La inmigraci¨®n compensa la baja natalidad y sit¨²a a Espa?a cerca de los 47 millones de personas

La inmigraci¨®n se ha convertido en la tabla de salvaci¨®n de una Espa?a cada vez m¨¢s envejecida. El saldo migratorio positivo de 333.672 personas en 2018 compens¨® el saldo vegetativo negativo (56.212. personas) e hizo crecer a la poblaci¨®n del pa¨ªs hasta los 46.934.632 habitantes, la cifra hist¨®rica m¨¢s alta registrada, seg¨²n los datos provisionales de la Estad¨ªstica de Migraciones del Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE). La poblaci¨®n aument¨® as¨ª en 276.186 personas gracias a la llegada de extranjeros, que ya suman 4,8 millones en total.

La ca¨ªda de los nacimientos hasta un 30% en una d¨¦cada y del n¨²mero de hijos por mujer ha hecho que los movimientos migratorios sean decisivos para determinar el crecimiento de la poblaci¨®n en Espa?a. Los datos sobre natalidad son demoledores y, salvo pol¨ªticas que logren revertir la tendencia, no se espera un cambio a corto plazo. Las mujeres tienen 1,25 hijos de media, frente a los 1,44 de hace una d¨¦cada, y el m¨¢s de medio mill¨®n de nacimientos que se produc¨ªan entonces se han reducido a menos de 370.000 el a?o pasado (28,95%). ¡°Cuando tienes saldos vegetativos negativos muy importantes, la ¨²nica opci¨®n es crecer por la migraci¨®n exterior¡±, subraya Jordi Bayona, investigador del Centro de Estudios Demogr¨¢ficos.

Catalu?a, la Comunidad de Madrid y la Comunidad Valenciana fueron las autonom¨ªas en las que m¨¢s extranjeros se establecieron, mientras que aquellas comunidades que menos poblaci¨®n extranjera lograron atraer ¡ªGalicia, Ceuta, Castilla y Le¨®n, Extremadura y Asturias¡ª fueron las ¨²nicas que perdieron poblaci¨®n en 2018.

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La poblaci¨®n venezolana en Espa?a fue la que m¨¢s creci¨® en 2018 con la llegada de 42.803 personas, un aumento del 47% con respecto al a?o anterior. La grave crisis pol¨ªtica y humanitaria que atraviesa el pa¨ªs sudamericano forz¨® a 341.800 venezolanos a pedir protecci¨®n internacional y a emigrar hacia distintos pa¨ªses, siendo Espa?a uno de los principales destinos.

Un a?o m¨¢s, el mayor n¨²mero de llegadas se registr¨® entre los marroqu¨ªes (con 61.000 entradas), que se mantienen como la mayor comunidad extranjera de Espa?a con 714.239 personas. La segunda nacionalidad por n¨²mero de llegadas fue la colombiana (53.247) seguida de la venezolana.

Los datos del INE tambi¨¦n reflejan que la mejora de la situaci¨®n econ¨®mica desde el a?o 2008 ha venido acompa?ada de un mayor flujo de entradas y salidas del pa¨ªs. Con un saldo positivo entre las personas que se establecieron en Espa?a (643.037, un 21% m¨¢s que en 2017) frente a las que lo abandonaron (309.365, un 16% menos). ¡°El volumen de migraciones depender¨¢ de qu¨¦ pasa con la econom¨ªa y si se mantiene la tendencia alcista¡±, explica Bayona.

Frente al aumento de poblaci¨®n extranjera, la poblaci¨®n espa?ola se redujo en 9.368 personas debido al saldo vegetativo negativo (de 102.682 personas), que no se vio compensado por las adquisiciones de nacionalidad espa?ola (90.828). Si solo se contabiliza a los espa?oles nacidos en Espa?a, el a?o pasado la poblaci¨®n se redujo en 98.595 personas.

Atendiendo a los cambios de poblaci¨®n entre comunidades aut¨®nomas, Madrid fue la que m¨¢s creci¨® con la llegada de 7.300 personas, seguida de Valencia (3.700) y Baleares (3.686). En la cola, las salidas de personas hacia otras autonom¨ªas afectaron principalmente a Andaluc¨ªa, que perdi¨® a 6.300 personas, Castilla y Le¨®n (4.000) y Extremadura (casi 3.000). Catalu?a, en un a?o convulso por la crisis abierta por el proc¨¦s, se ha colocado como la cuarta comunidad en saldo negativo entre las salidas y llegadas de poblaci¨®n hacia otras comunidades con 2.811 personas menos.