Arranca la batalla electoral por los 99 esca?os de la Espa?a vac¨ªa
PSOE y PP se repartieron de forma aplastante las zonas menos pobladas. Hasta ahora. En provincias de tres, cuatro o cinco diputados, los nuevos partidos lo han revolucionado todo
La foto fue pasto de memes y burlas desde el primer minuto. En ella se ve a Pablo Casado en Las Navas del Marqu¨¦s (?vila) dando un mitin rodeado de vacas. Fue el 22 de febrero. Pero no era ni mucho menos una improvisaci¨®n. ?vila, adem¨¢s de ser la provincia por la que Casado lleg¨® al Congreso por primera vez ¡ªcomo Aznar, aunque ninguno de los dos es de all¨ª¡ª, es una de esas circunscripciones en las que el PP necesita aguantar el voto rural y frenar a Vox para evitar perder un esca?o. En 2016 tuvo dos y el PSOE, uno. Para no perderlo, necesita doblar en votos al tercero, que podr¨ªa ser Vox o Ciudadanos. Con todo, en ?vila, un feudo hist¨®rico de la derecha, el PP lo tiene m¨¢s f¨¢cil: en 2016 triplic¨® ampliamente a Ciudadanos, aunque si perdiera el 33%, que es la ca¨ªda que las encuestas le dan en toda Espa?a, y Ciudadanos ganara un 20%, ese esca?o cambiar¨ªa de bando.
En otras provincias de tres esca?os, donde el 2-1 favorece al PP, lo tiene a¨²n m¨¢s dif¨ªcil. En Guadalajara, el PP se llev¨® en 2016 el tercer esca?o (segundo suyo) por 2.000 votos. La divisi¨®n de la derecha podr¨ªa llevarle ah¨ª ¡ªcomo en Teruel, Segovia o Cuenca¡ª a perder un esca?o que ir¨ªa a Ciudadanos o Vox. A¨²n peor para sus intereses: pueden perder la primac¨ªa en favor del PSOE, que si dobla al tercero, se llevar¨ªa dos esca?os e invertir¨ªa el tradicional 2-1 del PP. Es lo que espera lograr en Teruel.
Hasta ahora, quien gan¨® en esta provincia aragonesa siempre lo hizo en toda Espa?a; es el Ohio espa?ol. Pero como se ha visto en Andaluc¨ªa, esos c¨¢lculos ya no sirven porque lo importante no es qui¨¦n gana sino qu¨¦ bloque suma para poder gobernar. En eso Teruel es una inc¨®gnita: puede seguir 2-1 o cambiar a un 1-1-1, manteniendo la ventaja de la derecha, pero tambi¨¦n puede girarse al 1-2 y d¨¢rsela a la izquierda.
Reparto electoral en circunscripciones con tres y cuatro esca?os
A¨²n m¨¢s esca?os bailan en las provincias de cuatro o cinco diputados. Cuantos m¨¢s sillones hay en juego, m¨¢s proporcional es el reparto y por tanto menos imprevisible. En las provincias con seis o m¨¢s, el resultado en votos y diputados de cada partido empieza a igualarse y no hay que preocuparse por c¨®mo optimizar los votos: todos suman. En total, las provincias de tres, cuatro y cinco esca?os, las que m¨¢s preocupan a los partidos, reparten 99 de los 350 sillones del Congreso, y esta vez son decisivas. Muchas de ellas son provincias que pierden poblaci¨®n y que se sienten olvidadas. Teruel pide a gritos especialistas m¨¦dicos, a Huesca no llega la banda ancha, las carreteras son malas y el tren nunca entra en hora.
Los cuarteles generales de los partidos se llenan estos d¨ªas de gr¨¢ficos, c¨¢lculos matem¨¢ticos y expertos en encuestas. En p¨²blico todos parecen tener controlada la situaci¨®n. En privado admiten que van bastante a ciegas. ¡°Para tener algo de fiabilidad necesitar¨ªas una encuesta de m¨ªnimo 600 personas en cada provincia. Nadie tiene dinero para hacer eso, al menos de momento. Con cinco partidos es casi imposible acertar en los esca?os. Lo que hacemos es buscar en las tablas del CIS y hacer proyecciones con los resultados andaluces para ver d¨®nde te las est¨¢s jugando¡±, dice un diputado de Unidos Podemos.
