Dos pueblos se enfrentan por una calle a golpe de se?ales
Las localidades alicantinas de Rafal y Orihuela tienen un conflicto territorial por la ordenaci¨®n del tr¨¢fico en una calle que comparten
Primero fueron amarillas, luego blancas y finalmente, negras. Las l¨ªneas de ordenaci¨®n del tr¨¢fico en una calle compartida entre los municipios alicantinos de Orihuela y Rafal han desencadenado un conflicto territorial en el que los Ayuntamientos de ambas localidades han movilizado a sus servicios jur¨ªdicos y han desenfundado sus documentos hist¨®ricos. Los 12 metros de la calle Infanta Elena, dividida transversalmente en dos tramos, son el campo de batalla que enfrenta a los alcaldes Manuel Pineda (Rafal, PSOE) y Emilio Bascu?ana (Orihuela, PP), ambos m¨¦dicos, excompa?eros de trabajo y con una relaci¨®n hist¨®ricamente tensa.
En el coraz¨®n de esta pugna territorial parece encontrarse una f¨¢brica que pertenece a Orihuela pero que est¨¢ situada en territorio rafale?o. Las dos localidades han variado el sentido de la v¨ªa y su accesibilidad en funci¨®n del inter¨¦s de que el transporte y distribuci¨®n de los productos de la empresa dispongan de un libre acceso, como quiere Orihuela, o est¨¦ m¨¢s restringido, a petici¨®n de Rafal. Seg¨²n Pineda, el desencadenante de la batalla fue un "ataque a la soberan¨ªa legal" de su municipio, en el que los oriolanos instalaron "se?ales discriminatorias" que permit¨ªan el paso "solo a los camiones" que dan servicio a la factor¨ªa y que "para llegar a ella han de pisar terreno de Rafal". Desde Orihuela, el concejal de Pedan¨ªas, V¨ªctor Valverde, asegura que los rafale?os "pintaron l¨ªneas amarillas en la parte de la calle perteneciente a Orihuela, impidiendo el aparcamiento". Tras recibir cerca de un centenar de firmas vecinales reclamando este espacio para estacionar, "borramos la franja amarilla y pintamos l¨ªneas blancas".
El ¨²ltimo cap¨ªtulo se escribi¨® hace 10 d¨ªas. Pineda borr¨® personalmente con pintura negra las delimitaciones marcadas por sus vecinos y denunci¨® p¨²blicamente la actitud oriolana. En todo este tr¨¢mite, los agentes policiales de una y otra localidad fueron enviados a vigilar las operaciones de la parte contraria. ¡°Esto es una ocupaci¨®n intolerable¡±, declar¨® Pineda. ¡°El alcalde de Rafal ha montado un circo y ha actuado de mala fe¡±, replica Valverde, que opina que el comportamiento de Pineda ¡°es impropio de un diputado auton¨®mico y de un responsable de una Administraci¨®n local¡±. Tanto unos como otros han pedido los dict¨¢menes de la Direcci¨®n General de la Administraci¨®n Local, de la Diputaci¨®n Provincial y del Consejo Jur¨ªdico Consultivo de la Generalitat Valenciana.
Un ej¨¦rcito
Ambas partes hablan de evitar una ¡°guerra¡± y saben que la pugna es muy desigual. Orihuela es el mayor t¨¦rmino municipal de la provincia de Alicante, con unos 380 kil¨®metros cuadrados de extensi¨®n que limitan con ¡°12 municipios diferentes¡±, seg¨²n Valverde, ¡°y con 24 n¨²cleos de poblaci¨®n distintos¡±, repartidos entre el casco urbano y las pedan¨ªas. Rafal, por su parte, ¡°es una isla en medio del gran oc¨¦ano de Orihuela¡±, como lo define Pineda. Un marquesado de 1,6 kil¨®metros cuadrados encajado dentro del territorio de sus vecinos. ¡°Uno de los pueblos m¨¢s peque?os de Espa?a¡±, se?ala su alcalde.
Sin embargo, oriolanos y rafale?os emplean un vocabulario b¨¦lico. ¡°Orihuela tiene un ej¨¦rcito¡±, se?ala Pineda, ¡°y nosotros somos 4.000 habitantes y siete polic¨ªas locales¡±, bromea, frente a los m¨¢s de 100.000 habitantes oriolanos. Valverde asegura que no van a empezar una guerra ¡°con todos los municipios que pretendan anexionar¡± parte de su territorio. Y aqu¨ª es donde aparece el otro n¨²cleo del conflicto. Las casas baratas, un grupo de viviendas pertenecientes a Orihuela cuyos vecinos expresaron ya en 2015 su voluntad de depender de Rafal. Y que a principios de este a?o protagonizaron un pleno municipal en el que todos los grupos pol¨ªticos del Consistorio rafale?o aprobaron iniciar el expediente para la anexi¨®n.
¡°Se trata de un peque?o grupo de personas, unos 120 habitantes empadronados casi todos en Rafal¡±, comenta Pineda. Seg¨²n el primer edil, el suministro de luz y de agua, el saneamiento y el tratamiento de residuos dependen de Rafal. Adem¨¢s, ¡°van al m¨¦dico en nuestro centro de salud y sus ni?os estudian en nuestros centros escolares¡±. La petici¨®n formal est¨¢ en marcha. Y para el alcalde y diputado socialista ¡°puede crear problemas para Orihuela y sus pedan¨ªas¡±, ya que considera que el Ayuntamiento regido por su rival popular ¡°no puede controlar todo su t¨¦rmino municipal¡±.
¡°Si conseguimos la anexi¨®n de las casas baratas¡±, manifiesta Pineda, ¡°a lo mejor La Aparecida, Orihuela Costa o La Murada¡±, todas ellas pedan¨ªas oriolanas, ¡°piden desmembrarse tambi¨¦n¡±. El edil de Pedan¨ªas oriolano tiene un punto de vista diametralmente opuesto. ¡°La poblaci¨®n de Orihuela se reparte en muchas pedan¨ªas¡±, afirma, ¡°tenemos bastante experiencia¡± en la resoluci¨®n ¡°moderada¡± de los conflictos entre vecinos. ¡°Que se acuerde Pineda de cuando pide efectivos de Polic¨ªa Local y Protecci¨®n Civil para poder celebrar sus fiestas¡±, sentencia. Los representantes de un lado y otro del conflicto concluyen con una declaraci¨®n id¨¦ntica: ¡°No vamos a permitir que se pierda parte de nuestro territorio¡±.
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