La gran amistad del Rey y el presidente portugu¨¦s
Felipe VI y Marcelo Rebelo de Sousa se profesan admiraci¨®n y afecto desde que se conocieron hace poco m¨¢s de dos a?os
En apariencia son muy distintos. El Rey tiene 51 a?os y el presidente de Portugal, 70. Felipe VI tiene un car¨¢cter comedido, Marcelo Rebelo de Sousa es muy expansivo. Sin embargo, entre ambos, en poco m¨¢s de dos a?os, ha surgido una qu¨ªmica vigorosa y una admiraci¨®n mutua que se traduce en una relaci¨®n personal constante e intensa, con frecuente interacci¨®n entre el Palacio de Bel¨¦m, residencia del presidente portugu¨¦s, y La Zarzuela. ¡°Hay muy buena relaci¨®n entre ellos y confianza¡±, explican fuentes de la Casa del Rey, ¡°una sinton¨ªa mutua desde que se conocieron¡±. Le a?aden ¡°una visi¨®n compartida sobre las relaciones entre ambos pa¨ªses y el proyecto iberoamericano¡±, que ambos abanderan.
Espa?a y Portugal mantienen un v¨ªnculo muy potente por su historia y su trayectoria contempor¨¢nea. Han recorrido caminos conjuntos de la dictadura a la democracia, en el proceso de integraci¨®n europea, en el impulso de la Comunidad Iberoamericana en 1991 o en la defensa del multilateralismo y la defensa de la Uni¨®n Europea. Los lazos desarrollados conforman la urdimbre social de ambos pa¨ªses, pero ahora tienen una extraordinaria expresi¨®n institucional en la relaci¨®n entre sus jefes de Estado, quienes, por encima de la consideraci¨®n diplom¨¢tica, mantienen una amistad poco habitual entre mandatarios.
El pasado mi¨¦rcoles, durante la entrega del Premio Paz y Libertad de la Asociaci¨®n Mundial de Juristas en Madrid, el Rey fue muy expl¨ªcito respecto a sus sentimientos hacia el jefe de Estado portugu¨¦s: ¡°El presidente Rebelo de Sousa, a lo largo de estos ¨²ltimos a?os, ha sido para m¨ª un ejemplo de respeto, dignidad y excelencia en el ejercicio de su alta magistratura. Desde que asist¨ª a su toma de posesi¨®n como presidente de la Rep¨²blica portuguesa nos unen, adem¨¢s de unas mismas convicciones, la amistad y el afecto. Y ambos compartimos la voluntad y el deseo de que, desde el respeto a su propia identidad, esa amistad y ese afecto, esa cercan¨ªa y esos v¨ªnculos tan estrechos, unan cada vez m¨¢s a los pueblos portugu¨¦s y espa?ol¡±, se sincer¨®.
Unos minutos antes, Rebelo de Sousa, que escuchaba estas palabras en una butaca del Teatro Real, hab¨ªa manifestado la satisfacci¨®n de tener ¡°el gran privilegio¡± de conocer a Felipe VI, con el que dijo mantener ¡°encuentros muy asiduos¡± y ¡°frecuentes¡±. El presidente, que quiso arropar al Rey en el acto, expres¨® su ¡°admiraci¨®n¡± por el jefe de Estado espa?ol, que fue distinguido con un galard¨®n que, desde su punto de vista, es ¡°el corolario de una postura c¨ªvica¡±. Un premio que consider¨® ¡°bueno para Espa?a, bueno para Portugal¡±. En cualquiera de los muchos actos en los que coinciden exteriorizan sus respectivos sentimientos.
Almuerzo en Bel¨¦m
El Rey conoci¨® a Rebelo de Sousa el 9 de marzo de 2016 en Lisboa. Fue en su toma de posesi¨®n como presidente portugu¨¦s, mientras Espa?a viv¨ªa un proceso in¨¦dito de interinidad institucional tras las elecciones de diciembre de 2015. Por la situaci¨®n pol¨ªtica, Felipe VI hab¨ªa tenido que aplazar dos viajes al extranjero y la de Portugal fue la primera salida en medio de la incertidumbre pol¨ªtica. Tras la investidura, el Rey almorz¨® con el presidente de Portugal en el palacio de Bel¨¦m. Al d¨ªa siguiente, Rebelo de Sousa, un hombre separado y situado a la izquierda de la derecha, ya destac¨® ¡°la fort¨ªsima amistad¡± entre ambos pa¨ªses, que llevaba camino de extenderse a ambos mandatarios.
Volvieron a encontrarse ocho d¨ªas despu¨¦s en Madrid. En su primera salida de Portugal, tras visitar el Vaticano, Rebelo de Sousa fue recibido por Felipe VI, quien le ofreci¨® una cena de honor a la que se uni¨® la Reina. Desde entonces la Reina tambi¨¦n comparte con el Rey la amistad de Rebelo y la admiraci¨®n por su ¡°personalidad arrolladora¡±, ¡°competencia intelectual¡± y ¡°autoridad moral¡±, explican estas fuentes.
