La ley laboral del chiringuito

F¨¦lix Ojeda est¨¢ pendiente de la predicci¨®n meteorol¨®gica para los pr¨®ximos 15 d¨ªas. Del capricho del clima depende el ¨¦xito de su chiringuito en Semana Santa, junto con el per¨ªodo estival, la ¨¦poca m¨¢s potente de su negocio. ¡°En funci¨®n del tiempo podemos estar al 90%, un lleno casi asegurado¡±, explica. Tom¨® las riendas de El Tuc¨¢n, uno de los 19 chiringuitos de Matalasca?as (Almonte, Huelva), en 1994 y se preparara para recibir una media de 200 personas diarias a partir del s¨¢bado, una cifra que dobla durante el verano. Los ingresos de Ojeda est¨¢n supeditados al sol y la playa, el principal reclamo de este n¨²cleo costero, perteneciente al t¨¦rmino municipal de Almonte, donde la temporalidad vinculada al turismo y a la agricultura, los pilares de su econom¨ªa, es la norma.

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De los 51.430 puestos de trabajo que se crearon en 2018 en el municipio, el 96,7% fueron temporales, seg¨²n los datos del Instituto de Estad¨ªstica y Cartograf¨ªa de Andaluc¨ªa. Almonte fue la segunda localidad de Huelva que m¨¢s empleos gener¨® en el sector tur¨ªstico el a?o pasado, la mayor¨ªa como camarero, cocinero y limpiador, lo que da una idea de la estacionalidad del sector y del bajo valor a?adido de la oferta laboral. ¡°El turismo del siglo XXI es mucho m¨¢s que esos perfiles¡±, advierte Alfonso Vargas-S¨¢nchez, catedr¨¢tico de Administraci¨®n de Empresas y experto en turismo de la Universidad de Huelva. ¡°Pero en los oficios tradicionales la cualificaci¨®n huis del caduco modelo de oferta tur¨ªstica indiferenciada¡±.

Ojeda sortea la incertidumbre de la estacionalidad alargando la temporada y compaginando El Tuc¨¢n con una empresa de catering que presta servicio por la zona. ¡°Yo empiezo en el puente de Andaluc¨ªa [28 de febrero] y cierro para el del Pilar¡±, explica. ¡°Hay d¨ªas en que me cuesta hasta dinero abrir¡±, asegura frente a su chiringuito, donde sopla un desapacible levante al que desaf¨ªan algunos jubilados que pasean por un desangelado Paseo Mar¨ªtimo, en el que los quioscos de helados y las tiendas de art¨ªculos de playa tienen a¨²n las puertas echadas. ¡°Antes hab¨ªa muchos turistas alemanes. Ahora somos segunda residencia. Hay que ampliar la oferta hotelera y de ocio si queremos crecer¡±, advierte.

La OIT ha alertado de los riesgos de la temporalidad en Espa?a. Huelva es la segunda provincia, despu¨¦s de Ja¨¦n, con m¨¢s contratos temporales del pa¨ªs (el 98,24%). Ojeda cree que es fundamental trabajar de manera coordinada con todas las administraciones p¨²blicas, ¡°da igual el color pol¨ªtico¡±, para impulsar el sector tur¨ªstico, garantizar la calidad en el empleo y conjurar la estacionalidad. A diferencia de otros chiringuitos, en el suyo los 20 empleados que tiene en los meses de mayor trabajo son pr¨¢cticamente los mismos. ¡°El resto del a?o unos estudian, otros trabajan en la agricultura y otros en empresas privadas de la zona¡±, dice, ilustrando lo habituados que est¨¢n a enlazar trabajos eventuales.

La preocupaci¨®n por la temporalidad y las inquietudes meteorol¨®gicas de Ojeda son compartidas por Carlos Navas, responsable del Hotel ON, a escasos metros del Tuc¨¢n; Juan Torre, propietario de Do?ana H¨ªpica El Pasodoble, la primera empresa de rutas a caballo de Huelva, y de Do?ana Rereservas y Visitas, una de las principales compa?¨ªas de rutas guiadas en 4x4, y Santi Leal, que regenta el complejo hotelero El Peque?o Roc¨ªo, en la aldea de El Roc¨ªo, a 20 kil¨®metros de Matalasca?as. Cada uno representa los diferentes destinos tur¨ªsticos de la zona: sol y playa, ecol¨®gico y religioso, cuyas sinergias est¨¢n buscando para diversificar y generar nuevas alternativas de ocio que logren atraer al viajero y garantizar visitas m¨¢s all¨¢ del per¨ªodo estival y la Semana Santa.

