¡°Podemos perder una oportunidad grande con tanta fragmentaci¨®n de la izquierda¡±

Alberto Garz¨®n (M¨¢laga, 1985) pasar¨¢ a los anales de Izquierda Unida como el dirigente que asoci¨® las siglas de esta formaci¨®n con las de Podemos. El resultado, Unidas Podemos, afronta el 28-A su prueba de fuego tras haber perdido m¨¢s de un mill¨®n de votos en las ¨²ltimas elecciones generales, las de junio de 2016. Garz¨®n, de discurso sosegado, no ahorra cr¨ªticas a las m¨²ltiples escisiones de este espacio pol¨ªtico y defiende la confluencia como ¨²nico modo de recuperar el pulso social.

Pregunta. ?La alianza con Podemos es su apuesta m¨¢s clara para estas elecciones?

Respuesta. No solo para estas elecciones. Para m¨ª la unidad es irrenunciable. En estos momentos es absolutamente necesario no fragmentar la izquierda, trabajar por las transformaciones en nuestro pa¨ªs, que significa revertir todos los recortes de la ¨²ltima d¨¦cada.

P. Defiende la unidad, pero en Madrid habr¨¢ cuatro papeletas en la izquierda, incluida la de IU.

R. No podemos olvidar que hubo una decisi¨®n de ??igo Errej¨®n de caminar al margen de lo que se estaba construyendo y eso dinamit¨® un espacio interno que era complejo y heterog¨¦neo, pero que estaba unido.

P. En la votaci¨®n estatal para revalidar el pacto con Podemos el respaldo fue menos entusiasta que en 2016. ?Hay cierto desencanto con la marca?

R. No creemos que sea un problema de la marca com¨²n. Es un problema de la izquierda. Desde 2015 ha habido m¨¢s de un mill¨®n de personas, ya podemos hablar probablemente de dos, que votaron a un partido de izquierda y que desde entonces se han sentido frustrados. Como dirigentes nos corresponde ser responsables y eso pasa por la unidad.

P. ?Tiene sentido hoy mantener las siglas de IU por separado?

R. Venimos de dos tradiciones pol¨ªticas distintas. Pero no podemos exagerar las diferencias. Si alguien cree que por separado rendir¨ªamos mejor electoralmente, se equivoca.

P. ?Era irremediable la salida de Gaspar Llamazares?

R. Ha sido una mala noticia. M¨¢s all¨¢ de mis diferencias con ellos, ese espacio pol¨ªtico es necesario. Ser¨¢ la gente la que lo diga, pero podemos estar perdiendo una oportunidad grande con tanta fragmentaci¨®n de la izquierda.

P. ?C¨®mo cree que puede penalizarles el electorado?

R. La gente se frustra. Cuando sucedi¨® lo de Madrid mucha gente me llam¨® alertada. Se produce desmovilizaci¨®n. Cada escisi¨®n que se hace en la izquierda de este pa¨ªs dice servir para unir a la izquierda. No es bueno, m¨¢s aun cuando tienes a la extrema derecha a las puertas o a un gobierno de PP y Ciudadanos. Ha habido mucha irresponsabilidad. Con humildad, desde IU hemos trabajado para evitarlo. Es obvio que no lo hemos conseguido, pero seguiremos defendiendo la unidad.

P. ?C¨®mo van a situar los temas sociales en el centro de la campa?a? En Andaluc¨ªa no lo consiguieron.

R. La andaluza fue una campa?a dirigida al tema nacional porque los tres partidos de derechas lo convirtieron en su tema central. Sufrimos m¨¢s cuando este tema desplaza la agenda social. No es solo federalismo, es garantizar los servicios p¨²blicos de calidad a todas las personas, independientemente de d¨®nde vivan.

P. ?Cu¨¢l es su postura en el conflicto catal¨¢n?

R. Tarde o temprano tendremos que ir por un camino de di¨¢logo. Mientras eso no sucede se elevan los ¨¢nimos, se normaliza un discurso beligerante. Y eso atrae muchos votos. Por eso lo hace la derecha, pero socava los principios de la democracia. Por ejemplo, se ha normalizado el uso de la palabra golpista contra el oponente. Tenemos una derecha irresponsable y un independentismo irresponsable porque es inviable una proclamaci¨®n unilateral contra la mitad de la poblaci¨®n que no es independentista.

P. Entre las soluciones, ?es el refer¨¦ndum su opci¨®n preferida?

R. Deber¨ªa ser la ¨²ltima parte, lo primero es normalizar el di¨¢logo. No se puede empezar la casa por el tejado. Mi opci¨®n de pa¨ªs es que Catalu?a forme parte de Espa?a. Un refer¨¦ndum de autodeterminaci¨®n no es en absoluto una prioridad.

P. IU siempre ha defendido un modelo de estado republicano. Podemos ha asumido este discurso. ?Ser¨¢ clave en su programa?

R. S¨ª, pero teniendo en cuenta que no solo hablamos de jefatura del Estado. Hablamos de democratizar la sociedad, de abrir las ventanas y que las instituciones se regeneren. Esto tambi¨¦n es republicanismo. En Espa?a tenemos una monarqu¨ªa anacr¨®nica, como todas, pero que ha estado infectada de casos de corrupci¨®n.

P. Tanto usted como Pablo Iglesias lanzan ahora cr¨ªticas con nombres propios. ?Da r¨¦ditos electorales?

R. No s¨¦ si da r¨¦ditos. Lo que vemos desde hace mucho tiempo es que quien manda no se presenta a las elecciones. Hay unos poderes privados, normalmente bancos o grandes empresas no financieras, que tienen capacidad para condicionar a los Gobiernos y la informaci¨®n period¨ªstica, a trav¨¦s de la publicidad. Me sorprende mucho que ni PP ni Ciudadanos ni PSOE hayan dicho una sola palabra sobre el espionaje a Podemos y al espacio p¨²blico que representamos.

P. ?Se ve en un Consejo de ministros con Pedro S¨¢nchez?

R. Es una hip¨®tesis posible, pero es muy precipitado ahora. Hay millones de personas que no tienen decidido su voto. Nosotros salimos en una situaci¨®n compleja, lo admitimos, pero a por todas. Hay mucha gente que cree que votar a Pedro S¨¢nchez es frenar a la extrema derecha. A tenor de lo que dijo Jos¨¦ Luis ?balos, puede ser que votar al PSOE implique que Albert Rivera sea ministro de trabajo. Y ya sabemos lo que piensa de las relaciones laborales.