¡°Esta campa?a va mucho de micropol¨ªtica. Son 52 elecciones. Hay que hacer mucho caso a los dirigentes locales. A nosotros nos est¨¢ matando Vox con temas como los toros, la caza, las tradiciones, con eso de que ¡®ya est¨¢ bien que manden las mujeres¡¯ o la inmigraci¨®n¡±, resume un hist¨®rico del PP con muchas campa?as a cuestas. ¡°Ah¨ª hay que entrar en cada sitio con asuntos diferentes. Por suerte, las organizaciones locales est¨¢n muy movilizadas porque vienen las municipales. Y solo el PP y el PSOE tenemos implantaci¨®n territorial para hacer esa micropol¨ªtica. Vas a ver a los l¨ªderes en muchos pueblos, esta vez se juega mucho ah¨ª¡±, a?ade.
¡°Estas elecciones son como una partida de Risk. Tienes que decidir d¨®nde pones tus fuerzas, apostar a provincias clave¡±, sentencian desde Ciudadanos. ¡°No es solo presencia f¨ªsica. A veces vale m¨¢s una entrevista en un medio local, un peri¨®dico o una radio. Tenemos el mapa muy claro. Nos jugamos todo en varios pu?ados de votos muy repartidos¡±, resume un dirigente de esa formaci¨®n.
¡°Los datos son la clave de la campa?a. Tambi¨¦n en Facebook, para hacer campa?as segmentadas. Hay much¨ªsimos datos en el mercado, se compran. Lo dif¨ªcil es saberlos interpretar y ver d¨®nde se pueden mover tus diputados, donde puedes ganar y donde est¨¢s a punto de perder, para concentrar ah¨ª los esfuerzos¡±, remata un dirigente socialista.
La batalla en la derecha
La gran batalla en las provincias peque?as es entre el PP, Ciudadanos y Vox. En resultados totales, el PP est¨¢ seguro de ganar, pero en algunas provincias no est¨¢ claro. ¡°Nosotros tenemos discurso rural. Podemos decirle a la gente del campo que la UE es buena para ellos, frente a los de Vox que la critican¡±, se prepara un diputado. ¡°Ahora todos tenemos que volver a hablar de toros, de caza, de fiestas tradicionales, temas que parec¨ªan superados en las campa?as porque adem¨¢s no est¨¢n en discusi¨®n en nuestras tierras, eso son cosas de Madrid¡±, se indigna un dirigente territorial socialista.
Los n¨²meros lo dicen todo. Las ocho provincias que reparten tres esca?os (?vila, Cuenca, Guadalajara, Huesca, Palencia, Segovia, Teruel y Zamora) han sido casi siempre bipartidistas y todo indica que eso no se repetir¨¢. En 2016 todas dieron dos esca?os al PP y uno al PSOE salvo Huesca, donde entr¨® Podemos, que ahora podr¨ªa perder el asiento. Esas provincias tienen 1.451.000 habitantes (3,1% de la poblaci¨®n espa?ola) pero reparten 24 esca?os (6,9%). Muchas podr¨ªan pasar a un esquema casi in¨¦dito de 1-1-1. Son una oportunidad para quien acabe tercero ¡ªCiudadanos o quiz¨¢s Vox, seg¨²n las encuestas¡ª, porque si evita ser doblado por PP y PSOE, se llevar¨¢ el mismo bot¨ªn que ellos y 8 esca?os m¨¢s que el resto.
Esta vez la batalla en provincias poco pobladas ser¨¢ adem¨¢s especialmente simb¨®lica porque el PSOE baraja poner de cabezas de lista en algunas de ellas a ministros como el de Interior, Fernando Grande Marlaska, la de Defensa, Margarita Robles, o la de Trabajo, Magdalena Valerio.
