El prior disputa al Estado las llaves del Valle de los Ca¨ªdos
El abad de la bas¨ªlica donde reposan los restos de Franco exige por carta a Patrimonio Nacional el control f¨ªsico de la entrada al recinto
Este lunes estaba ¡°todo listo¡± para el 10-J. El Gobierno hab¨ªa se?alado esa fecha en su calendario y ten¨ªa un plan a y otro b y hasta uno c para proceder al fin a la exhumaci¨®n de los restos mortales de Francisco Franco de la Bas¨ªlica del Valle de los Ca¨ªdos m¨¢s de 43 a?os despu¨¦s de su muerte. Los urgentes deseos de esa retirada, expresados como un mandato por el propio presidente del Gobierno, Pedro S¨¢nchez, al acceder hace un a?o al poder, no se han cumplido a¨²n. Aunque el enredo jur¨ªdico y administrativo de estos meses parece en su fase definitiva y el Ejecutivo tiene ahora el factor tiempo a su favor. El prior en funciones de la bas¨ªlica, el padre Santiago Cantera, el valladar de la familia del dictador que se opone f¨¦rreamente al traslado, ha llegado a disputar, en mal tono incluso, el control de las llaves de acceso al recinto al propio Estado.
El pasado 1 de octubre, en plena refriega de acuerdos y decisiones del Consejo de Ministros para acelerar la exhumaci¨®n de Franco, tras haber intentado los contactos formal e informalmente a trav¨¦s de los m¨¢ximos responsables de Patrimonio Nacional, un grupo de altos funcionarios de ese organismo del Estado acudieron a visitar la bas¨ªlica del Valle de los Ca¨ªdos. Era lunes, que es el d¨ªa en el que el mausoleo est¨¢ cerrado al p¨²blico. El presidente de Patrimonio, Alfredo P¨¦rez de Armi?¨¢n, se person¨® con el consejero gerente, Ernesto Abati; el delegado del organismo en el Valle, Manuel Terr¨®n; el subsecretario del Ministerio de Presidencia y Administraciones P¨²blicas, Antonio Hidalgo, vocal de Patrimonio, y con Cristina Latorre, subsecretaria del Ministerio de Justicia e instructora del procedimiento aprobado por el Consejo de Ministros en agosto pasado para llevar a cabo el traslado ¡°de los restos mortales afectados¡±.
El Ejecutivo pensaba entonces que el asunto podr¨ªa resolverse de manera inminente y quer¨ªan tener todos los escenarios previstos. El presidente de Patrimonio hab¨ªa sondeado en persona y por tel¨¦fono la disposici¨®n a colaborar del prior en funciones del Valle y hab¨ªa ratificado varias veces que segu¨ªa siendo nula. Los contactos y presiones con la c¨²pula de la Iglesia, en Madrid y Roma, tampoco hab¨ªan servido de mucho. Cantera no entraba en razones y los nietos del dictador llevaron su pugna hasta las m¨¢s altas instancias judiciales.
El prior Cantera no fue avisado de esa visita institucional y se la tom¨® mal. Al d¨ªa siguiente, 2 de octubre, remiti¨® una carta de dos folios al presidente de Patrimonio con un estilo nada diplom¨¢tico. Comenz¨® por transmitirle su ¡°honda preocupaci¨®n y consternaci¨®n por unos hechos sin precedentes en los 60 a?os que lleva la Comunidad Benedictina en el Valle¡±. Y calific¨® los hechos ¡°de una extraordinaria gravedad y merecedores de reproche jur¨ªdico¡±. Cantera sosten¨ªa que la bas¨ªlica pontificia ¡°est¨¢ protegida por el Derecho Fundamental a la libertad religiosa y de culto, consagrada su inviolabilidad frente a injerencias y entradas no consentidas de poderes p¨²blicos¡± y remach¨® que en la misma ¡°est¨¢ reservado el Sant¨ªsimo Sacramento¡±.
El padre Cantera aprovech¨® para cuestionar directamente la presencia de la subsecretaria por revelar ¡°falta de imparcialidad, objetividad o, lisa y llanamente, que ya sabe c¨®mo va a terminar su instrucci¨®n¡± del expediente del caso. En su conclusi¨®n, el responsable eclesi¨¢stico del templo arguy¨® que ese acceso sin avisar al interior de ese lugar sagrado ¡°no es ni l¨ªcito ni leg¨ªtimo¡±. Y por ello requiri¨® ¡°formalmente¡± al presidente del organismo que le hiciera entrega ¡°de las llaves de la bas¨ªlica y de las dem¨¢s del conjunto monumental que pudieran estar en su poder¡±.
El presidente de Patrimonio contest¨® al d¨ªa siguiente. Primero argument¨®, con la ley reguladora del organismo de 1982 y varias disposiciones adicionales, que su visita se ajustaba a sus competencias. Le refresc¨® incluso a Cantera que en el art¨ªculo 8 del reglamento franquista (1959) de la fundaci¨®n que regula el Valle, se se?ala que le corresponde la responsabilidad de la administraci¨®n e inspecci¨®n de los bienes de todos los edificios de Cuelgamuros. Y que el art¨ªculo 6 le encomienda ¡°los servicios, trabajos y obras de conservaci¨®n y reparaci¨®n¡± a instancias del abad ¡°o motu proprio sin requerir autorizaci¨®n previa¡±.
El presidente finaliz¨® comunicando al prior que en virtud de esas funciones ¡°no puede accederse a su solicitud de entrega de las llaves¡±. El Gobierno tuvo muy presente este cruce epistolar por si el padre Cantera ten¨ªa pensado alg¨²n tipo de obst¨¢culo nuevo en la salida de Franco del Valle preparada para el 10-J.
EL PA?S ha contactado con el prior Cantera para conocer su versi¨®n sobre esta disputa y no ha obtenido contestaci¨®n.
A la espera del Supremo
El martes pasado, casi in extremis, la sala contencioso-administrativo del Tribunal Supremo aprob¨® por unanimidad aceptar las medidas cautelares solicitadas por los siete nietos del dictador y paralizaron el proceso, ya totalmente en marcha. Estaba programado todo, hasta un dispositivo especial de seguridad y tr¨¢fico para regular el tr¨¢nsito por los 60 kil¨®metros que separan el Valle del sepulcro donde reposa la viuda, Carmen Polo, en el cementerio municipal de Mingorrubio (El Pardo). El Consejo de Ministros aprob¨® ya el 26 de abril el cambio de titularidad y pas¨® esa cripta, que estaba en Patrimonio Nacional a Patrimonio del Estado, para alejar cualquier controversia presente o futura del entorno de la Casa Real, que tambi¨¦n est¨¢ en ese organismo. El Gobierno, ya con toda una legislatura por delante, aguarda que el Supremo resuelva finalmente la disputa en breve, en muy pocos meses.
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