas¡±.
Blanco establece dos factores para explicar los buenos resultados de Vox. ¡°Uno es el componente nacionalista espa?ol. La reacci¨®n nacionalista frente a, por una parte, el disparate de los independentistas catalanes y, por otra, al pacto parlamentario de Pedro S¨¢nchez con los partidos que han organizado una insurrecci¨®n en toda regla, ll¨¢mese rebeli¨®n, sedici¨®n o lo que se quiera. Este factor explicar¨ªa tambi¨¦n la debacle socialista¡±. El otro factor, seg¨²n el catedr¨¢tico de la Universidad de Santiago de Compostela, ¡°es el componente xen¨®fobo, y este s¨ª que puede identificarse sin ninguna duda como extrema derecha¡±.
El historiador Fernando del Rey establece una cuesti¨®n previa: ¡°Esto de derecha, extrema derecha o derecha liberal son clasificaciones muy coyunturales. Los historiadores nos movemos con los par¨¢metros del periodo de entreguerras, y quiz¨¢s es un error porque esa clasificaci¨®n depende de las circunstancias¡±. Del Rey, profesor en la Universidad Complutense de Madrid, advierte de forma categ¨®rica: ¡°Yo creo que hablar de fascismo es una exageraci¨®n. El fascismo es un fen¨®meno en sentido estricto exclusivo del periodo de entreguerras y luego puede haber habido ramificaciones, pero si utilizamos el concepto fascismo para aplic¨¢rselo a esto es una distorsi¨®n, es no saber lo que fue el fascismo, que es una cosa mucho m¨¢s bruta y por lo pronto violenta y militar. Evidentemente, es una derecha dura pero no me atrever¨ªa a clasificarla hoy por hoy como derecha autoritaria o radical, que abogaba precisamente por la dictadura, por el poder de los militares, por la violencia, por la paramilitarizaci¨®n, nada que ver con esto. Esto es un fen¨®meno nuevo, t¨ªpico de nuestro tiempo, que lo estamos advirtiendo en toda Europa¡±.
El historiador sit¨²a a Vox en la ¡°derecha radical¡± pero, al menos por el momento, dentro del juego democr¨¢tico: ¡°Dentro del arco de las derechas conservadoras, pues evidentemente Vox est¨¢ m¨¢s a la derecha del PP. Eso es una obviedad. Ahora, llamarle a esto fascismo me parece una exageraci¨®n. Yo no veo fascismo por ning¨²n lado. Ellos aceptan mal que bien el marco constitucional, quieren reformar la Constituci¨®n, respetan las reglas del juego, tienen un discurso duro en determinados temas como en los derechos de la mujer. Est¨¢ claro que en eso es un discurso muy duro, y tambi¨¦n es muy duro en antinmigraci¨®n. Ah¨ª hay un claro paralelismo con esta reformulaci¨®n de la derecha que est¨¢ teniendo lugar en Europa, en Hungr¨ªa, en Polonia, es obvio que hay paralelismos, pero a m¨ª el Frente Nacional franc¨¦s me parece m¨¢s radical que Vox¡±.
El polit¨®logo Guillem Vidal, investigador en el Instituto Universitario Europeo, sit¨²a claramente a Vox en la extrema derecha, pero establece dos subgrupos, la extrema derecha fascista ¡ªen la que situar¨ªa a los griegos de Aurora Dorada¡ª y una extrema derecha populista radical al estilo de Marine Le Pen: ¡°Ah¨ª situar¨ªa yo a Vox. Un estilo de partidos surgidos en los ochenta y que se desmarcan de la ideolog¨ªa fascista y que se centran m¨¢s en ir contra la inmigraci¨®n y contra la Uni¨®n Europea. Es un poco temprano para decirlo en t¨¦rminos absolutos, pero en mi opini¨®n la direcci¨®n que est¨¢ tomando Vox se acerca mucho m¨¢s a una derecha populista radical que a una extrema derecha fascista¡±. Vidal se basa en varios indicios: ¡°Uno es que en la campa?a no se ha visto que hayan tenido especialmente un discurso antidemocr¨¢tico, es decir, de cambio de r¨¦gimen democr¨¢tico a un r¨¦gimen fascista. Cuestionan el sistema democr¨¢tico liberal pero no entran dentro de esa ideolog¨ªa. Y luego hay cosas como Steve Bannon yendo a Andaluc¨ªa y hablando con ellos. Yo creo que la direcci¨®n que quieren tomar es parecerse a estos otros partidos que han tenido cierto ¨¦xito en el norte de Europa¡±.
Hay otra cuesti¨®n importante en la que Del Rey y Blanco est¨¢n de acuerdo. ¡°Me parece un error may¨²sculo exagerar el lenguaje llam¨¢ndoles fascistas¡±, dice Del Rey, ¡°porque los est¨¢s empujando a serlo. Y, hoy por hoy, no han manifestado que quieran romper el sistema. En ese sentido, y al menos desde el punto de vista verbal, Podemos ha sido mucho m¨¢s radical y antisistema¡±.
Roberto Blanco insiste en la idea: ¡°Hay que tener mucho cuidado con las palabras. Por intereses de partido no te puedes poner a disparar por elevaci¨®n, porque te puedes encontrar diciendo cosas que, lejos de frenar el movimiento, lo favorezca¡±. Guillem Vidal deja una puerta abierta a la calma: ¡°Hay estudios por los que sabemos que este tipo de discursos, una vez que entran en el Parlamento, tienden a normalizarse¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.