Si las de tres esca?os son importantes, a¨²n m¨¢s decisivas pueden ser las de cuatro: son 10 y reparten 40 esca?os. All¨ª uno de los cinco jugadores se tiene que quedar fuera, pero tambi¨¦n el cuarto se la juega contra el primero. Los partidos m¨¢s peque?os pueden verse reducidos, como ocurri¨® con Ciudadanos en 2016, que promedi¨® un 11% de votos en estas provincias pero no consigui¨® ni un esca?o. Ahora es Podemos el que puede salir perjudicado por el sistema electoral: solo tiene firme un diputado en ?lava. ¡°Puede haber hasta dos millones de votos desperdiciados que no logren esca?o. El sistema provincial es una loter¨ªa. Y puede que un bloque gane en votos pero no en esca?os, con la pol¨¦mica que eso traer¨¢¡±, resume un diputado.
Las claves en las provincias de cuatro son tres: qui¨¦n gana, qui¨¦n queda cuarto y a cu¨¢nta distancia est¨¢ del primero. Si el PP aguanta, como suger¨ªa el ¨²ltimo CIS, Podemos, Ciudadanos y Vox pelear¨¢n por los cuartos esca?os. Pero si se divide mucho el voto entre ellos y el PSOE va muy fuerte, se puede quedar con el cuarto.
Las siete provincias de cinco, que reparten 35 esca?os, son tambi¨¦n jugosas: Castell¨®n, Ciudad Real, Huelva, Ja¨¦n, Navarra, Cantabria y Valladolid. En 2016, el PP se impuso all¨ª sumando 15 esca?os por 10 del PSOE. Ahora los sondeos nacionales dicen que el PSOE podr¨ªa pelear por ganar en todas. Mientras tanto, Ciudadanos, Podemos y Vox buscar¨¢n asegurarse un esca?o consiguiendo el tercer puesto o evitando que les doblen PP y PSOE.
La partida acaba de empezar, los despachos de las c¨²pulas tienen ya enormes tableros y programas inform¨¢ticos para dise?ar la campa?a m¨¢s segmentada y compleja en 40 a?os de democracia. Hay muchos n¨²meros, pero ninguna certeza: en las provincias peque?as el reparto de esca?os produce carambolas imprevisibles. ¡°Que no te enga?en. Nadie sabe nada. Vamos casi a ciegas. Todos lo vamos a intentar con nuestra mejor ciencia. Pero al final, salvo que alguien arrase, va a depender mucho del azar¡±, resume un dirigente que ya se prepara para recorrer pueblos y hasta hablar con vacas para pedirles el voto, como hizo Juan Manuel Moreno, del PP, en uno de los momentos m¨¢s surrealistas de la campa?a andaluza. En las redes lo destrozaron. Pero ahora es presidente.
Correci¨®n. La primera versi¨®n del texto dec¨ªa que las ocho provincias de tres esca?os tiene una poblaci¨®n de 810.000 habitantes. La cifra correcta es 1.451.000, en enero de 2018.
Un reparto de representantes desproporcional
El reparto de esca?os en estas provincias peque?as ¡°es desproporcional¡± y es donde el sistema electoral presenta problemas, defiende el catedr¨¢tico de derecho constitucional de la Universidad de Castilla-La Mancha, Francisco Javier D¨ªaz. El catedr¨¢tico defiende una revisi¨®n de la Constituci¨®n para cambiar las circunscripciones provinciales por circunscripciones auton¨®micas. ¡°Todas las provincias con hasta siete esca?os tienen serios problemas de proporcionalidad¡±, lamenta. ¡°Ahora nos encontraremos un escenario con cinco partidos en una horquilla entre el 15% y el 25% de los votos. Todas las combinaciones posibles excluyen como m¨ªnimo a dos partidos. Esto pasaba siempre, pero no era tan grave que se quedasen fuera fuerzas con un 5% de los votos. Ahora se quedar¨¢n fuera partidos con un 15%¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.