¡°Espa?a siente que la presi¨®n migratoria baja, pero en Marruecos siempre aumenta¡±

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Khalid Zerouali (1965, Guelmam) es el guardi¨¢n de las fronteras marroqu¨ªes. Y Espa?a ha dejado claro que lo necesita. Marruecos es el trampol¨ªn de salida para cerca del 97% de los migrantes que pretenden llegar clandestinamente a Espa?a y de su gesti¨®n de fronteras depende la presi¨®n migratoria en las costas andaluzas y en las vallas de Ceuta y Melilla. Cuando Marruecos vigila, las autoridades espa?olas respiran. ¡°Es verdad que en el lado espa?ol sienten que la presi¨®n baja, pero en nuestro lado siempre aumenta¡±, advierte a EL PA?S Zerouali, gobernador y director de Migraci¨®n y Vigilancia de Fronteras marroqu¨ª, en su visita a Madrid esta semana.

Espa?a destaca desde hace meses las buenas relaciones con el pa¨ªs vecino. Tras un a?o en que la ruta del Mediterr¨¢neo Occidental se convirti¨® en la principal puerta de entrada de la inmigraci¨®n irregular hacia Europa, las llegadas en patera en el primer semestre de 2019 se han reducido un 27%. ¡°Desde enero de 2019 hasta hoy, hemos abortado 40.300 intentos de migraci¨®n hacia Espa?a. Es un 25% m¨¢s en comparaci¨®n al mismo periodo del a?o pasado¡±, celebra Zerouali, que particip¨® el lunes en una de las citas del Proceso de Rabat, la mesa de di¨¢logo pol¨ªtico entre pa¨ªses europeos y del ?frica Occidental para enfrentar los flujos migratorios. ¡°Nuestro control de fronteras consigue frenar la presi¨®n, pero tenemos que seguir trabajando para reforzar ese dispositivo¡±.

Marruecos ha ganado un nuevo protagonismo ante el fen¨®meno migratorio y se encuentra en el coraz¨®n de las negociaciones en Europa. Zerouali, que lleva m¨¢s de una d¨¦cada perfilando las pol¨ªticas migratorias de Marruecos, es uno de sus principales interlocutores. Sobre la mesa est¨¢n las contrapartidas que la Uni¨®n ofrecer¨¢ al reino alau¨ª a cambio de mayor colaboraci¨®n.

La Comisi¨®n Europea est¨¢ ejecutando la transferencia de 140 millones de euros, un montante que Zerouali ya ha sugerido p¨²blicamente que es insuficiente. ¡°Los 140 millones son un buen inicio¡±, mantiene con la mesura de cada una de sus frases. Preguntado por la cifra que ser¨ªa deseable, el marroqu¨ª esquiva la respuesta: ¡°En el trabajo que eventualmente iniciaremos con las estructuras europeas podremos identificar las necesidades exactas de Marruecos¡±.?

Las negociaciones de Marruecos en Bruselas en las que Zerouali se maneja, seg¨²n sus interlocutores, con habilidad, van, de cualquier forma, m¨¢s all¨¢ del dinero. Europa busca en Marruecos una colaboraci¨®n como la que encontr¨® en Turqu¨ªa y Libia, dos pa¨ªses que, a pesar del cuestionamiento constante de sus m¨¦todos y las condiciones que ofrecen a los migrantes, han ayudado a sellar las rutas abiertas en el Mediterr¨¢neo. Una de las l¨ªneas de trabajo iniciada con Marruecos es la readmisi¨®n de sus nacionales en situaci¨®n irregular, un gesto que los pa¨ªses europeos necesitan para viabilizar su expulsi¨®n. A cambio, Europa promete agilizar la liberaci¨®n de visados a los marroqu¨ªes.

Las claves de la cooperaci¨®n

Marruecos ha desplegado en los ¨²ltimos meses cerca de 3.000 agentes para controlar sus costas, ha multiplicado las redadas para desmantelar los asentamientos de inmigrantes y refugiados que aguardan el salto a Europa y ha intensificado su persecuci¨®n a las mafias. Sus m¨¦todos son cuestionados por organizaciones humanitarias locales e internacionales, una cr¨ªtica que Zerouali ha rechazado en alguna ocasi¨®n.

El gobernador tampoco cree que deba responsabilizarse a Marruecos de las muertes de migrantes en el mar, ahora que la Marina Real se ha involucrado m¨¢s activamente en los rescates. ¡°Marruecos asume plenamente sus responsabilidades en sus aguas territoriales. El debate debe centrarse en la lucha contra los traficantes, porque son los que ponen en peligro la vida de los inmigrantes¡±, zanja Zerouali.

Marruecos, recuerda el gobernador, ¡°est¨¢ bajo presi¨®n¡± y la presi¨®n de las fuerzas de seguridad en el norte abre nuevos frentes en el sur. ¡°Las redes se han sofisticado. Ahora incluso intentan salir al sur de Casablanca. Tambi¨¦n hay tentativas de salida hacia las islas Canarias, se ven, por ejemplo, [partidas] desde Agadir hasta Dahkla [en el S¨¢hara Occidental]¡±, revela.