La lucha contra el aislamiento

Matalasca?as est¨¢ rodeado por el Coto de Do?ana y por el mar, unos l¨ªmites naturales que impiden su expansi¨®n. El parque natural y sus cuatro kil¨®metros de playa a los que hay que sumar los 21 kil¨®metros de arenas v¨ªrgenes, son uno de sus principales reclamos que, parad¨®jicamente, tambi¨¦n operan como freno. Al n¨²cleo ¨²nicamente se puede acceder por la A-483, una carretera en muy malas condiciones debido al traj¨ªn de los camiones que cargan la fresa que se satura de veh¨ªculos en temporada alta. Las dunas protegidas de Do?ana no permiten construir una v¨ªa que una Matalasca?as con Sanl¨²car de Barrameda, a solo 20 kil¨®metros, y su conexi¨®n en ferri, aprobada en un consejo de gobierno de la Junta de Andaluc¨ªa, se ha quedado en mero proyecto. C¨®mo librar a la pedan¨ªa del aislamiento provocado por la falta forzosa de accesos ha sido una demanda secular de los empresarios del sector y de los veraneantes. ¡°Do?ana ayuda, pero tambi¨¦n limita. Deber¨ªa unirse Matalasca?as con Sanl¨²car por autob¨²s, todoterrenos controlados¡­¡±, dice Navas. ¡°Si no puede ampliarse la carretera por el Coto, los partidos y las administraciones deber¨ªan ampliar el n¨²mero de transporte p¨²blico que ahora es tan escaso y presta tan poco servicio que disuade a los turistas de venir¡±, reclama Leal

Navas tambi¨¦n alarga la temporada de febrero a noviembre. ¡°Hasta ahora solo abrimos los fines de semana y a partir de Semana Santa ya lo haremos toda la semana. Abril es un mes en el que las visitas de extranjeros son importantes¡±, explica, aunque recalca que en el arranque de la primavera y el final del oto?o mantiene activo el hotel ¡°para garantizarles el trabajo a los empleados¡±. Muchos, reconoce, no buscan otra cosa durante el invierno. El empresario, que tiene apartamentos en Matalasca?as y otros hoteles en otras localidades de Huelva, es muy cr¨ªtico con la clase pol¨ªtica a la que demanda mayor implicaci¨®n y menos trabas a la hora de abrir m¨¢s plazas hoteleras. ¡°Han tenido parada la apertura de dos hoteles mucho tiempo. Aqu¨ª vienen fondos de inversi¨®n interesados, pero si se les ponen problemas se van y as¨ª es imposible atraer turismo¡±, se queja.

Para Torre, los pr¨®ximos 15 d¨ªas son vitales para sus expectativas de negocio. ¡°Nuestro momento fuerte es ahora en primavera, cuando la marisma est¨¢ m¨¢s alta¡±, se?ala. Sus clientes no son los mismos que abarrotan Matalasca?as en julio y agosto. ¡°Entonces viene gente que, como actividad secundaria, decide visitar el coto, pero no es su objetivo principal¡±. En el Parque hay unas 30 empresas similares a las de Torre con autorizaci¨®n para operar. La suya es de las m¨¢s potentes, atiende a unas 200.000 personas al a?o y emplea a 14 personas en las ¨¦pocas de mayor demanda. Torre colabora con hoteles de la zona ofreciendo visitas. ¡°Antes que los partidos pol¨ªticos y los Gobiernos, los que tenemos que aportar m¨¢s somos el sector privado, y apostar por diversificar el turismo¡±, se?ala.

En esa apuesta por diversificar, El Roc¨ªo juega un factor importante. Una aldea, perteneciente a Almonte, que no sobrepasa los 1.500 habitantes y que, m¨¢s all¨¢ de la transformaci¨®n que experimenta durante su tradicional romer¨ªa y el traslado de este a?o donde se espera rebasar el mill¨®n de personas, se ha acostumbrado a recibir una media de 30.000 visitantes los fines de semana, seducidos por la fama y la devoci¨®n que inspira su virgen. Estas peculiaridades obligan a Leal a variar su personal entre semana ¡°La plantilla de lunes a viernes se dobla los fines de semana y entre octubre y marzo es la mitad que en el resto del a?o¡±, explica. ¡°Esto es un problema muy grave para las pymes de la zona, porque nos obliga a hacer muchos contratos temporales¡±, sostiene. Leal reclama a los partidos m¨¢s ayudas a las peque?as empresas y bonificaciones en la seguridad social ¡°para estimular la contrataci¨®n indefinida¡±. ¡°Si as¨ª puedo a?adir dos personas fijas a mi plantilla, mucho mejor porque en el negocio del turismo lo m¨¢s dif¨ªcil es conseguir una buena plantilla¡±, apostilla.