Portugal fue tambi¨¦n el destino de la primera visita de Estado que pudieron realizar los Reyes a finales de noviembre tras abrirse una brecha en la congesti¨®n pol¨ªtica espa?ola. ¡°El Rey se volc¨® en el programa de la visita a Portugal. Estuvo supervisando todos los detalles¡±, seg¨²n revelan fuentes de Zarzuela. Adem¨¢s de los v¨ªnculos hist¨®ricos de la Corona con Portugal, que acogi¨® a los Condes de Barcelona y a Juan Carlos I, las conexiones entre los dos pa¨ªses hab¨ªan experimentado un fuerte desarrollo en los ¨²ltimos 30 a?os. Este viaje de Estado fortaleci¨® a¨²n m¨¢s esos especiales lazos.
A mediados de abril de 2018, el presidente portugu¨¦s realiz¨® su visita de Estado a Espa?a y regal¨® al Rey la obra completa de Fernando Pessoa y un facs¨ªmil del libro Messagem, el primero en el que el autor prescindi¨® de los heter¨®nimos y firm¨® con su nombre. En un acto en la Universidad de Salamanca, el Rey devolvi¨® el gui?o con una cita del escritor portugu¨¦s que puede resumir una alianza institucional y personal que La Zarzuela considera positiva para los dos pa¨ªses: ¡°Somos ¨²tiles al mundo cuando, desde nuestras respectivas identidades, actuamos en un mismo sentido¡±.
De qu¨¦ hablan Marcelo y Letizia
Seguramente hay parejas que se ven menos. El tr¨ªo Reyes de Espa?a-presidente de la Rep¨²blica de Portugal coinciden tanto que ni ellos mismos llevan la cuenta. Aunque, probablemente, el presidente Marcelo s¨ª. Fuentes oficiales portuguesas cifran en 18 los encuentros desde marzo de 2016. Aquel d¨ªa invit¨® a dos jefes de Estado, al presidente de Mozambique y al Rey de Espa?a.
Cumbres hispano lusas, cumbres iberoamericanas, reuniones de la Fundaci¨®n para la Innovaci¨®n COTEC, visitas de Estado, Asamblea de la ONU, Feria de Arco, Feria del Libro, Fundaci¨®n Champalimaud, Museo del Prado, Museo Serralves¡ a la lista, con ser larga, hay que a?adirle los agasajos privados, principalmente en almuerzos y cenas en el palacio de La Zarzuela. Rebelo de Sousa procura amenizar esas citas con alguna novedad, como la actuaci¨®n de las fadistas Cuca Roseta y Carminho, entre las favoritas del presidente.
Los encuentros entre los Reyes y el actual presidente portugu¨¦s han aumentado respecto al anterior, An¨ªbal Cavaco Silva. Desde el fin de las respectivas dictaduras, mejor¨® la sinton¨ªa entre los jefes de Estado de ambos pa¨ªses, pero nunca a los niveles actuales, que ya es amistosa, hasta el punto de modificar sus programas oficiales de trabajo para verse, como ocurri¨® durante la estancia de Rebelo de Sousa en Salamanca a donde, en principio, no iban a acudir los Reyes, o en A Coru?a, donde La Voz de Galicia los reuni¨® para la entrega de un premio.
Pese a existir una complicidad intensa en los encuentros a tres, a¨²n destaca m¨¢s la que hay entre Marcelo y la reina Letizia. En numerosas fotograf¨ªas se ve al presidente portugu¨¦s y a la Reina de la mano, ante la mirada sonriente del Rey. Distanciados generacionalmente, a Marcelo (70 a?os) y Letizia (46) les une, sin embargo, su inter¨¦s por la literatura, el cine, la moda y el arte, pero, sobre todo, un pasado com¨²n, el de la televisi¨®n. Si Letizia present¨® informativos de TVE, Marcelo ¡ªcatedr¨¢tico en Derecho Constitucional¡ª era un animal pol¨ªtico delante de las c¨¢maras. Nadie como ¨¦l consegu¨ªa audiencias del 40% hablando durante una hora sobre pol¨ªtica y libros.
Detallista en su trabajo y en su vida personal, el presidente portugu¨¦s sorprende con peque?os gestos, como sus regalos, escogidos por ¨¦l, como los pendientes de filigrana dorada de Viana de Castelo, que regal¨® a la Reina y que ella tiene el detalle de lucir cuando se encuentran.
El presidente improvisa en sus discursos y hasta en las intervenciones m¨¢s oficiales tiene unas palabras de elogio para la reina Letizia, ¡°siempre atenta, sensible a las cosas sociales, desde la situaci¨®n de la mujer a los excluidos¡±.
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